–¿Se están cumpliendo los objetivos de la legislatura?

–Desgraciadamente en la política actual impera la manipulación y la mentira, yo no quiero caer en lo fácil que sería decir lo bien que se está haciendo todo. Para mi desgracia, estoy pensando siempre más en lo que está sin hacer, o en lo que se hace mal y hay que corregir y mejorar. Con estas premisas, en términos generales se están cumpliendo, pero se habían fijado objetivos muy ambiciosos que dependen de otras administraciones, del Principado y el Estado. La pandemia y la crisis afectan a los proyectos y programas de este mandato. Y afectarán a los siguientes. Hay que decir la verdad a los ciudadanos.

–Qué imagen transmite Villaviciosa al resto de Asturias?

–La imagen ha sido históricamente positiva como corresponde a una villa y un concejo de los más guapos de Asturias, donde los vecinos se caracterizan por la hospitalidad hacia el visitante y por mantener numerosas iniciativas culturales y las tradiciones más arraigadas. El hecho de que se haya roto la tendencia de pérdida de población continuada de las últimas décadas, y que Villaviciosa gane población, atrayendo a nuevos vecinos, cuando la mayoría de los municipios la están perdiendo, creo que es una buena señal en ese sentido.

–El concejo es la esencia de la cultura sidrera, pero tiene mucho más. ¿Por ejemplo?

–Sí, somos capital manzanera de España desde 1960, oficialmente, pero esa cultura está en el paisaje y el paisanaje de forma enraizada. Gracias a empresas señeras, Villaviciosa es primera productora de la sidra espumosa; también segunda en producción de sidra natural. La apuesta por la DOP de la Sidra es fundamental, y aquí está la sede del Consejo Regulador, que tendrá una gran sede que mejore sustancialmente lo que tenernos y sea de visita obligada. La futura declaración de la cultura sidrera como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, supondrá una oportunidad, como la declaración del Camino Norte de Santiago, en el que Villaviciosa es paso fundamental. En turismo cultural tenemos grandes posibilidades, con el Museo de la Semana Santa, Valdediós y el prerrománico y románico, o la ruta cultural europea ligada a la historia de Carlos V.

–¿Y el desarrollo turístico?

–Somos el primer concejo de Asturias en incorporarnos al programa Sidraturismo. Junto al turismo cultural, debemos apostar fuerte por la conexión del sector agroalimentario con el turístico, y ahí tenemos excelentes iniciativas de éxito como la Colección Permanente de El Gaitero; la explotación agraria Los Caserinos o los productores de arándanos y frutos rojos que ofrecen visitas a las explotaciones. El otro eje debe ser el turismo ambiental, ligado a espacios únicos como la ría de Villaviciosa, y la mejora y promoción de rutas de senderismo, bicicletas, junto con todo lo relacionado con el turismo deportivo.

–¿El despoblamiento es un problema para el municipio?

–Lo es para todas las zonas rurales de España y en otros países. Villaviciosa aunque ahora esté ganando población como concejo, tiene una pirámide de población con un índice de envejecimiento altísimo que sólo podrá ser compensado con incremento de la natalidad. Villaviciosa tiene el mismo problema que cualquier municipio rural de Asturias, aquí agravado por la gran extensión del municipio y la carencia de servicios tan básicos como es el abastecimiento o los caminos, que otros municipios resolvieron hace muchos años ya, pero que aquí, como en tantas otras cosas, no se hicieron los deberes cuando había financiación.

–De todos los proyectos, ¿de cuál se siente más orgulloso?

–Se han ejecutado proyectos tan importantes como el Ateneo, a pesar de todos los palos en las ruedas. Ahora tengo mucha ilusión por ver completada la ampliación del Colegio Público Maliayo, unificando así la educación infantil y primaria en La Villa. Por otra parte, después de tantos años de desidia, están en tramitación las mayores inversiones en saneamiento y lucha contra las inundaciones.