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Me quedo en el pueblo

La vida se amasa en Gamones

Begoña Mayo combina su trabajo en un colegio, con la elaboración de alfiladas, que lleva al mercado de La Paradiella, en Cadavedo. "Las elaboro como me enseñó mi abuela", explica esta valdesana que triunfa en redes con su blog de recetas "El sabor de Occidente"

Begoña Mayo, a la puerta de su casa en Gamones, con las alfiladas. Ana Paz Paredes

Begoña Mayo Menéndez es una mujer orgullosa de sus raíces y del pueblo en el que vive: Gamones, en el concejo de Valdés y en el que nació. "Yo siempre quise vivir aquí, jamás imaginé vivir en una ciudad y, de hecho, nunca lo hice. Y si podía ser vivir en mi pueblo, mejor que mejor", afirma esta valdesana, la cuarta de seis hijos de un matrimonio cuyo padre trabajaba en una fábrica, en Canero, mientras que su madre ejercía de ganadera al tiempo que cosía para un sastrería de la zona. Sin embargo, esta mujer no sería su continuadora al frente de la misma, como ella misma explica.

Begoña Mayo, en su cocina, muestra parte de las alfiladas que elabora. Ana Paz Paredes

"Cuando finalicé mis estudios ya me puse a trabajar con 17 años en diferentes sectores, desde la hostelería hasta limpiando casas, hasta que empecé a trabajar en el colegio de La Caridad, en El Franco, como cocinera ayudante desde los años ochenta. Y allí sigo", afirma Begoña, para quien no hay nada más gratificante que volver a su casa, en Gamones, ubicada en un alto con unas vistas del entorno espectaculares, y o bien darse una vuelta por un sendero que lleva hasta un bosque, o bien ponerse a elaborar un producto muy tradicional y de gran arraigo en el occidente asturiano, las alfiladas, siguiendo la receta de su abuela, que era una gran cocinera.

Begoña Mayo posa en el exterior de su casa, en Gamones (Valdés) Ana Paz Paredes

"Éramos seis hermanos y siempre nos estaba haciendo alfiladas, rosquillas, rapa, con lo que tenía a mano. Aprendí mucho de ella y me enganchó tanto que en cuanto pude empecé a elaborar mis propias alfiladas, aunque mejorando un poco la receta. No quise perder la tradición porque así también se mantiene viva la memoria de lo nuestro. Esta receta, repito, era de mi abuela", explica ella, que, tras hacer las primeras, ya tuvo un gran éxito.

Begoña Mayo parte en dos una alfilada para mostrar el interior. Ana Paz Paredes

"Eran para la familia, los amigos, y gustaron tanto que decidí meterme a fondo con ellas", añade esta valdesana que, además y desde 2012, triunfa en las redes sociales con "El sabor del Occidente", que es como, a su vez, se conoce su producto cuando lo pone a la venta en Cadavedo. "Ofrezco en mi blog recetas sobre todo de postres y dulces, pero también otras elaboraciones", matiza al tiempo que destaca que, en su zona, cuenta con una buena conexión a internet, con fibra óptica.

Begoña Mayo en otro rincón junto a su casa, en Gamones, con el espectacular paisaje que lo rodea. Ana Paz Paredes

Hacer sus ya famosas alfiladas, siguiendo la receta familiar, no es nada fácil, pero para Begoña Mayo es, a su vez, un incentivo muy importante. "Estoy muy orgullosa de hacerlas, forma parte de mi vida y es una forma de mantener la tradición. Yo soy de las que creen que se puede vivir en el medio rural. Totalmente", explica ella, que es miembro de la asociación La Paradiella, que cada segundo sábado de mes, como el próximo día 8, organiza en Cadavedo un mercado de artesanos donde ella acude a vender sus alfiladas.

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