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La jurista de Grado que defiende en Italia los valores de la UE

M.ª Jesús de la Grana, natural de Fuejo y residente en Colonia, concurre con Emma Bonino a las elecciones del día 25

María Jesús de la Grana, tomando un culín de sidra, este verano en su casa familiar de Fuejo. | M. J. G.

Nació en el pequeño pueblo de Fuejo, en Grado, muy cerca de la frontera con Salas. En la villa moscona estudió hasta la Secundaria y luego se fue a Oviedo, en cuya Universidad se licenció en Derecho. Con 25 años viajó a Roma donde se doctoró en Derecho administrativo en La Sapienza y cursó en la capital italiana –de donde es su marido– dos másteres. Tras 22 años allí se trasladó a Inglaterra. Ahora reside en Colonia (Alemania) con su esposo, mientras que su hijo pequeño es universitario en Maastricht (Países Bajos) y el mayor se graduó en Bath (Reino Unido).

El cartel electoral.

Con tanta diversidad y riqueza territorial en su vida no es de extrañar que la asturiana María Jesús de la Grana González –tiene la doble nacionalidad italiana y alemana– sea una europeísta convencida, lo que le ha hecho integrarse en las listas del partido +Europa que lidera Emma Bonino y que concurre a las elecciones generales en Italia el 25 de septiembre. «Siempre tuve un interés personal en la política por mis estudios jurídicos. Hace dos años que entré en +Europa cuando comencé a percibir, aquí en Alemania, cierto antieuropeísmo, algo que creo que hay que combatir desde las ideas. Por mi experiencia de vida me considero, me siento una ciudadana europea», explica de la Grana a LA NUEVA ESPAÑA vía telefónica.

En Colonia está inmersa estos días en la campaña electoral. Al parlamento italiano pretende acceder por la denominada circunscripción extranjera europea: «Son escaños reservados a los italianos que viven fuera del país, en todo el continente, no solo en territorio de la UE, además de en Rusia y Turquía». Tan solo en su tierra de origen, Asturias, tiene unos 2.000 potenciales votantes a los que, por supuesto, está dispuesta a convencer: «Mi partido está dentro de una coalición liberal en materia económica y de derechos civiles. Somos sobre todo europeístas convencidos», explica.

Será el 25 de septiembre cuando la jurista sabrá si accede al parlamento italiano junto a Bonino, que en 1998 logró el premio «Príncipe de Asturias» de Cooperación Internacional que recogió en Oviedo. Para votar, los residentes fuera de Italia tienen que darse prisa: «Desde el 5 de septiembre han recibido ya la documentación con el sobre con el franqueo pagado donde deben incluir la papeleta con el voto. Deben poner una x en el partido elegido y también en su candidato. Yo figuro como De la Grana González». Son válidos los votos recibidos por los Consulados antes de las 16 horas del 22 de septiembre.

Asume la asturiana el «desencanto» político en general y, en concreto, con la UE que de un tiempo a esta parte se percibe en la sociedad. «Pero también entiendo que en países democráticos los ciudadanos deben expresarse a través de las urnas. Tengo fe en la concienciación de la gente en que para ser ciudadanos, no vasallos, hay que votar». Es Italia un país famosos por vivir la política de manera intensa, apasionada. «Aquí vas al café y acabas hablando de política con el de al lado», explica De la Grana. «No obstante se vive un momento delicado con el ascenso de partidos soberanistas, populistas en los que incluyo al de Salvini, Georgia Meloni o Berlusconi, que apelan al discurso fácil, sin análisis». Esto es, explica, «que cuando algo no funciona en Italia, es culpa de la UE. Pero ahora bien, cuando tenemos un problema, recurrimos ala UE. Por poner ejemplos, qué hubiera sido de Italia, de España, a la hora de afrontar la vacunación contra el covid».

Pase lo que pase el día 25 –su idea es celebrar la ansiada victoria con sidra que tiene a buen recaudo en su hogar en Colonia–, María Jesús de la Grana prevé visitar Fuejo la próxima Navidad, como suele hacer, además de en verano, para estar con su familia. Este verano celebró incluso en el pueblo sus 30 años de matrimonio y hasta el pueblo asturiano atrajo a amigos de Colonia y Roma para la fiesta. «Yo llevo Asturias allá donde voy, y me gusta que los que son de Colonia, de Roma o de otras partes traigan a Asturias una parte de su territorio. Eso es Europa, integración e intercambio».

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