Potas, sartenes, tazas, tapas, cucharas, garcillas, silbatos, sirenas, cencerros... El profesorado asturiano salió ayer con toda su artillería doméstica para ruido contra la LOMLOE. Un centenar de docentes –menos de los esperados– participaron en una cacerolada, convocada por los sindicatos ANPE, UGT, CC OO y SUATEA, frente a la sede de la Consejería de Educación, en Oviedo. Las organizaciones con representación en la Mesa Sectorial de Educación, que ya hicieron manifestaciones en los centros la semana pasada, pidieron el "auxilio" del Gobierno para acabar con la implantación "exprés" de la nueva ley.
"Queremos que la Consejería pase de las palabras a los hechos y ofrezca instrucciones claras y formación útil que llegue a todo el profesorado", señaló Gumersindo Rodríguez, presidente de ANPE. Pese a que la Consejera, Lydia Espina, retrasó a finales de curso la entrega de las programaciones didácticas, los docentes aseguran que "nada ha cambiado una semana después del anuncio". Incluso, apuntó Cristóbal Puente, secretario general de Enseñanza de UGT, no es un tema de plazos, sino de recursos económicos. "Por eso estamos aquí –dijo en la protesta–. Es imposible implantar la LOMLOE con un acuerdo de plantillas del 2001".
Borja Llorente, secretario general de Enseñanza de CC OO, criticó que el Principado haya sido "incapaz de haber guías" sobre la reforma educativa, pese a conocerla "desde hace dos años". "La Consejería está aplicando la táctica del avestruz, haciendo como si no pasase nada y sin tomar medidas", protestó. Laura Conde, de SUATEA, reclamó "más financiación y formación" y "dar la seguridad a los docentes de que las familias no se les van a echar encima con los nuevos criterios de evaluación que ni ellos mismos saben explicar". Por su parte, la Consejera pidió desde Ribadeo "sosiego y tranquilidad". "Es una ley necesaria. Pero es cierto que es tan grande el cambio que necesita de un trabajo constante, que estamos haciendo y vamos a reforzar", afirmó.