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Miles de asturianos pueden exigir por ley soluciones para sus esperas médicas

La norma vigente establece demoras máximas de 60 días para pruebas y algunos tipos de consulta, y de 180 días para cirugía cardiaca o prótesis

Carolina Darias. EP

Miles de asturianos, en una cuantía difícil de determinar, están en condiciones de reclamar al Principado que les ofrezca una opción alternativa para las consultas, pruebas diagnósticas o intervenciones quirúrgicas que tienen pendientes desde hace meses. Un decreto que está en vigor desde 2018 garantiza unos tiempos máximos de acceso a las prestaciones sanitarias. Habla de 60 días para consultas y exploraciones de determinadas especialidades, y de 180 días para algunos tipos de cirugías.

Tres plazos máximos. La citada norma fija tres plazos máximos. Por una parte, 60 días (dos meses) para colonoscopias, mamografías, ecografías, tacs y resonancias. También 60 días para consultas de ginecología, oftalmología, traumatología, dermatología, otorrino, neurología, cirugía general, urología, aparato digestivo y cardiología. Y 180 días (seis meses) para intervenciones de cirugía cardiaca (valvular y coronaria), operaciones de cataratas, histerectomías e implantes de prótesis de cadera y rodilla.

Cirugías de corazón, cadera y rodilla. La realidad es que, en estos momentos, esos plazos máximos están ampliamente superados en la sanidad pública regional. Con datos de finales de agosto, están pendientes de una intervención quirúrgica 23.489 asturianos, con una demora media de 103 días. En cirugía cardiaca, 105 acumulan una demora de 181 días o más. En cataratas, 56 pacientes rebasan los 180 días. En prótesis de rodilla son 359; y en prótesis de cadera, 286. En histerectomías, hay 22 enfermos con esperas superiores a seis meses.

Millares de consultas. En lo que concierne a consultas con el especialista, de las cifras oficiales se hace muy difícil inferir cuántos pacientes pueden tener excedido el periodo máximo de espera. Cabe hacerse una idea a partir de los datos de pacientes en espera de primeras citas en tres especialidades: 16.498 en dermatología, 16.276 en oftalmología y 14.043 en traumatología. Las demoras medias en estas tres disciplinas son, respectivamente, de 89, 107 y 92 días. De donde resulta fácil deducir que el número de enfermos con una espera superior a 60 días se cuenta por millares.

Resonancias, ecografías y TAC. Algo similar cabe pensar de lo que sucede con las pruebas diagnósticas. En la red pública, la demora media para una resonancia magnética es de 164 días, con un total de 16.660 pacientes pendientes de una exploración. Para una ecografía y un TAC, la espera es de casi 100 días, con 20.880 enfermos en lista en el caso de las ecografías y 6.302 para los TAC.

Tres pasos. ¿Qué han de hacer los usuarios que vean que sus esperas excede los máximos legales establecidos? Los pasos necesarios son tres. A) El primer trámite consiste en dirigirse al Servicio de Atención al Ciudadano de su área sanitaria y solicitar un certificado en el que conste su situación en lista de espera. B) El segundo es, con este documento, reclamar la garantía de tiempo máximo de acceso al Servicio de Salud (Sespa) que establece el decreto vigente. C) Y, por último, en ese momento, al paciente se le ofertará el centro, con preferencia en el propio o proponiéndole varias opciones, teniendo en cuenta circunstancias como la cercanía o sus propias preferencias.

Barbón defiende los datos. En lo que se refiere al debate político sobre las listas de espera, el portavoz de Foro en la Junta, Adrián Pumares, trató ayer de atraer al presidente del Principado hacia una «gran reforma del servicio de salud» con «mejor planificación, más recursos y mejores las condiciones sanitarias para nuestros profesionales». El diputado orientó por ahí su pregunta a Adrián Barbón sobre la inflación de las listas de espera sanitarias. El jefe del Ejecutivo indicó que los datos de Asturias son «mejores que la media nacional y que en la mayor parte de las regiones», si bien admitió que constituyen «un problema sobre el que podemos actuar». Barbón presumió de la transparencia de su Gobierno: «Hay comunidades autónomas, como la nuestra, en la que desde la primera consulta se pasa a formar parte de la lista, y otras que no incluyen a los pacientes hasta que los ve el anestesista».

¿Y si fueran médicos norteamericanos? En cuanto a la contratación de médicos latinoamericanos sin título de especialista por vía MIR, Pumares expuso su «preocupación». Sin embargo, el presidente regional manifestó cierta sorpresa a la vista de que «parece que preocupa la definición de la persona como latinoamericana». La visión cambiaría, argumenta, «si fueran norteamericanos».

Recursos para Atención Primaria. A nivel nacional, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, declaró ayer que el Gobierno de España está movilizando más de 446 millones de euros del Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023. Según Darias, ya se está trabajando en la actualización del programa formativo de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria y de los requisitos de acreditación de las unidades docentes, con el fin de aumentar el tiempo de formación en los centros de salud y adaptar los requisitos de acreditación a las necesidades de formación. Asimismo, Darias señaló que su departamento trabaja en el desarrollo de «acciones que garanticen la cobertura de plazas en zonas rurales a través de medidas incentivadoras».

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