Once de los trece acusados de la red que introdujo 15 kilos de heroína en Asturias en 2019, la mayor cantidad incautada desde que en 1996 se hallaron 40 kilos en Castañedo (Ribera de Arriba), aceptaron esta mañana en la sección tercera de la Audiencia Provincial penas que suman 31 años de prisión y multas por importe de 815.000 euros. El juicio proseguirá en próximas fechas respecto a otros dos acusados, uno de ellos un empresario acusado de blanqueo, que ingresó hace unos diez días en un psiquiátrico de La Coruña, debido, supuestamente, a los efectos de la fase maníaca de su trastorno bipolar. Su letrado pidió la absolución de sus defendido, al considerar que no es responsable de sus actos ni puede ser sometido a juicio, a lo que se opuso la Fiscal Antidroga de Asturias Ana María Méndez.

Ignacio M. Á., un "primer espada" del tráfico de drogas, aceptó una condena de seis años y medio de prisión por el alijo de 15 kilos que se encontró en su vehículo con caleta y su vivienda de Moreda de Aller. También se conformó con dos años de cárcel por tenencia ilícita de armas, ya que el EDOA de la Guardia Civil le encontró en poder de dos armas de fuego municionadas. Él era el principal objetivo de la "operación Coervo-Noega", que permitió desactivar además un grupo criminal dedicado al tráfico de drogas en La Coruña. Ignacio M. Á., defendido por Carla Vaquero y Francisco Miranda, del bufete VoxLegis, se enfrentaba inicialmente a penas de hasta once años de prisión. Ingresado en prisión desde octubre de 2019, tendrá que pagar una multa de 680.000 euros.

El resto de los acusados, defendidos por los letrados Manuel Meiriño Sánchez, Víctor Manuel Bouza o la gaditana Eva María Martín Moreno, entre otros, aceptaron penas de entre tres años y medio y año y medio de cárcel, por delitos contra la salud pública e integración en grupo criminal. Se les imponen además multas que suman poco más de 130.000 euros.

La Guardia Civil de Oviedo inició las investigaciones en febrero de 2019, después de tener conocimiento de que un veterano traficante allerano volvía a las andadas. Tras establecer los correspondientes seguimientos, los agentes comprobaron que el hombre se desplazaba a comprar los estupefacientes a Málaga. Allí, se proveía de la heroína a través de un búlgaro establecido en la Costa del Sol, que a su vez se hacía con la droga presumiblemente en Turquía.

El allerano disponía al parecer de hasta dos vehículos dotados de caletas o habitáculos secretos preparados para el transporte seguro de la droga: dos Audi, un A6 y un A8. En octubre del año pasado, después de ocho meses de investigaciones, los agentes supieron que el traficante asturiano se disponía a viajar de nuevo a Málaga para comprar otro alijo. Viajó al sur en el Audi A6, dejando el A8 en el garaje. El 24 de octubre regresó a Moreda y dejó el coche aparcado, sobre las diez de la noche, en la calle de La Estación, y se fue a su domicilio, en la calle Fray Enrique Álvarez. Los agentes, al ver que no sacaba la droga, decidieron esperar para ver si regresaba más tarde. I. M. Á. no volvió hasta el 26 de octubre, sobre las siete y media de la tarde. Entonces vieron que abría el coche con el mando a distancia y fue en ese momento cuando lo detuvieron. No les fue difícil encontrar la caleta, en la zona del maletero. Había ocho kilos de heroína. Los registros en su casa y en el Audi A8 del garaje permitieron a los agentes hacerse con otros siete kilos de heroína, kilo y medio de cocaína y diez y medio de hachís. También hallaron dos pistolas con abundante munición.