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Canga, "alma máter" de una misión en Chad con apoyo a un hospital y a jóvenes universitarios

El candidato del PP aprovechó sus contactos en la UE para impulsar una acción humanitaria y comercial en el país donde vivieron sus padres

Diego Canga y su esposa, Pilar Roza, con la placa que lleva el nombre de su padre en Ati.

La vinculación del padre de Diego Canga con el Chad llevó a este alto funcionario de la Unión Europea (UE) a convertirse en el "alma mater" de una misión mixta, comercial y humanitaria, con este país centro-africano que ya da frutos: el apoyo y colaboración con el hospital jesuita "El buen samaritano" de Yamena y con jóvenes de este país del África Central a los que becan sus estudios universitarios y la presencia de empresas como la asturiana Bego Costa, la ingeniería Satec o la consultoría Indra.

El empeño en esta iniciativa nació después de un viaje en 2019 con su mujer, Pilar Roza, a un país donde su padre, veterinario de profesión, había emprendido su primera aventura profesional, nada más acabar sus estudios, al aceptar la propuesta para trabajar en la que era una colonia francesa, a finales de los años 50 del siglo XX. De hecho, en este país del África Central nació la primera de las hermanas de Diego Canga. Solo tres años después, esa misión acaba de volver del Chad, justo en unos días en los que el nombre del alto funcionario de la UE ha copado protagonismo mediático, al aceptar ser el candidato del PP a las elecciones autonómicas del Principado. Mera coincidencia.

Una de las participantes en esta misión es Begoña Fernández-Costales, presidenta de la Federación de Empresarias y Directivas de Asturias (FEDA), quien describe el papel determinante de Canga para que esta misión sea una realidad. "Entrar en países africanos es muy complejo, lleva varios años, pero Canga tiene muy buena relación con Ammo Aziza Baroud, antigua ministra de sanidad del Chad que ha sido embajadora en Bruselas y en la ONU. El se ha encargado de forma totalmente altruista de preparar todas las agendas y contactos, que si no hubieran costado honorarios de consultorías, y ha apostado por esta misión, por la relación personal que le ha llevado allí, donde su padre vivió varios años", comenta Begoña Fernández-Costales. Y es que al padre de Diego Canga, José, todavía se le recuerda, casi sesenta años después de su marcha, en la localidad de Ati, donde hay una "rue de Canga", en reconocimiento a su labor para erradicar la peste bovina.

Canga, con algunas de las estudiantes que apadrina.

El primer viaje de Begoña Fernández-Costales para dar cuerpo a esta misión fue en noviembre de 2020, "cuando nos pudimos mover en la pandemia y también vino Satec, ahora este año ha venido Indra. En esta misión hemos llevado 20 maletas llenas de medicamentos para el hospital ‘El buen Samaritano’; también apadrinamos a jóvenes del país, a los que pagamos sus estudios universitarios. En mi caso amadrino a una joven, Regine, para que haga sus estudios de Derecho porque allí las familias si pueden hacer un esfuerzo, pagan los estudios de los hijos varones, por eso pedí que en mi caso fuera para una chica", detalla la responsable de Bego Costa, una empresa con sede en Guinea Ecuatorial y que desarrolla su actividad en otros países africanos como Togo, Benín, Malí y Costa de Marfil.

La pasión de Diego Canga por el baloncesto también está presenta en esta misión, según abundó Fernando Villabella, presidente del Alimerka Oviedo Baloncesto y secretario general de la Cámara de Comercio de Oviedo. Ambos coincidieron en el Colegio San Ignacio de Oviedo, donde compartieron muchas horas de canasta en canasta.

Canga es actualmente abonado del Oviedo Baloncesto: "Esta temporada ha venido a un par de partidos en Pumarín, mantenemos contacto regularmente", explica el presidente del club. De hecho, por iniciativa del nuevo candidato del PP para presidir Asturias, una delegación del club ha visitado Chad. "El viaje al que fue Héctor Galán, director general del club, tenía una parte humanitaria y una deportiva, y fue todo por la iniciativa de Diego Canga después de ver un partido de baloncesto en Chad", apunta Villabella, quien recuerda que Canga era uno de los jugadores con más posibilidades de progresar en el baloncesto entre los que había por entonces en el colegio. "Aparte de por Asturias, tenía pasión por este deporte; para mí, si en aquél momento hubiera estado el OCB, él podía haber sido el base titular del equipo, venía de una generación muy buena, fueron campeones de Asturias y él era muy listo jugando, tenía buen tiro exterior y dirigía bien al equipo".

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