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La diócesis renueva su mapa arciprestal con 8 nombramientos

La Iglesia unifica el Noroccidente y fusiona la zona de Pravia y Avilés para actualizar un organigrama que ya se ajustó en 2017

Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo. Julián Rus

La diócesis asturiana ha reordenado su mapa de arciprestazgos, reduciendo su número de los catorce que hasta ahora existían a doce. Los motivos de la supresión de dos arciprestazgos, concretamente el del Eo y el de Pravia, está en las dinámicas de funcionamiento en la zona, según indicaron fuentes diocesanas, porque ya existía una interrelación entre esos territorios y aquellos a los que ahora se integran. Así, las parroquias que hasta ahora estaban circunscritas en el Arciprestazgo de El Eo, pasan ahora a integrarse en el Arciprestazgo de Villaoril. Desaparece también el arciprestazgo de Pravia, que se incorpora al de Avilés.

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, hizo públicos ayer los nombres de los 12 arciprestes asturianos. Se producen algunos cambios respecto al colegio arciprestal que quedó plasmado en 2017. Así, se producen renovaciones en ocho de ellos: Oviedo, El Fresno, El Caudal, El Nalón, Gijón, Covadonga, Llanes y Villaoril. Se mantienen, en cambio, los arciprestes de Siero, Villaviciosa, Avilés y El Acebo.

En Gijón tomará las riendas el párroco de San Nicolás de Bari, en El Coto, Iván González Collado. Este sacerdote ovetense, que durante muchos años estuvo ejerciendo la labor pastoral en Salas, llega al cargo con una muestra de gratitud al Arzobispo "por la confianza" depositada, pero también "con un cierto temor porque implica una gran responsabilidad". González Collado sustituirá de esta forma en el cargo a Juan Lozano, misionero claretiano. "Estuve muy a gusto con el apoyo de los compañeros párrocos para hacer frente a una época difícil, con la pandemia, en un arciprestazgo muy amplio, con 50 parroquias en el concejo entre zona rural y urbana", reflexionaba ayer el religioso.

Joaquín Serrano, nuevo arcipreste de Oviedo, señaló ayer que asume el nombramiento "como un servicio" porque no fue "algo para lo que me postulara". Serrano fue arcipreste en El Acebo, pero la plaza de Oviedo es distinta: "Hay mayores complicidades en lo pastoral y en lo personal". Eso sí, reconoce el principal problema al que se enfrenta el clero, la falta de personas que atiendan toda la red de parroquias: "La dificultad que yo tengo, es una situación real, es que estoy en Lugones, en un extremo de la ciudad, y estoy solo con Lugones y Viella: habrá que conjugar esa parte para atender el arciprestazgo lo mejor posible sin dejar de atender lo principal, que son las parroquias".

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