El consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, quiso quitar hierro hoy a los cambios que se barajan para la normativa de la pesca del salmón de la próxima temporada, para la que el Principado plantea poner por primer vez cupos por ríos, reducir de tres a dos los salmones que puede pescar con muerte un pescador durante una temporada y controlar el acceso a las zonas libres en fines de semana, entre otras medidas.
"La variación son matices, pequeños, pero en una situación de que la población de salmón se mantiene o se reduce, son un poquito más restrictivos. Escucharemos a todo el sector en el próximo consejo de la pesca, se trata de hacer las cosas pudiendo medirlas y avanzar", matizó Calvo, para quien "el ejemplo del Narcea-Nalón es destacado de lo que se puede hacer en toda Asturias", en referencia a las iniciativas en esa zona para la repoblación y promoviendo la pesca sin muerte.
"Cada año que se revisa la normativa, se establece la misma disyuntiva. Nosotros queremos hacer un trabajo exhaustivo que iniciamos en la cuenca del Narcea-Nalón, ver lo que ocurre y de qué manera actuar sobre el río, ver las poblaciones de peces y ver el recurso que podemos poner a disposición de los pescadores", manifestó el consejero de Medio Rural, que quiso especificar además que "la mayoría de las sociedades de pescadores está trabajando con nosotros en esa línea".
Las nuevas medidas restrictivas que quiere plantear en el Principado generan debate entre los pescadores. Hay quienes las consideran oportunas como forma de adelantarse ante el riesgo de que el Gobierno central pueda acabar declarando al salmón especie protegida, como el lobo; hay quienes ven un excesivo ánimo prohibicionista en el ejecutivo autonómico; y hay también quienes las consideran insuficientes y estiman que el Principado debiera ir más allá en las limitaciones para tratar de recuperar la población salmonera.
Dos millones de ayudas para el lobo
Calvo también se refirió a la situación del lobo y el conflicto existente con las explotaciones ganaderas en los lugares donde hay actividad del cánido salvaje. "No hemos parado el pago de daños nunca y trabajamos con normalidad en la aplicación de nuestro plan de gestión. Adicionalmente, una vez aprobada la estrategia nacional (de conservación de la especie ahora protegida) con un anexo para poder realizar extracciones, estamos trabajando en un nuevo programa de control de la población con las dificultades que nos da la catalogación (como especie protegida)", aclaró Calvo, quien cuantificó la cantidad que le corresponde al Principado de las ayudas estatales para prevención y compensación de daños incluidas en la nueva estrategia nacional de conservación del lobo. "De ayudas nos corresponden dos millones de euros. Los ganaderos no quieren hablar de dinero pero implantaremos nuevas medidas de prevención y revisaremos los baremos de daños al alza", avanzó el Consejero.
