Antonio Alba Moratilla (Madrid, 1945) es escritor e ingeniero técnico agrícola. Ha sido miembro del Programa Hombre y Biosfera (MaB) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Vicepresidente de la Federación de Montañismo del Principado de Asturias (FEMPA), siempre ha estado relacionado con el medio ambiente y así lo demuestra con sus más de treinta años trabajando en la conservación de la naturaleza. Se considera un hombre «de todos los lados». Aunque sea madrileño de nacimiento, estudió la carrera en Valencia y, al principio, se vino a Asturias a trabajar, para más tarde marcharse al Pirineo. Del Pirineo a Cuenca y, finalmente, volvió a Asturias, donde se casó y esta vez para quedarse. Autor de «Paseos con mis nietos por Asturias», entre otras de sus muchas obras publicadas y sin publicar, presenta su nuevo libro «Lagos de Asturias», que se podrá conseguir por 24,50 euros con LA NUEVA ESPAÑA a partir de este domingo. Ya se puede reservar en el punto de venta habitual. Consiste en una guía para saber «cómo disfrutar la naturaleza y ver cosas especiales». Antonio Alba Moratilla, que ya firmó un libro titulado «Cascadas de Asturias», detalla en este caso 20 rutas hasta un conjunto de 45 lagos y lagunas, aportando también información en un apéndice final sobre otros 39 destinos.

–¿Quién es Antonio Alba?

–Un hombre al que le gusta la montaña y la naturaleza

–¿Cómo describiría Asturias?

–Asturias es una región muy montañosa, pero a su vez esas montañas han proporcionado en ciertos sitios una cantidad de humedales. No hay grandes lagos, quitando los de Somiedo y los de Covadonga, pero sí hay muchos pequeños lagos y lagunas que están en sitios maravillosos. Entonces se conjuga la belleza de esos humedales con el entorno, su fauna y flora.

–¿Cómo surge la idea de «Lagos de Asturias»?

–Es muy sencillo. Cada vez que voy al monte, esa ruta la describo, la guardo y voy sacando fotos. La inmensa mayoría de lo que tengo publicado es de rutas. Por un lado, intento encontrar otro atractivo, porque rutas de senderismo hay muchas, pero estoy buscando cosas en común de todas ellas.

–¿Qué diferencia a «Lagos de Asturias» de otras guías de rutas?

–Es una guía de cómo disfrutar la naturaleza y ver cosas especiales. Los lagos en sí no tienen otro llamativo que puedan tener en otras regiones de España, pero los nuestros están en unas localizaciones muy bonitas y muy concretas. Me he encontrado con una fauna maravillosa: osos, lobos, buitres…

–De todos los humedales que hay en el Principado, ¿cuál es para usted el más especial?

–Cada uno tiene su historia. Los Lagos de Covadonga son de los más bonitos que hay, pero lo estropeamos nosotros en el sentido de que es muy complicado sacar una foto bonita del lago y disfrutar de él. A mí me gusta estar en la naturaleza solo porque es cuando disfrutas. La primera vez que estuve en Asturias, me fui a los Picos de Europa a caminar y no había nadie; y ahí disfrutas porque ves corzos y rebecos que, hoy en día, con la cantidad de gente que hay, es impensable ver. Los de Degaña e Ibias son muy bonitos también; cuesta llegar a ellos, pero tienen un encanto especial y diferente a los de Somiedo o Covadonga, que son más conocidos.

–¿A qué se refiere con eso de «estar solo»?

–No es estar solo como tal, me refiero a estar solo conmigo mismo y la naturaleza. Siempre suelo ir con dos o tres más, no voy solo, pero estoy conmigo mismo. Para que se entienda, pongo un ejemplo: estás en la ciudad, sentado en un banco, y al cabo de media hora ya no sabes en qué pensar. En cambio, en el monte vas acompañado y estás tres horas y has estado hablando con pensamientos, viendo cosas, recordando; en definitiva, disfrutando de lo que ves. Eso es lo que yo llamo soledad.

–¿Qué nos puede contar sobre las rutas de las que habla en el libro?

–Las rutas están pensadas para conocer los lagos. Normalmente, algunas de ellas son para conocer lagos que la inmensa mayoría de gente no los conoce, otros no quedó más remedio que ponerlos, pero con una ruta diferente a la que suele ir la gente. Quitando la de los Lagos de Covadonga, que no hay otra manera de verlos, en las demás siempre he buscado el poder disfrutar de la naturaleza sin mucha gente. Por ejemplo, para los de Somiedo he hecho una ruta que los ves todos, pero no por donde los suele ver la gente. Eso sí, hay que caminar más.

–¿Qué espera conseguir con esta publicación?

–Quiero que esa gente que vaya disfrute de la naturaleza tanto como me gusta a mí, le guste el entorno y lo sepa conservar. Hay ciertos lagos que merece la pena verlos. Aunque haya que caminar un poco más, pero es otro entorno diferente.

–A parte de esa «soledad» de la que usted habla, ¿cuál es la clave para disfrutar del senderismo?

–Hay que ir seguro, eso fundamental. Eso se traduce en ir bien equipado, tener mucha información de dónde se va a ir e ir acompañado siempre.

–Respecto a cantidad de rescates y accidentes que, por desgracia, hay últimamente, ¿cómo se soluciona ese problema?

–Es un tema que nos preocupa mucho y desde la Federación ya hemos tenido una reunión con el Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA). Yo llevo la estadística de todos los rescates de todos los años. Una de las cosas que más me ha preocupado es saber cómo se originan los accidentes y el por qué: si van solos o acompañados, qué años tienen, qué ruta han hecho, si es un hombre o una mujer… Todo eso parece que no, pero es importante. La inmensa mayoría de gente que está caminando cree que ir al monte es como ir a un jardín y, si lo tienen más bonito, mejor.

–Explíquese.

–El «bonito» hace referencia a que esté vallado y este año ya llevamos tres muertos en vallas, donde se apoyan y se caen. Sobre la reunión con el SESPA, hemos llegado a un acuerdo con ellos sobre el tema de los rescates. Ya hemos pedido una reunión con la consejera y esperemos que nos la dé porque lo que queremos es hacer una campaña de divulgación a través de la prevención. En principio, los sitios clave son los Picos y, sobre todo, el Cares. La ruta del Cares es la más peligrosa que tenemos en Asturias y hay que informar. Tengo fotos de personas que han ido a hacerla en chanclas o con tacón de aguja de diez centímetros.

–¿Qué retos tiene por delante?

–Lo que deseo es transmitir a mis nietos el amor por la naturaleza. ¿Cómo se lo transmito? Pues muchas veces llevándolos conmigo y también dejándolo plasmado en este libro.