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El primer verano de postal en Asturias

Ángeles de Vera Argüelles, de 78 años, es una animosa piloñesa de Infiesto que vive en Oviedo, donde trabajó toda su vida en el Banesto como secretaria hasta su jubilación. Fue una viajera impenitente por todo el mundo. Dice que "según fuera el saldo que tuviera en la cuenta, así era el viaje que me hacía". Y lo sigue siendo. Cuando llegó la pandemia tenía cuatro viajes pendientes, que tuvo que suspender a su pesar. Ahora ya no, pero durante una época cada viaje iba acompañado de una recolección de postales de ese sitio. Entre esas y las que otros amigos y familiares le mandaban, llegó a reunir una colección de 3.500 postales que acaba de donar al Muséu del Pueblu d’Asturies.

Esta última donación incluye unas 250 postales de Asturias (además de otras muchas del resto de España) y de todos los países que visitó Ángeles de la Vera, que logró entrar en China "cuando casi no se podía" gracias a un viaje de la Asociación de Amistad con el Pueblo Chino y que recuerda Myanmar como uno de sus destinos favoritos. La mayoría son postales fechadas entre los años 60 a 80 y, como singularidad, aparecen 37 que una tía abuela de Ángeles de la Vera le enviaba desde Filipinas, donde residía ya que su bisabuelo, quien formaba parte de la Administración colonial española en el siglo XIX.

A esa donación se unió, este verano, la de la otra colección, propiedad de Agustina García-Cosío Álvarez, de Oviedo, con unas dos mil tarjetas postales de Asturias, España, Europa y América de los años sesenta. De Asturias hay un total de 255 tarjetas.

Estas nuevas incorporaciones engrosan el fondo del Muséu, que ya tiene más de 20.000 postales de todo el siglo XX, entre ellas dos potentes colecciones de dos editores, la casa Alarde, de Oviedo, y Artigot Editores. La colección de Ángeles de la Vera (una selección se muestra en esta página) permite regresar a aquellos veranos del desarrollismo, cuando la costa asturiana empezaba a recibir turistas y a convertirse en destino vacacional. Hoy que ya nadie las envía, ese es uno de los valores de la tarjeta postal, "son documentos estupendos para conocer la realidad y la evolución de los pueblos, ciudades y villas de todo el siglo XX y finales del XIX", indica Juaco López, director del Muséu del Pueblu d’Asturies.

Ribadesella, 1967

Llanes, 1969

Gijón, 1962

Luarca. 1967

Gijón, 1960

Avilés, 1966

Oviedo, 1962

Borizu, Celorio, 1965

Luanco, 1966

Cudillero, 1966

Navia, 1966

Salinas, 1966

Tapia, 1960

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