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Un "kamikaze" causa la muerte en El Caleyo de un padre de familia que iba a trabajar

El accidente, en la autovía de Oviedo a Mieres, deja cuatro heridos, con los dos ocupantes del coche que iba en sentido contrario en estado grave | "De día quizá habría esquivado al kamikaze", afirman los amigos del fallecido

Los servicios de emergencia en lugar del accidente. El el círculo, Juan José Fernández Jiménez. SEPA / LNE

Un conductor "kamikaze" que circuló durante cinco kilómetros en sentido contrario por la Autovía de La Plata (A-66) terminó desatando, a las 6,45 horas de este miércoles, un auténtico desastre a la altura del Alto del Caleyo, en Ribera de Arriba, donde colisionó contra un coche que circulaba correctamente y que en ese momento estaba adelantando a un camión. El brutal accidente costó la vida al conductor que iba de forma adecuada, Juan José Fernández Jiménez, Juanjo, un vecino de Mieres de 40 años, casado y padre de dos niños de ocho y tres años, que se dirigía a trabajar en el servicio de obras del Ayuntamiento de Grado, donde tenía que entrar a las siete y media de la mañana.

Los ocupantes del vehículo que circulaba en sentido contrario, un joven de 29 años y otro de 28 (cuya identidad se corresponde con las iniciales J. M. A. M.) resultaron con lesiones graves y fueron trasladados al HUCA, donde uno de ellos fue intervenido el mismo miércoles por la mañana y el otro quedó ingresado en la UVI, en estado menos preocupante de lo que parecía al principio.

Aparte de los dos vehículos que impactaron frontalmente, y que quedaron tan destrozados que era casi imposible identificarlos, resultaron alcanzados el anteriormente citado camión, con daños leves, y otros dos turismos que iban detrás. Hay otros dos heridos más, de carácter leve, el conductor del camión y el de otro de los vehículos implicados: J. L. G. R., de 29 años, con lesiones por cristales en un ojo y cortes en manos y en cara, y C. C. M., de 45 años, que sufrió un ataque de ansiedad, impactado por el brutal accidente que acababa de contemplar.

Los heridos más graves fueron evacuados cada uno de ellos por los equipos médicos de las dos UVI’s móviles movilizadas al accidente, la de Oviedo y la de Langreo. Tanto el fallecido como uno de los dos heridos graves tuvieron que ser excarcelados de los vehículos en los que viajaban por efectivos de bomberos. Hasta el lugar se desplazaron Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) con base en los parques de Mieres y La Morgal, junto al jefe de zona centro, y también una dotación de Bomberos del Servicio de Extinción y Salvamento de Oviedo.

Los primeros en llegar fueron los bomberos desplazados desde el parque de Mieres. La dotación excarceló a uno de los jóvenes. El otro había salido, con ayuda del equipo médico de una de las UVI’s. Tras recibir la correspondiente autorización se excarceló al conductor fallecido del otro turismo. Los heridos leves fueron desviados por la Guardia Civil para ser atendidos por los sanitarios a la carretera nacional (N-630).

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EN IMÁGENES: Así fue el accidente con un fallecido y varios heridos en Ribera de Arriba SEPA

El Centro de Coordinación de Emergencias del 112 Asturias recibió varias llamadas, la primera a las 6.34 horas. Y es que varios conductores se habían cruzado con el coche que circulaba en sentido contrario. Las siguientes llamadas, a las 6.45, ya avisaban de que había colisionado contra otro coche y había personas heridas y atrapadas. Estos avisos tempranos permitieron un rápido despliegue de los servicios de emergencias, los Bomberos del SEPA y la Guardia Civil.

La Sala 112 del SEPA movilizó a Bomberos del SEPA de Mieres y La Morgal junto al Jefe de Zona Centro. Además, al tratarse de una zona limítrofe se informó a bomberos de Oviedo que también envió medios. Paralelamente se pasó el aviso al SAMU que activó los equipos médicos de las UVI de Oviedo y Langreo y las ambulancias de soporte vital básico de Oviedo y Llanera.

Ocho patrullas policiales

El accidente también se puso en conocimiento de la Guardia Civil de Tráfico, que movilizó hasta siete patrullas, más una octava de Seguridad Ciudadana del puesto de Riosa, y se hizo cargo de los trámites para proceder al levantamiento del cadáver. Los agentes cortaron la autopista, desviando la circulación por la N-630 y la AS-I, durante toda la intervención, que duró más de tres horas. Además, se comunicó lo sucedido a los responsables de mantenimiento de la vía, con el fin de sanear los numerosos restos que quedaron sobre la calzada.

El coche siempre fue por el carril izquierdo y a una velocidad no muy elevada

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A primera hora de la tarde de este miércoles, los agentes de la Guardia Civil que investigan lo ocurrido no habían podido hablar todavía con los ocupantes del vehículo que circulaba en sentido contrario, dada la gravedad de sus lesiones, aunque estaba previsto que fuesen interrogados a la mayor brevedad con el fin de aclarar un accidente inexplicable.

Todo apunta a que el conductor pudo entrar en sentido contrario en la autopista a través de la glorieta de la plaza de Castilla, en Oviedo, y que luego circuló más de cinco kilómetros en sentido contrario, hasta que se produjo el impacto a la altura del Alto del Caleyo.

Durante ese tiempo, unos cinco minutos, fue por el carril izquierdo establecido para circular hacia a Oviedo, aunque lo hizo en sentido a Mieres, lo que quizá indique que el conductor pensaba que se encontraba en una carretera de doble carril. Dado el tiempo utilizado para cubrir la distancia, posiblemente no fuese a una velocidad muy elevada. Ahora la Guardia Civil debe dilucidar si se trató de un despiste, de un error o si accedió conscientemente a la autopista en sentido contrario.

Para encontrar una tragedia similar a la de este miércoles hay que retrotraerse a julio de 2019, cuando un valdesano condujo 60 kilómetros por la Autovía del Cantábrico y se estrelló contra el vehículo en el que viajaba el empresario avilesino José Luis Vigil y su esposa. Ambos resultaron heridos graves, mientras que el conductor "kamikaze", de 52 años, resultó muerto.

El cadáver de Juan José Fernández Jiménez fue trasladado al tanatorio de Mieres, donde ayer quedó instalada la capilla ardiente. El funeral se celebrará este jueves a las cinco de la tarde, en la iglesia parroquial de Santa Catalina de Lavares, en Santo Adriano. Posteriormente, recibirá cristiana sepultura en el cementerio parroquial.

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