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Congreso de gastronomía rural de los concejos de la Montaña Central

Premios con sabor y fundamento

Las galardonadas con el "María Luisa García" 2022 exhiben apego a las tradiciones y entusiasmo en sus oficios

Con ilusión y emoción reciben los Premios Gastronómicos "María Luisa García" las galardonadas de este año, tres mujeres, además de la asociación "Llacín". Todos recogerán la distinción en la clausura del congreso Gastrollar sobre cocina rural de la Montaña Central, que empieza hoy en Pola de Lena y se despide mañana, día 8. La gala de entrega de los premios estará presentada por el dramaturgo, escritor y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA Maxi Rodríguez y tendrá lugar en Pozu Espinos (Mieres) a partir de las 19.00 horas.

Los premios cuentan con cuatro categorías, dos de ellas destinadas a reconocer la trayectoria profesional de las mujeres dedicadas a la cocina asturiana y que recae sobre dos cocineras veteranas que, a pesar de la edad, se resisten a dejar los fogones y se mantienen al pie de la cocina de los restaurantes que fundaron junto a sus maridos.

Producción local - Graciela Valle Julián Rus

Una de ellas es Engracia Linde, del bar Blanco de Cangas del Narcea. A sus 82 años y con 64 dedicados a la cocina, no concibe dejarlo y asegura que el día que lo haga será porque le toca abandonar este mundo. Aunque el restaurante ha tenido numerosos reconocimientos desde que ella y su marido, Pepe Ron, ya fallecido, lo abrieron en 1959, este es el primero para ella personalmente. "Lo recibo con mucha alegría, son 64 años en la cocina", reconoce, algo que asegura: "No me aburre, no me apetece hacer otra cosa, como nunca lo hice no estoy acostumbrada, solo sé trabajar". A día de hoy sigue encargándose de la comida para el personal.

Su vida fue dura. Comenzó a trabajar muy joven como ayudante en el que luego sería su propio restaurante. Con su marido, que trabajaba en hostelería en Madrid, se hicieron con el Blanco apostando por unos platos en los que se cuidaba el producto y marcados por los guisos.

Julia Bombín es la otra cocinera galardonada, en su caso, en una nueva categoría creada este año para rec

Proyección rural. Olaya Romano.

onocer a mujeres profesionales del ámbito de la cocina ibérica. Ella es la encargada de los fogones del restaurante Asturianos, de Madrid, que adquirió junto a su marido, ya fallecido, en 1965. Aunque es burgalesa, tiene un fuerte arraigo con Asturias y su gastronomía a través de su marido, Belarmino Fernández, que fue natural de un pueblo de Cangas del Narcea. "Me hace mucha ilusión, porque aquí seguimos haciendo cocina asturiana, los platos asturianos son los que mejor funcionan", reconoce. A sus 79 años atiende la llamada de LA NUEVA ESPAÑA desde el restaurante y con cierta prisa por volver a la cocina, porque de la jubilación no quiere oír hablar. "Yo estoy en casa un día que cerramos y al siguiente me aburro. Veo que la gente me quiere mucho y yo me siento a gusto trabajando", señala.

Además de a la cocina, los Premios "María Luis García" reconocen la producción local y este año valoran el trabajo de Graciela Valle Fernández, productora de queso gamonéu del valle y actual presidenta de la DOP Gamonéu, cargo que desempeña desde 2021. "Recibo el premio con emoción porque ni siquiera sabía que se había presentado mi candidatura, me cogió de sorpresa", asegura. Para ella es "un orgullo recibir un premio que reconozca la trayectoria en el mundo rural y en el del queso".

Trayectoria profesional. Engracia Linde.

En 2008 produjo su primer queso, aunque su vinculación con el sector le viene desde la cuna, puesto que sus padres son elaboradores de gamonéu del puerto. En un principio, ella quiso desvincularse de la tradición familiar por el sacrificio que supone dedicarse a este trabajo, sin embargo, pronto se dio cuenta de que las raíces a su tierra eran más fuertes. Junto a su marido crearon de cero una ganadería con vacas, cabras y ovejas que les dan la leche que necesitan para producir 12.000 kilos anuales de queso gamonéu.

Es una asociación la que recibe el premio a la proyección rural. Se trata de la Asociación Cultural Llacín, de Porrúa (Llanes), fundada en 1993 y encargada de promover la creación del Museo Etnográfico del Oriente de Asturias y de su gestión, así como de poner en marcha una Escuela de Música Tradicional y su Banda de Gaitas Llacín. También se encargan de, entre otras actividades, organizar el Mercáu de Porrúa, en agosto, y el Llaciniegu, en julio.

Trayectoria profesional nacional. Julia Bombín

"Estamos enormemente orgullosos y agradecidos de formar parte de los galardonados de este premio", reconoce la vicepresidenta del colectivo, Olaya Romano. "Para nuestra asociación supone un reconocimiento a la esencia de nuestro proyecto y a la apuesta por el mantenimiento de nuestras tradiciones, nuestra cultura y nuestro patrimonio", añade, agradeciendo a la organización de los galardones que pongan el foco en las personas y colectivos que trabajan por "revitalizar y garantizar un futuro en el medio rural".

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