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Crítica / Toros

Acento mexicano para la reconquista taurina

Fonseca firma lo más destacado en Benia, la terna sale a hombros y buena corrida de Fermín Bohórquez

Acento mexicano para la reconquista taurina Javier Soto

Con cerca de dos mil espectadores en la plaza de toros portátil instalada, en Benia de Onís, se celebró ayer el único festejo taurino en Asturias desde que se suprimiese la feria de Begoña, en El Bibio de Gijón. Fue una tarde triunfal en la que el rejoneador Andy Cartagena, el matador de toros Isaac Fonseca y el novillero Daniel Medina salieron a hombros acompañados por el mayoral de la ganadería de Fermín Bohórquez, que lidió un buen encierro.

Entre banderas de España, Asturias y Gijón, reclamando el regreso de los toros, el gran triunfador del festejo fue Isaac Fonseca, que hace apenas unos días se convirtió en matador tomando la alternativa en la plaza francesa de Dax. Con una larga cambiada de rodillas saludó a su primer oponente, al que llevó por verónicas y chicuelinas durante el saludo de capote. El animal de Bohórquez recibió una buena puya en el caballo, antes de que Iván García saludase una ovación tras banderillear. Al empresario de Tudanca Toros, Eduardo Martínez, organizador del festejo, y al alcalde de Onís, el socialista José Manuel Abeledo, brindó el diestro mexicano su primer oponente. Inició la faena de muleta con las rodillas en tierra, con la diestra, en una faena de mucha exposición. En los ayudados por alto para cerrar la obra fue volteado, cayendo de malas maneras. Pero Fonseca se repuso y pasaportó a su astado, cortando dos orejas.

Otras dos orejas paseó del quinto, al que saludó por verónicas. El toro muy bien picado antes de un quite por chicuelinas. Esta vez el brindis del diestro mexicano fue al público antes de iniciar faena con pase por alto, pasándose al toro de Bohórquez, muy en el encaste Murube, por la espalda. Mucha suavidad en los pases con la mano izquierda. El cierre por manoletinas y un gran estoconazo le sirvieron para el doble trofeo.

Acento mexicano para la reconquista taurina

Tres orejas paseó, por su parte, Andy Cartagena. En su primero, que salió con muchos pies, lo fue llevando con la grupa, toreando de costado. Las habituales piruetas de sus monturas conectaron rápidamente con el público. Igual que las banderillas al violín. Una oreja. Al cuarto, lo desorejó tras otra intensa faena de mucha conexión con los tendidos y en la que destacó un par a dos manos soltando las bridas del caballo y también con las banderillas cortas.

También a hombros salió el joven novillero vallisoletano Daniel Medina. Paseó una oreja de cada uno de los novillos de Bohórquez. Al primero, dejó buenos naturales ante un utrero muy parado. Con el sexto, al que recibió por verónicas y chicuelinas, comenzó la faena doblándose por abajo con pases ajustados. Muy parado el novillo, que dificultó la labor. Pases de uno en uno que, al menos, le valieron para una oreja después de un pinchazo y estocada tendida.

La tarde histórica de Benia de Onís, con aficionados de toda Asturias y otras partes del país, dejó buen sabor de boca, pero con la esperanza de que el año que viene se recupere la tradicional feria taurina de Begoña, en la plaza de toros de El Bibio. Las reivindicaciones por la libertad estuvieron muy presentes durante todo el triunfal festejo.

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