La agonía de la marca Unidas Podemos establece un fin de ciclo en la izquierda del PSOE. La conjunción de Podemos e Izquierda Unida, que tuvo aires de fusión en el ámbito nacional, nunca cuajó en Asturias, donde ambas formaciones mantuvieron claras sus diferencias y, salvo en Avilés o Langreo y otros concejos pequeños, concurrieron por separado en las citas electorales. Ahora, las direcciones nacionales de ambos partidos prácticamente dan por liquidada la designación de Unidas Podemos, recomiendan listas conjuntas, pero sin tampoco mucho entusiasmo y permitirán incluso que cada territorio explore su propia marca electoral. De fondo, la incertidumbre sobre cómo adoptarán las dos organizaciones la propuesta de "Sumar" de Yolanda Díaz, que no se verá en las elecciones autonómicas y locales y que aún está sujeto a gran indefinición.
Aunque los dirigentes de ambos partidos reafirmaron ayer su voluntad de concurrir juntos a los comicios autonómicos, indicaron que "no será obligatorio" utilizar la marca Unidas Podemos. Incluso, ambos partidos podrían concurrir con la fórmula clásica de utilizar sus siglas coaligadas, e incluso emplear denominaciones con referencias a los territorios. El portavoz del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, aseguró no obstante que no hay por ahora decisiones tomadas.
En todo caso, ninguno de esos escenarios es previsible en Asturias, donde Podemos e Izquierda Unida no formaron coalición ni cuando sí ocurría en el resto del país. Las declaraciones de ambos líderes se producen después de que trascendiera que las direcciones de ambos partidos mantuvieron el pasado mes de junio una reunión para decidir cómo abordar las próximas citas electorales.
En ambos partidos hay quienes consideran que la denominación está liquidada, otros creen que arrastra un fuerte desgaste y, también, quienes aseguran que sin la bandera de Yolanda Díaz será difícil empastar los intereses de ambas formaciones, como ocurre en Asturias.