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Los infartos originan más de un tercio de los ingresos en las plantas de cardiología

El deficiente control de las patologías cardiovasculares puede explicar el aumento de mortalidad posterior a la pandemia, apuntan los expertos

Los cardiólogos Jesús de la Hera, a la derecha, y Sergio Hevia, durante la presentación de los datos. | LNE

Los infartos de miocardio son la causa del 36 por ciento de los ingresos en las áreas de cardiología de los hospitales públicos asturianos. Este dato figura en un estudio presentado ayer en Oviedo, con motivo del Día Mundial del Corazón. Promovido por la Sociedad Asturiana de Cardiología, y difundido por cuatro sociedades científicas de la región, el informe analiza el perfil de las personas que ingresan en los servicios de cardiología de los cinco principales hospitales públicos asturianos. Una primera conclusión relevante y que impone una tarea: "Los pacientes diabéticos que llegan a las plantas de cardiología presentan un control inadecuado de su riesgo cardiovascular".

El grupo de trabajo que ha llevado a cabo la investigación está integrado por cardiólogos y médicos de Atención Primaria. En su trabajo de campo han recogido datos de 1.073 pacientes con un ingreso de al menos cuatro días, en tres meses consecutivos de 2019. La edad media de todo el colectivo estudiado era de 70,7 años. Los varones eran amplia mayoría: 65 por ciento frente a un 35 por ciento de mujeres.

Entre los motivos de ingreso figuran tres causas fundamentales: infarto de miocardio, 36 por ciento; insuficiencia cardiaca, 22 por ciento; arritmias, 13 por ciento de las hospitalizaciones.

"El 30 por ciento tenían diabetes diagnosticada", explicaron los cardiólogos Jesús de la Hera y Sergio Hevia. Los pacientes diabéticos son más mayores: 72,7 años de media frente los 69,9 años de los no diabéticos; con menos porcentaje de mujeres (32,9 por ciento frente a 36 por ciento); y con más problemas asociados como hipertensión (82,8 por ciento frente 56 por ciento), hipercolesterolemia (66,6 por ciento frente a 44,3% por ciento) o enfermedad coronaria previa (38, por ciento frente a 22,5 por ciento) respecto a los no diabéticos.

"Debe destacarse que, ya antes del ingreso, el 75 por ciento de los diabéticos estaban en la denominada categoría de muy alto riesgo cardiovascular y que el control previo era subóptimo", indicaron los doctores Hevia y De la Hera. Dentro de este grupo de enfermos, sólo el 25 por ciento presentaba un control adecuado de la glucemia y sólo el 54 por ciento arrojó unos niveles de colesterol "razonables". Por otra parte, "la tasa de obesidad era del 17 por ciento y el porcentaje de uso de algunos fármacos, como estatinas (para bajar el colesterol) y nuevos fármacos antidiabéticos, es más bajo de lo recomendable para este grupo de pacientes de riesgo".

Los expertos agregaron que España tiene un exceso de mortalidad tras la pandemia de covid superior en un 15 por ciento al registrado antes de la llegada del coronavirus (promedio del periodo 2016-2019). Esa diferencia entre el antes y el después es de las más elevadas de Europa. "Este es el dato crudo y todavía no se sabe cuál es la razón última de este aumento. Sabemos que las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de mortalidad y que el control de las mismas en su fase crónica y ambulatoria se redujo durante los años de pandemia", indicaron Jesús de la Hera y Sergio Hevia. Y apostillaron: "Se desconoce si esto ha influido en los resultados comunicados por ‘Eurostat’, pero en cualquier caso nos deja un dato que obliga a replantear y mejorar nuestra atención".

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