"Xuanón" vuelve para el Día de Asturias con LA NUEVA ESPAÑA, el periódico en el que nació. Hace 46 años el último de los asturianos rurales de las historietas se presentó en blanco y negro en las páginas enormes del periódico y ahora regresa más joven que entonces, actualizado en las temáticas, el vestuario y los modales.

Adolfo García (Oviedo, 1945), un dibujante que conoce las tres escalas de difusión –regional, nacional e internacional–, mantiene la forma de dibujante y de colorista, como se aprecia en este álbum de 64 páginas, en color, tapa dura y formato grande, que sale a la venta con LA NUEVA ESPAÑA mañana, 8 de septiembre, Día de Asturias, por 9,95 euros.

El Xuanón de la Asturias campesina de cuadra, vacas y varas de hierba vive ahora en el Principado que ya es el paraíso natural, con las casas arregladas como para alojamiento rural. Conserva la boina y el carácter atrabiliario, es de chigre y sidra, de escopeta y jabalí, de pocos curas y guardias, pero se acerca a una fisonomía y una mentalidad del varón asturiano maduro del siglo XXI. Lejos del chaleco y el pantalón de mahón remendado, de la guiá picuda en una mano y el pitu de caldo alquitranándole el bigotón, ahora conduce un cuatro por cuatro, calza botas de monte y viste parka cuando hace mal tiempo.

Su mujer, Maruxina, es más joven, tiene más personalidad y va más curiosa y a la moda que en anteriores representaciones. Juanín, el guaje, es más de hoy, anda sobre monopatín y navega con el ordenador. Hay un perro llamado "Fito" (como el diminutivo de Adolfo) porque el autor es un veterano defensor de los animales de compañía, que siempre convive con un “ciudadano Can” (como el álbum de cromos de LA NUEVA ESPAÑA en los años noventa).

En estas historietas de una página (salvo un cuento que se extiende a cuatro planchas) Xuanón practica y es víctima de un humor de malentendido, cabezonería y garrotazo porque, aunque esté cada año más joven, sigue siendo Xuanón, el más barullero de los vecinos del pueblín de Payés.

Dentro de lo que es el humor gráfico e historietístico asturiano, "Xuanón" retomó la ruralidad donde la dejó Alfonso Iglesias con "Pinón y Telva": un campo costumbrista, elegiaco y anacrónico cuando "lo asturiano" contemporáneo se había mudado a las ciudades y se había enriquecido con la industrialización.

En 1976, cuando apareció "Xuanón", Adolfo García llevaba unos años trabajando personajes del campo para historietas con patrocinio publicitario de chocolates de La Herminia, Pin y el Sueve y de la Caja Rural como "Pin el Suave", que se acompañaba de la vaca "Venancia" y la "Familia Fariñones". "Xuanón" pervivió más y mejor por su dibujo, que seguía una estética muy europea, referenciada en los cómics belgas de "Spirou", y por sus guiones, que estaban hechos a la manera de la última generación de los tebeos barceloneses de la editorial Bruguera, dueña y señora de los tebeos de risa ("Pulgarcito", "Tío Vivo", "Din Dan", "DDT").

Adolfo trabajó para estas dos industrias. Desde 1971 Bruguera publicó sus historias del caco "Pepe Murciélago", y más tarde, las del deportista "Maratón". En la mayor editora de tebeos de entonces, Adolfo era de los jóvenes que continuaban a los maestros Escobar ("Zipi y Zape"), Raf ("Sir Tim O’Theo"), By Vázquez ("Anacleto, agente secreto") e Ibáñez ("Mortadelo y Filemón"). También publicaba sus historietas en revistas nacionales de referencia como "Trinca" y en las alemanas "Primo" e "YPS", desde las que el gánster "Mister Melone" saltó a Francia, Italia y Bélgica.

"Xuanón" siguió semana a semana y se fue recopilando en álbumes que se reeditaron. Se hicieron figuras de cerámica y regresó en 1982 para protagonizar una aventura en el Mundial de Fútbol que tuvo sede en Asturias.