Asturias aún tendrá que esperar bastante tiempo –ni siquiera Adif se atreve a pronosticar cuánto– para ver completada su conexión ferroviaria a alta velocidad con la Meseta. La variante de Pajares abrirá en mayo de 2023, de eso no hay «ninguna duda» en el Ministerio de Transportes; pero nadie en ese departamento osa aventurar cuándo estará listo el trayecto entre León y La Robla, en el que existen múltiples obstáculos para culminar las obras para acondicionar el trazado para el AVE. De ahí que el Administrador Ferroviario haya tomado una drástica decisión: «desagregar» el proyecto de León-La Robla y tratarlo a partir de ahora como un «tramo independiente», con un firme objetivo, «que no condicione la puesta en servicio de la Variante».
León-La Robla y La Robla-Pola de Lena (variante de Pajares) han avanzado hasta ahora siempre de la mano. De hecho, los cálculos sobre el coste de la variante de Pajares (el último, 3.876 millones de euros) han sido siempre, en realidad, la suma del coste de los dos trayectos. A partir de ahora seguirán caminos distintos. La Variante está «a un paso de convertirse en realidad», mientras que León-La Robla sigue «aún bastante lejos de convertirse en un trayecto de alta velocidad», admitieron fuentes de Adif.
¿Significa eso que no podrán llegar trenes preparados para la alta velocidad a Asturias? Sí podrán, aunque León-La Robla seguirá aún durante un tiempo indeterminado con la consideración de trayecto de ferrocarril convencional, con las limitaciones que ello conlleva; en especial de velocidad, lo que afectará a los tiempos de viaje y hará muy difícil que el trayecto Oviedo-Madrid baje de las tres horas, contra lo que se había anunciado una vez abierta la Variante.
El principal escollo que debe afrontar Adif para completar el AVE a Asturias se sitúa en la localidad de Trobajo del Camino, situada en el municipio de San Andrés del Rabanedo, en el extrarradio de la ciudad de León. Los vecinos, con el respaldo de trece asociaciones vecinales, culturales, de comerciantes, de jubilados y de autónomos de la provincia, exigen el soterramiento de las vías del tren a su paso por la localidad, tal y como el Ministerio prometió en 2002. Y el proyecto se presentó a bombo y platillo en 2004. El viernes, la Plataforma por el soterramiento del ferrocarril en San Andrés retomaba las movilizaciones después de un breve parón veraniego.
La solución al conflicto no es fácil. Adif ha ido variando sus propuestas para San Andrés del Rabanedo a lo largo del tiempo. El proyecto inicial para soterrar las vías en todo el municipio, tras diez años sin avance alguno, fue descartado en 2014, por el Gobierno de Mariano Rajoy, alegando su excesiva coste. Desde entonces Adif ha expuesto varios proyectos; el último, derribar y reconstruir el puente de la avenida Párroco Pablo Diez, en Trobajo del Camino, que incumple la normativa europea de seguridad para línea de alta velocidad. Tiene que tener más altura y mucha más anchura.
Los afectados rechazan de plano esta solución y exigen adaptar el proyecto del soterramiento de 2004 a las circunstancias actuales. Transportes, Adif y el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo buscarán una salida al embrollo el próximo día 7 en el transcurso de una reunión que mantendrán en Madrid. En teoría, el Ministerio presentará allí una propuesta para la integración del ferrocarril en el municipio leonés. El equipo de gobierno, que encabeza la socialista Camino Cabañas, asegura que defiende la misma posición que los vecinos y que solo aceptará un proyecto de integración adecuado para el municipio.
Mientras tanto, Adif compagina en la Variante las obras con las pruebas de circulación, que comenzaron el 20 de septiembre del año pasado. Los ensayos progresan «adecuadamente, conforme a lo previsto y cumpliendo el calendario marcado para la puesta en servicio en 2023», según Adif. Están ya realizadas las auscultaciones geométrica y dinámica de vía, y también se ha realizado la auscultación geométrica parcial de la catenaria. A lo largo de este año se realizarán el resto de las auscultaciones de vía y catenaria previstas, con objeto de verificar sus condiciones geométricas y el correcto comportamiento de sus elementos y sistemas, informó el Administrador Ferroviario.
Posteriormente deberán realizarse las pruebas de control, mando y señalización, integración tren-vía, sistema de telecomunicaciones ferroviarias GSM-R, así como los recorridos de fiabilidad y formación de maquinistas. Una vez superadas todas esas fases, corresponderá a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF) determinar si el tramo está preparado para la circulación comercial por la Variante.
¿Qué ocurre entretanto entre León y La Robla? Que continúan las obras, salvo en San Andrés del Rabanedo, donde todo está parado, y que el inicio de las pruebas de circulación, que Adif había anunciado para este año, se ha aplazado a 2023, según figura en la «Declaración sobre la red» correspondiente a este año. En el documento no aparece la puesta en servicio de León-La Robla en 2023, por lo que la apertura de León-La Robla podría retrasarse hasta 2024. «Todo dependerá de la duración de las pruebas de circulación», explicaron fuentes de Adif.
En cuanto al estado de las obras, ya están listos todos los tramos de plataforma de la línea de alta velocidad León-Asturias. También ha concluido el montaje de vía en todo el recorrido. Asimismo, están adjudicadas las actuaciones necesarias para la puesta en servicio de la Variante y está ejecutada su conexión con la línea Venta de Baños-Gijón, tanto por el lado leonés como por el asturiano.
En el ámbito de las instalaciones, entre las principales actuaciones que desarrolla Adif en la Variante, y cuya finalización se simultaneará con la fase de pruebas, destacan: la electrificación y subsistemas de energía; las instalaciones de protección civil, seguridad y telecomunicaciones; la adecuación de accesos, evacuación e instalaciones de protección y seguridad en los túneles; y la remodelación de la playa de vías, andenes y electrificación de la estación de Pola de Lena. Además, se ultima la solución definitiva para estabilizar el sostenimiento de la ladera junto al puesto de adelantamiento y estacionamiento de trenes (PAET) de Campomanes.
Asturias aún tendrá que esperar bastante tiempo –ni siquiera Adif se atreve a pronosticar cuánto– para ver completada su conexión ferroviaria a alta velocidad con la Meseta. La variante de Pajares abrirá en mayo de 2023, de eso no hay «ninguna duda» en el Ministerio de Transportes; pero nadie en ese departamento osa aventurar cuándo estará listo el trayecto entre León y La Robla, en el que existen múltiples obstáculos para culminar las obras para acondicionar el trazado para el AVE. De ahí que el Administrador Ferroviario haya tomado una drástica decisión: «desagregar» el proyecto de León-La Robla y tratarlo a partir de ahora como un «tramo independiente», con un firme objetivo, «que no condicione la puesta en servicio de la Variante».
León-La Robla y La Robla-Pola de Lena (variante de Pajares) han avanzado hasta ahora siempre de la mano. De hecho, los cálculos sobre el coste de la variante de Pajares (el último, 3.876 millones de euros) han sido siempre, en realidad, la suma del coste de los dos trayectos. A partir de ahora seguirán caminos distintos. La Variante está «a un paso de convertirse en realidad», mientras que León-La Robla sigue «aún bastante lejos de convertirse en un trayecto de alta velocidad», admitieron fuentes de Adif.
¿Significa eso que no podrán llegar trenes preparados para la alta velocidad a Asturias? Sí podrán, aunque León-La Robla seguirá aún durante un tiempo indeterminado con la consideración de trayecto de ferrocarril convencional, con las limitaciones que ello conlleva; en especial de velocidad, lo que afectará a los tiempos de viaje y hará muy difícil que el trayecto Oviedo-Madrid baje de las tres horas, contra lo que se había anunciado una vez abierta la Variante.
El principal escollo que debe afrontar Adif para completar el AVE a Asturias se sitúa en la localidad de Trobajo del Camino, situada en el municipio de San Andrés del Rabanedo, en el extrarradio de la ciudad de León. Los vecinos, con el respaldo de trece asociaciones vecinales, culturales, de comerciantes, de jubilados y de autónomos de la provincia, exigen el soterramiento de las vías del tren a su paso por la localidad, tal y como el Ministerio prometió en 2002. Y el proyecto se presentó a bombo y platillo en 2004. El viernes, la Plataforma por el soterramiento del ferrocarril en San Andrés retomaba las movilizaciones después de un breve parón veraniego.
La solución al conflicto no es fácil. Adif ha ido variando sus propuestas para San Andrés del Rabanedo a lo largo del tiempo. El proyecto inicial para soterrar las vías en todo el municipio, tras diez años sin avance alguno, fue descartado en 2014, por el Gobierno de Mariano Rajoy, alegando su excesiva coste. Desde entonces Adif ha expuesto varios proyectos; el último, derribar y reconstruir el puente de la avenida Párroco Pablo Diez, en Trobajo del Camino, que incumple la normativa europea de seguridad para línea de alta velocidad. Tiene que tener más altura y mucha más anchura.
Los afectados rechazan de plano esta solución y exigen adaptar el proyecto del soterramiento de 2004 a las circunstancias actuales. Transportes, Adif y el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo buscarán una salida al embrollo el próximo día 7 en el transcurso de una reunión que mantendrán en Madrid. En teoría, el Ministerio presentará allí una propuesta para la integración del ferrocarril en el municipio leonés. El equipo de gobierno, que encabeza la socialista Camino Cabañas, asegura que defiende la misma posición que los vecinos y que solo aceptará un proyecto de integración adecuado para el municipio.
Mientras tanto, Adif compagina en la Variante las obras con las pruebas de circulación, que comenzaron el 20 de septiembre del año pasado. Los ensayos progresan «adecuadamente, conforme a lo previsto y cumpliendo el calendario marcado para la puesta en servicio en 2023», según Adif. Están ya realizadas las auscultaciones geométrica y dinámica de vía, y también se ha realizado la auscultación geométrica parcial de la catenaria. A lo largo de este año se realizarán el resto de las auscultaciones de vía y catenaria previstas, con objeto de verificar sus condiciones geométricas y el correcto comportamiento de sus elementos y sistemas, informó el Administrador Ferroviario.
Posteriormente deberán realizarse las pruebas de control, mando y señalización, integración tren-vía, sistema de telecomunicaciones ferroviarias GSM-R, así como los recorridos de fiabilidad y formación de maquinistas. Una vez superadas todas esas fases, corresponderá a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF) determinar si el tramo está preparado para la circulación comercial por la Variante.
¿Qué ocurre entretanto entre León y La Robla? Que continúan las obras, salvo en San Andrés del Rabanedo, donde todo está parado, y que el inicio de las pruebas de circulación, que Adif había anunciado para este año, se ha aplazado a 2023, según figura en la «Declaración sobre la red» correspondiente a este año. En el documento no aparece la puesta en servicio de León-La Robla en 2023, por lo que la apertura de León-La Robla podría retrasarse hasta 2024. «Todo dependerá de la duración de las pruebas de circulación», explicaron fuentes de Adif.
En cuanto al estado de las obras, ya están listos todos los tramos de plataforma de la línea de alta velocidad León-Asturias. También ha concluido el montaje de vía en todo el recorrido. Asimismo, están adjudicadas las actuaciones necesarias para la puesta en servicio de la Variante y está ejecutada su conexión con la línea Venta de Baños-Gijón, tanto por el lado leonés como por el asturiano.
En el ámbito de las instalaciones, entre las principales actuaciones que desarrolla Adif en la Variante, y cuya finalización se simultaneará con la fase de pruebas, destacan: la electrificación y subsistemas de energía; las instalaciones de protección civil, seguridad y telecomunicaciones; la adecuación de accesos, evacuación e instalaciones de protección y seguridad en los túneles; y la remodelación de la playa de vías, andenes y electrificación de la estación de Pola de Lena. Además, se ultima la solución definitiva para estabilizar el sostenimiento de la ladera junto al puesto de adelantamiento y estacionamiento de trenes (PAET) de Campomanes.
