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Las zonas libres de pesca de salmón, en entredicho: "Solo Asturias las mantiene"

El autor del estudio que avala las limitaciones que plantea el Principado advierte que "el 80% de ejemplares se sacrifican en esos tramos" | "Si se pone un cupo por río, lo demás sobra", critica "Las Mestas del Narcea"

El debate está servido, y en plato caliente. Las limitaciones a la pesca del salmón planteadas por el Principado, que llegarán el próximo jueves al Consejo de Pesca Fluvial, han encendido todas las sensibilidades que, con numerosos matices variopintos, han formado dos frentes de cara a posicionarse. Y en el ojo del huracán, las zonas libres de pesca, no sujetas hasta ahora a las limitaciones y el pago que requieren los cotos pero que el Principado quiere restringir de cara a la próxima temporada, controlando accesos y asignándolas por sorteo.

Mientras cinco asociaciones de pescadores –entre ellas, dos de gran tamaño: "Las Mestas del Narcea" y "El Esmerillón del Sella"– han puesto el grito del cielo ante esta medida, que entienden que supone establecer un "todo cotos" que impedirá a muchos pescadores acudir al río "más de uno o dos días", Esteban Lázaro Álvarez Romero, investigador que ha realizado el análisis en el que se sustenta la propuesta del Principado, defiende la pertinencia de poner coto a las zonas libres de pesca de salmón.

"Asturias es el único sitio donde se mantienen zonas libres. Se han quitado en otras regiones porque hay que hacer un reparto justo y equitativo de los recursos; no que vayas a las zonas libres y que estén los mismos en cuadrillas repartiéndose el terreno, que queda imposible para la gente que viene de fuera. Es decir, hacer un reparto equilibrado del recurso, que es el salmón", afirma Álvarez Romero, ingeniero de montes con una larga trayectoria de investigaciones sobre el salmón en los ríos cantábricos. "El 80% de los peces se están sacrificando en esas zonas libres, donde la extracción de ejemplares es muy alta, pese a que hay muchos más kilómetros de tramos acotados. Es decir, el esfuerzo de pesca en esas zonas es enorme", agrega.

El experto, que recibió el encargo por parte del grupo de desarrollo rural del Bajo Nalón de realizar el estudio que a la postre ha derivado en el paquete de limitaciones propuesto por el Principado, celebra que "este año la Administración es más valiente" a la hora de poner nuevas normas a la temporada salmonera. "Además, se han sumado colectivos de pescadores a la propuesta, algo importante. Y eso es porque han visto las orejas al lobo, han visto los resultados de capturas. Por ejemplo, la Real Sociedad Asturiana de Pesca, antes reticente, ahora está de acuerdo con esta línea", añade.

Álvarez Romero comprende que las limitaciones levanten ampollas entre algunos pescadores. "Las medidas están propuestas en base a una serie de cuestiones, no es nada subjetivo. Pero hay que ponerse cada uno en su sitio: los pescadores quieren pescar y todo lo que sea reducir las oportunidades de ir al río les va a sentar mal, es entendible. Pero desde otro punto de vista, los gestores del salmón tienen que saber que deben gestionar la especie y el río. Eso es lo primero. Luego viene, si acaso, repartir el recurso entre los pescadores; pero sin recurso, no hay nada que repartir", señala. El investigador no tiene dudas de que "la especie está en declive" y aclara que, en cualquier caso, "las medidas restrictivas irán acorde a cómo evolucione su densidad". A lo que agrega: "¿A qué punto quieren llegar algunos pescadores? ¿A que se vede el salmón por completo? El problema es que se catalogue como especie protegida. Eso es cuestión del Ministerio, y ya lo hizo con el lobo". Asimismo, deja claro que "no estamos en contra de la pesca; todo lo contrario, es una herramienta de gestión, es un recurso en zonas rurales que hay que aprovechar, y mucho mejor".

"Se están echando encima al mundo rural"

Sin embargo, desde las cinco asociaciones de pescadores que se han unido contra la propuesta de limitaciones aportan otros argumentos. "Las Mestas del Narcea", una de las más proclives a la utilización de salmones capturados para la repoblación, está entre ellas. "Apoyo el acceso limitado al río porque no se puede mantener la presión de pesca como la que hubo en el Narcea-Nalón la última temporada. Pero que se generen las cañas suficientes para que la gente de fuera pueda venir tres o cuatro días a pescar, pero los de aquí también puedan aprovechar más días. ¿Por qué hay que hacer este ‘todo cotos’ a prisa y corriendo? Vamos a hacerlo bien. Este ‘todo cotos’ es una aberración tan grande que habrá que cambiarlo al año siguiente. La mayoría estamos dispuestos a renunciar a días de pesca, pero pasar de pescar 24 días en una temporada a pescar solo uno, es demasiado", afirma Enrique Berrocal, presidente del colectivo. "No ves que controlen depredadores del salmón, no hacen nada en los ríos, solo quitan al pescador", agrega.

Berrocal asume que poner un cupo total al río o al conjunto de sus tramos libres es positivo, pero no tiene sentido la restricción planteada de acceso a las zonas libres o su eliminación. "Si se toman medidas para proteger al salmón; adelante, vamos con ello. Pero decidir quién, cómo y cuándo se pesca el salmón, eso ya es más complicado. Esto que plantean tiene tantas imprecisiones y tantas dudas... Si ponen un cupo total a la zona libre o al río, todo lo demás sobra. Porque en cuanto se cumple, hay que dejar de pescar con muerte y punto. Estamos dispuestos a colaborar con la Administración, siempre lo hemos estado; y asumir el cupo que fijen sus técnicos para el Narcea. Pero que lo pongan sus técnicos, no personas ajenas", expresa Berrocal, quien cree que los dirigentes políticos "se están echando encima a los pescadores, a los cazadores y al mundo rural; y hay elecciones cerca. Que se lo piensen mejor", sentencia.

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