Representantes de Vox en Cantabria, Asturias y Castilla y León pidieron ayer a sus respectivos gobiernos autonómicos que "no se cambien de chaqueta" para defender ante el Ejecutivo central lo mismo que en sus comunidades, que el lobo sea sacado de la lista del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). Defienden que si realmente se quiere proteger al lobo, se haga mediante un plan nacional de gestión al que "deberían contribuir todos los españoles y no solo los ganaderos" de las comunidades con lobos en su territorio, que son los que les "están dando de comer". Así lo manifestaron en Torrelavega (Cantabria) el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo; y los portavoces de Vox en los parlamentos de Cantabria y Asturias, Cristóbal Palacio e Ignacio Blanco, quienes creen que la protección del lobo es "una estrategia" de la Agenda 2030 y del Gobierno para "acabar con el consumo de carne". Por parte de Vox Asturias, Blanco señaló que en el noroeste de España hay más densidad de lobos "incluso que en Rusia", y los informes científicos dicen que "el 90 por ciento de la alimentación del lobo es ganado". Por ello, denunció lo que considera "cobardía" del presidente asturiano, Adrián Barbón, porque todavía no se haya otorgado ninguna autorización para abatir ejemplares este año.