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La obra pública repunta en Asturias a ritmo de «burbuja» con 200 millones hasta junio

Las licitaciones en el Principado rebrotan en el primer semestre con los fondos europeos y alcanzan cifras que no se veían desde 2010

Una obra en construcción. MARCOS LEON

Las administraciones públicas licitaron obras en Asturias por 199,7 millones de euros durante los cinco primeros meses del año. Solo en enero, salieron a concurso actuaciones por 129 millones de euros. Tras el estallido de la crisis financiera, las administraciones se apretaron el cinturón y contuvieron el gasto en infraestructuras. Ahora, con la llegada de los nuevos fondos europeos, las entidades públicas han puesto el pie en el acelerador del gasto y reactivado grandes proyectos. En Asturias se está licitando a ritmo de «burbuja».

El furor del comienzo del año se ha ido relajando con el paso de los meses, pero solo el dato de enero supera de largo lo licitado en el mismo periodo durante los años anteriores. En 2021, entre enero y junio las administraciones licitaron en Asturias 84 millones. En los primeros meses de 2020 –año de pandemia–, solo salieron a concurso actuaciones por 29 millones de euros, una de las cifras más bajas de la serie histórica. En todo el año, lo licitado en 2020, se quedó en 139,6 millones, una cifra sustancialmente menor que lo que se ha consignado durante el inicio de este año. Sin embargo, la contención de la inversión es algo que viene de lejos y que no llegó con el covid. En 2019, el año de la recuperación, la cifra de licitaciones en el inicio del curso en el Principado fue de algo menos de 69 millones de euros.

Los datos publicados ayer por Sadei (Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales) evidencian que las administraciones inician los trámites para invertir en Asturias, aunque esto no significa que estas actuaciones se terminen ejecutando. Primero las administraciones presupuestan, después licitan y, finalmente, los proyectos se ejecutan. Muchas veces, las previsiones distan mucho de la realidad. El Principado, con un presupuesto previsto de 319,5 millones de euros para inversiones en 2021, lo que finalmente se terminó licitando no pasó de los 141 millones de euros. El resto de proyectos no pasaron del papel en los plazos previstos. Pero licitar tampoco significa ejecutar. Los contratos, especialmente las inversiones en infraestructuras, se ejecutan de manera plurianual: cargando a las cuentas de años sucesivos los costos de las obras que, en ocasiones, se alargan durante varios ejercicios. Según un informe de la Confederación Asturiana de la Construcción, de los 67,09 millones de euros que el gobierno asturiano debía haber ejecutado el pasado año, solo se llegaron a abonar 16,16.

La falta de inversiones de la última década y la llegada de los fondos Next Generation –que el Estado está dedicando mayoritariamente a las infraestructuras– han espoleado las cifras de las licitaciones: rehabilitación energética de edificios, proyectos ferroviarios y actualización de carreteras concentran buena parte del gasto estatal en Asturias.

El alza de los precios de los materiales también ha llevado al alza el montante total de lo licitado en España. Ante las perspectivas y la realidad de la inflación, las administraciones han ido actualizando sus precios para evitar, precisamente, que las empresas dejasen de concurrir a los concursos por no ser rentables.

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