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Absuelven a dos hermanos pillados con coca porque fue ilegal el registro a su casa

La Audiencia entiende que los dos hombres dejaron entrar en su piso de Oviedo a los agentes de la Policía Local por su actitud intimidatoria

Audiencia Provincial de Asturias.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias ha absuelto a L. I. P. D. y C. E. D., hermanos dominicanos por parte de madre, al entender que la Policía Local de Oviedo no podía acceder a su casa para registrarla, tal y como hicieron los agentes, que encontraron droga en su interior.

Los dos vecinos de Oviedo han logrado así salir de prisión, donde llevaban desde mayo de este año después de que los policías hallasen en su vivienda de la avenida de Pumarín de Oviedo 53 gramos de cocaína distribuidos en papelinas y listos para ser distribuidos entre consumidores de esa droga. Su defensa, llevada a cabo por el abogado Luis Tuero, ha hecho prevalecer su argumento de que los agentes, que no contaban con orden judicial, no obtuvieron debidamente permiso de los moradores para acceder al piso dado que no se lo otorgaron voluntariamente, sino intimidados por una abrumadora presencia de agentes en el inmueble. En definitiva, estima el juez que la Policía Local registró ilegalmente el piso.

De esta forma, no se pone en duda que los dos hermanos tuviesen preparada droga para su distribución, sino la forma en que se obtuvieron las pruebas. Los agentes aseguraron durante el proceso que fueron los propios acusados quienes los invitaron a entrar en la vivienda en la que vivían, con el fin de identificarse. Cuando iban a la habitación de uno de ellos para que les mostrase el documento de identidad, vieron por una puerta entreabierta un montón de papelinas dispuestas en la mesa del salón, junto a balanzas de precisión, una agenda en la que luego se comprobó que había teléfonos, posiblemente de clientes, y hasta siete teléfonos móviles. Todo ello según el relato de los agentes, rechazado ahora por los jueces.

Los acusados negaron en el juicio que diesen permiso a los agentes para entrar en el domicilio. "Uno de ellos me empujó y entraron en la casa. Me apuntaron con una pistola al estómago", dijo uno de los acusados. Para su abogado, Luis Tuero, se produjo una flagrante violación del artículo 18.2 de la Constitución, que garantiza la inviolabilidad del domicilio. Tuero negó que los acusados diesen su consentimiento para la entrada de los agentes y, aunque lo hubiesen dado, añadió, "su actitud mental estaba condicionada por una intimidación ambiental", la supuestamente ejercida por la presencia de hasta seis agentes de la Policía Local, cuatro de ellos uniformados. Argumento aceptado finalmente por la sentencia absolutoria.

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