«No sobra un minuto», dijo ayer Adrián Barbón para expresar que su gobierno no da por cerrada la legislatura, aunque resulte imposible despegarse del clima preelectoral que impera en Asturias y España. Restan nueve meses para las elecciones autonómicas, y el Presidente del Principado quiso que su intervención en la Junta en la primera jornada del debate de orientación política tuviese tres objetivos: primero, lanzar compromisos para atraer aliados al Presupuesto (en especial bonificaciones para combatir la despoblación en la zona rural); segundo, dibujar una Asturias inmersa ya en la transformación económica y que, sostuvo, «ya perdió el miedo a la transición ecológica», y tercero, reforzar el mensaje de que ese impulso económico ha de conllevar una agenda social. Barbón no ocultó la advertencia de que vienen tiempos «difíciles y decisivos», y que el «riesgo de recesión» que bordea Europa repercutirá de forma «inevitable» en Asturias.

Enunciando que sigue vigente «el tiempo de la responsabilidad» pese a los retos que ha conllevado esta «excepcional» legislatura, Barbón dio un punto de confianza a «la sociedad asturiana, que ha estado a la altura de cada desafío» para pedir también misma actitud al resto de partidos para aprobar las cuentas del próximo ejercicio. Empezando por él mismo: «Siempre con la mano tendida, dispuesto a gobernar en coalición con la sociedad». «Hay mucho en juego», insistió.

El golpe de efecto fue el anuncio de nuevas ayudas a las familias con hijos en la zona rural. El Principado establecerá un «cheque guardería» de 1.500 euros anuales para el cuidado de menores de 3 años en aquellos concejos en los que no haya escuela para bebés o, de haberla, no se haya conseguido plaza. Además, Barbón anunció que incrementará la cuantía de los «cheques bebé»: pasarán de 1.000 a 1.200 euros por primer hijo, y llegarán a 1.700 para segundos hijos y sucesivos. Como novedad, se establecerá el concepto de «concejos rurales en riesgo de despoblación» para calificar aquellos municipios de menos de 20.000 habitantes y que hayan perdido al menos un 10% de su población en lo que va de siglo, lo que engloba a 53 de los 78 concejos asturianos. En esos municipios, la ayuda por hijos será de 2.200 euros sea cual sea el orden de nacimiento. En todos los casos, solo optarán aquellos núcleos familiares con rentas inferiores a los 45.000 euros anuales.

Datos positivos.

Él mismo reconoció el riesgo de afirmar que Asturias ya no teme la transición ecológica. «Hoy se entiende como una ventana de oportunidad», aseguró y ante la que no cabía resistencia. Apuntaló, tirando de cifras económicas, la tesis de que el Principado ya está en esa senda de transformación. A grosso modo: hay 6.500 afiliados más en la Seguridad Social que en 2019, 6.100 parados menos, las exportaciones industriales batieron récord en 221, el índice de producción industrial asturiano registra el mayor crecimiento del país y se asientan en Asturias más empresas de las que salen de ella. Con todo, Barbón admitió que «nuestra economía arrastra serios problemas estructurales» y «sin un ápice de triunfalismo», resaltó los esfuerzos de su gobierno para favorecer la actividad empresarial (apoyando empresas en dificultades o captando inversiones).

Pensar en verde.

El eje político del discurso se centró en el respaldo a una transición energética justa (recalcando las inversiones para compensar las limitaciones a las emisiones de dióxido de carbono) y la necesidad de gestionar bien los fondos europeos. «Asturias tiene en ejecución 189 millones», señaló Barbón, de los que más del 46% ya han sido cobrados. La apuesta por fomentar la innovación o el impulso a la FP son medidas clave para mejorar el empleo. Pero principalmente la orientación de Asturias deberá ser la de «estar a la vanguardia» con una agenda verde que abogue por «una industria baja en emisiones», una «comunidad sostenible que preserve sus recursos» y sea «un refugio climático» como imán turístico, residencial y empresarial. Los planes en marcha para la gestión de los recursos hídricos o los planes de calidad del aire, así como la racionalización e impulso del transporte público, son también herramientas ineludibles, insistió. Mención especial tuvo el turismo: «Asturias ha sumado más de tres millones de estancias en los siete primeros meses del año», dijo, para insistir en que la entrada en servicio de la Alta Velocidad «multiplicará ese potencial», por lo que el «gran acierto» será «preservar la calidad natural del Principado».

Un acuerdo para Llamaquique y 30 «anuncios».

Barbón consideró que una de sus anuncios estrella del discurso fue el acuerdo con la Universidad adelantado por este periódico para reordenar los estudios en Llamaquique, impulsar un «campus B» en el Cristo, trasladar al edificio de la actual Facultad de Ciencias la sede de la Audiencia Provincial y presupuestar ya por 3,5 millones el derribo del antiguo HUCA. En total, el discurso del Presidente detalló 30 «anuncios» para lo que resta de legislatura.

El medio rural.

Barbón reprochó que las actividades vinculadas al campo sean en ocasiones «cotos para la demagogia» o «espacios reservados para el tacticismo electoral a la caza de votos». Al contrario, vinculó su porvenir con «el nuevo modelo económico, la agenda verde, el desarrollo turístico, la cohesión territorial, el refuerzo del Estado de bienestar y el reto demográfico». Barbón resaltó el impulso a la marca Alimentos del Paraíso, la consignación de 111 millones de fondos Leader, la dotación de la Política Agraria Común o las acciones para mejorar los municipios rurales o superar la brecha digital. «La intención es extender la banda ancha hasta el 100% en 2025 y emplear satélites para atender zonas de especial dificultad», dijo. También se lanzará una campaña de nómadas digitales para atraer teletrabajadores.

Oficialidad: fracaso colectivo.

El Presidente insistió en que el frustrado intento de reforma estatutaria para incluir la oficialidad del asturiano fue un «fracaso colectivo» y una «oportunidad perdida» que solo tendrá solución si hay «una mayoría garantizada en la próxima legislatura» de 27 escaños partidarios de ella. Con todo, Barbón afirmó que «los asturianos tienen hoy más orgullo de pertenencia» y lo vinculó a la «respuesta colectiva a la pandemia». Aprovechó para respaldar la actuación de la Consejería de Cultura, en especial por la financiación de la ampliación del Bellas Artes y por impulsar la reforma de la estación de Valgrande-Pajares.

El Presupuesto en el horizonte.

La última parte de la intervención del Presidente fue un alegato para lograr respaldo a las cuentas de 2023. Tras poner sobre la mesa las medidas para combatir el despoblamiento (con los «cheque-guardería» y «cheque-bebé»), anticipó que reforzará las deducciones fiscales que ya existen, redondeándolas al alza y que rebajará la tributación económica sobre el suelo rústico y las explotaciones agrarias. El mensaje se dirigía en especial a Ciudadanos y Foro, a los que agradeció pasados apoyos a las cuentas. También se refirió a IU como el aliado natural del Ejecutivo. Anunció además la ampliación de la cobertura de la garantía energética para beneficiar a 30.000 familias más (al tramo de renta entre 16.000 y 25.000 euros) así como el aumento del 50% de las ayudas para compra de libros tanto para enseñanza pública como concertada. «Pronúnciense sobre la negociación presupuestaria y las medidas que he puesto sobre la mesa; avancen si darán una oportunidad más al diálogo y juzguen si esas iniciativas son adecuadas para afrontar el desafío demográfico», pidió a los partidos.

La mirada al Suroccidente.

En el Occidente de Asturias se librará una importante batalla electoral. Consciente de ello y del descontento en la zona, Barbón se refirió a las carencias y problemas en las carreteras. «No olvido la muerte de María Luscinda Mon en noviembre del año pasado por un argayo», recordó. Dentro del plan plurianual de inversiones en la zona (80 millones), anticipó el próximo inicio de las obras en tres tramos del corredor del Narcea y la licitación este año de mejoras en la carretera de Grandas de Salime a Puente del Infierno. En este marco también destacó las nueve líneas con taxi lanzadera que conectarán desde el instituto de Navia hasta el hospital de Jarrio. De las 35 rutas que se reforzarán en el medio rural, 15 de ellas están en el Suroccidente.

Sanidad y Educación.

Los servicios públicos, vino a decir Barbón, son el elemento que flaquea en los planteamientos «cuando la derecha se obceca en la reclamación de saldos fiscales». Así, atribuyó a la gestión pasada de la Sanidad el éxito en la pandemia. La ampliación de Cabueñes y la mejora tecnológica son, según barbón «grandes pasos para la sanidad asturiana», si bien reconoció las carencias de personal, las necesidades en atención primaria o la situación de las listas de espera, aunque destacó las mejoras en esta legislatura. En términos similares, resaltando su respuesta en la pandemia, se refirió a la Educación, donde se estabilizarán 1.562 plazas docentes. La dotación de nuevas tecnologías (espoleada por la pandemia) o los retrasos en obras por el encarecimiento de los materiales han sido algunos de los retos en el servicio.

Derechos sociales: la necesidad de vencer el atasco.

El Presidente reconoció las demoras en tramitaciones dentro del área de derechos sociales, «Cuando eso ocurre, como sucedió con las ayudas al alquiler, no cabe más que pedir perdón y seguir empujando», dijo Barbón, quien garantizó que ya se están resolviendo las 1.700 solicitudes del «bono joven» y en octubre se abonarán todos los pagos de las ayudas al alquiler de este año. Se ha reducido de 19 a 8 meses la espera en la dependencia y el salario social.

Apoyo para ganar «la guerra a la burocracia».

Barbón pidió apoyo parlamentario para aprobar en los próximos meses las leyes de Calidad Ambiental y de Empleo Público, que serán continuidad de la ya aprobada de Medidas Administrativas Urgentes. Son los pilares de una «guerra a la burocracia» para lograr una administración «más ágil, eficaz y eficiente». Invitó también a los sindicatos al acuerdo para reducir el porcentaje de empleo temporal en la Administración.

Cinco apuntes sobre un discurso

Invitación a pactar el Presupuesto

Las ayudas a las familias por tener hijos o cuidarlos cuando tienen menos de tres años, así como las ayudas energéticas están condicionadas a que las cuentas de 2023 tengan respaldo parlamentario. 

«Asturias no teme a la transición ecológica»

Fue la frase más lapidaria, que busca enterrar el debate energético._Barbón aseguró que el camino «verde» iniciado era inevitable y no tiene marcha atrás.

Un tono de balance de legislatura

El_Presidente no pudo evitar que el discurso sonase a balance de mandato, con más esmero en destacar logros que en orientar rumbo del Ejecutivo.

Optimismo, con advertencias

Barbón no ocultó que vienen tiempos duros y que la recesión puede llamar a las puertas de Asturias, pero buscó datos para apuntalar la idea de despegue económico.

No faltaron partes en asturiano y eonaviego

Pese a que el PSOE no logró la mayoría necesaria a la oficialidad, Barbón incluyó partes en asturiano y eo-naviego, como suele hacer en sus intervenciones relevantes. 

Lee aquí el discurso íntegro de Adrián Barbón en el debate de orientación política del Principado

A vuelapluma

En su papel

Vicente Montes

Ya en su día el propio_Barbón dijo algo así como que el debate más importante del año era el de Presupuestos y no este de orientación política, porque tenía mucho de escenificación. Cierto es. A los actores les cuesta salir de lo que creen que su público espera de ellos, encasillados en sus papeles._Por ejemplo, consciente de que vienen tiempos severos, el Presidente no pudo evitar armar un discurso de éxitos y optimista, como corresponde a fin de mandato, dejando alguna pequeña pincelada de advertencia. En las valoraciones inmediatas, la oposición poco dedicó a reconocer que pese a todo Asturias goza de indicadores que no inducen al discurso catastrofista._Vamos, que por ahora nadie ha sorprendido ni se ha saltado el guion previsto.