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La red sanitaria acomete una renovación histórica: 17 equipos de alta tecnología

Los hospitales de Jarrio, Cangas, Avilés, Oviedo y Gijón verán mejorada su dotación tecnológica, que por vez primera llegará a un centro de salud

Siete escáneres, cinco resonancias magnéticas, un PET-TAC, dos angiógrafos y dos salas de hemodinámica. La sanidad pública asturiana se halla inmersa en la mayor renovación de equipos de alta tecnología de toda su historia. Cinco hospitales que son cabecera de área verán reforzada su flota de aparatos diagnósticos e intervencionistas: los de Jarrio, Cangas del Narcea, San Agustín (Avilés), Central de Asturias (HUCA) y Cabueñes (Gijón). Como gran novedad, el aparataje de vanguardia dejará de ser un privilegio exclusivo de los grandes centros de cada zona y llegará, por vez primera, al Hospital Monte Naranco (Oviedo) y al ambulatorio Puerta de la Villa (Gijón). En cada uno de estos dos edificios se instalarán una resonancia y un TAC (escáner), un paso adelante que hasta hace poco tiempo podía parecer impensable.

Los 17 nuevos equipos se dividen en dos grandes grupos: cinco son para reemplazar aparatos ya obsoletos (tres escáneres y dos resonancias); los once restantes tienen como objetivo reforzar la dotación de cinco de las ocho áreas sanitarias de la región.

Tanto el HUCA como Cabueñes sumarán una sala de hemodinámica para tratamientos cardiológicos y sendos angiógrafos (estos últimos son aplicables, entre otras opciones, a tratamientos de neurovasculares, por ejemplo para extraer trombos tras un ictus isquémico agudo).

La operación ya está en marcha y tiene como plazo hasta finales de septiembre de 2023. La compra de estas máquinas se financia con fondos del programa "Next Generation EU" del Plan de Inversión en Alta Tecnología (Inveat) del Gobierno de España. Las partidas para Asturias ascienden a 15,6 millones: 12,9 que llegan de Europa y 2,7 que pone el Principado.

¿Qué se persigue? Según la Consejería de Salud, esta renovación y ampliación de los equipos pretende "incrementar la supervivencia global y la calidad de vida de las personas mediante el diagnóstico de enfermedades en estadios tempranos". Esta anticipación posibilita "la intervención terapéutica rápida, con especial atención a las patologías de mayor impacto", entre las que figuran las enfermedades crónicas, oncológicas, raras y neurológicas.

Este plan estatal se propone reducir la obsolescencia del parque tecnológico, ya que "permitirá renovar todos los equipos que superen los doce años de antigüedad". En el caso de los aceleradores lineales –a Asturias no llegará ninguno– y los TAC, el plazo es más corto: diez años.

"Asturias es una de las comunidades con menor obsolescencia del país en este tipo de equipamientos", enfatiza la Consejería de Salud. Sin embargo, la región experimenta, como el resto del territorio nacional, un fuerte incremento de la demanda de exploraciones diagnósticas. Las peticiones de pruebas de resonancia y escáner ha aumentado "en torno a un 20 por ciento en los tres últimos años", según indicó Faustino García Arias, jefe del servicio de Radiodiagnóstico del HUCA.

El doctor García Arias añadió que la palabra clave en la renovación tecnológica que se está llevando a cabo en la sanidad asturiana es "equidad", es decir, "la posibilidad de que todos los ciudadanos puedan acceder en igualdad de condiciones a los servicios sanitarios que necesitan". En el conjunto de España, el programa Inveat permitirá una inversión cercana a los 796 millones, gracias a la que se renovarán 585 equipos y se ampliarán otros 262, un total de 847.

De los equipos que llegarán a Asturias, el más costoso es un aparato de tomografía por emisión de positrones (PET/TAC) de altas prestaciones para el HUCA. "La elevada precisión de este equipo aumentará la capacidad diagnóstica y terapéutica del centro. También garantizará mayor seguridad tanto a los pacientes como a los profesionales, puesto que emitirá menos radiación", subraya la Consejería de Salud. El precio del dispositivo asciende a 2.583.713 euros.

Este aparato, que se suma a otro similar que ya funciona actualmente en el HUCA, permitirá realizar un seguimiento de las distintas patologías de forma más exacta y precoz. En el caso de tumores, al disminuir la radiación emitida, se podrá ajustar mejor la necesidad de un nuevo tratamiento si fuera necesario. Además, al reducir a la mitad el tiempo empleado en la técnica, permite aumentar el número de pacientes incluidos para el diagnóstico y evolución de más patologías.

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