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María Neira: "Los sanitarios debemos tener más voz contra el cambio climático"

La dirigente de la OMS cierra el Congreso de Medicina Interna, que renueva su junta directiva

La doctora María Neira, en la pantalla, con Jesús Díez en la mesa, ayer, en el recinto ferial gijonés. | Juan Plaza

La asturiana María Neira, directora del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), impartió ayer por videoconferencia la ponencia de clausura del Congreso Nacional de Medicina Interna que se celebraba desde el miércoles en el recinto ferial de Gijón. Un cita que se trajo a la ciudad a más de 2.300 internistas de todo el país y que sirvió para renovar la junta directiva de la entidad, hasta ahora presidida por Jesús Díez, y que pasará a liderar Juana Carretero. Se anunció, también, que el próximo congreso anual tomará como sede Valencia.

Neira centró su ponencia en cuál será el papel del sector sanitario ante el cambio climático: "Es ya un problema de salud pública que nos incumbe". Puso varios ejemplos. Algunos más obvios, como que las catástrofes naturales, "cada vez más frecuentes", causan muertes directas y una saturación de los servicios sanitarios para tratar a los supervivientes. Y comentó otros por ahora más sutiles y relacionados con el calentamiento global, que a la larga provocará "desplazamientos masivos" de población en zonas áridas y que hoy ya empieza a concretarse con el repunte en la transmisión de ciertas enfermedades. Aseguró que hay zonas del sureste asiático donde el contagio del dengue ha subido en un 35 por ciento y que la transmisión de la malaria está también al alza en territorios sobrecalentados. En Lima, un reciente estudio demuestra un aumento de los procesos diarreicos que se relaciona con la subida de las temperaturas. "Las olas de calor también van en aumento: serán más intensas y más frecuentes", completó. El impacto del clima, a juicio de Neira, "está sacudiendo los pilares de la salud" y comienza a causar problemas en las tres cuestiones básicas: acceso a agua potable, acceso a alimentos y la presencia de un aire limpio. "Hasta se están encontrando microplásticos en el torrente sanguíneo de los pacientes", añadió.

Realizado el diagnóstico, recetó ayer Neira abogar por "acelerar la transición a energías limpias" y adaptar los sistemas sanitarios para hacerlos "resilientes" a los futuros contextos de cambio. También, por una mayor presencia de los sanitarios en el debate público: "Nuestra voz como profesionales de la salud debe ir a más, debemos tener poder de influencia en las políticas". Recordó los años en los que el Nalón bajaba negro por el carbón "y a todo el mundo le parecía positivo, porque daba trabajo", pero afirmó también que "ya se ha demostrado" que las energías limpias "dan cuatro veces más empleos" que las de los combustibles fósiles. Aseguró que las empresas dedicadas a estos últimos "deben dejar de recibir subvenciones", porque "luego el gasto es doble con su impacto sanitario", y defendió las políticas centradas en la reducción al tráfico en las ciudades y en el impulso al transporte público y sostenible. "Habría menos accidentes y, de paso, la ciudadanía caminaría más y habría menos sedentarismo", razonó.

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