La violencia sexual en el ocio nocturno incluye un amplio abanico de comportamientos

La III Edición de la Escuela Permanente de Mujeres Jóvenes Feministas en Oviedo lleva por título "Una mirada hacia las violencias sexuales contra las mujeres: contexto y realidades"

Mónica Saiz.

Mónica Saiz. / Lne

M. I. S.

El Instituto Asturiano de la Mujer y la Federación Mujeres Jóvenes organiza la III Edición de la Escuela Permanente de Mujeres Jóvenes Feministas en Oviedo, que culmina hoy, y cuyo tema enfocado en feminismo y violencias sexuales tiene de título "Una mirada hacia las violencias sexuales contra las mujeres: contexto y realidades". La violencia sexual contra las mujeres está en el centro de la agenda feminista de esta “Cuarta Ola”, pero, ¿de qué violencias hablamos cuando hablamos de violencia sexual contra las mujeres? ¿qué tipos de violencia sexual existen? ¿por qué se ejercen estas violencias contra las mujeres de forma tan sistemática? Estas y otras muchas cuestiones en torno a las violencias sexuales serán abordadas en esta edición, siguiendo con un análisis que no es reciente sino una continuidad de lo que ya trabajaron y denunciaron las feministas radicales de los años sesenta y setenta. La formación está dirigida a mujeres de entre 16 y 35 años residentes en Asturias que quieran ampliar su conocimiento en materia de igualdad de género y compartir una experiencia con otras mujeres. La socióloga Mónica Saiz, licenciada en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, cuya mi trayectoria está centrada en la investigación social, la intervención social y la formación, hablará hoy de la investigación que ha realizado sobre la violencia sexual contra las mujeres y el ocio nocturno.

Los hombres por la noche se apropian «del espacio y el tiempo» de las mujeres

En el ocio nocturno aparecen diferentes tipos de violencia sexual, desde las aparentemente más sutiles a las tipificadas como tal. En ese abanico hay, por ejemplo, miradas continuas y molestas. Socialmente no están vistas como violencia sexual, pero nosotras las sacamos a la luz porque son actitudes que violentan e incomodan a las mujeres. asegura Saiz. Piropos, comentarios, acercamientos físicos sin contacto, suponen la ocupación de ese espacio, intromisiones cuando están en grupo, tocamientos no deseados, amenazas con violencia, agarres, acorralamientos, aislamientos y agresiones sexuales sin uso de la fuerza. Luego ya vendría la agresión sexual con fuerza. Parte de estas violencias no son identificadas por las mujeres, ni por los hombres. De ahí la importancia de visibilizarlas.

La antesala de la agresión sexual

Indica Mónica Saiz que en la violencia sexual lo que se ve es la punta del iceberg: la violación. Pero ese comportamiento tan hostil está sostenido por otras violencias más sutiles. El violador no solamente viola. Hay detrás todo un abanico de violencias. Ocurre lo mismo que en la violencia de género. Nosotros vemos cuando la mujer es asesinada, pero antes hubo una serie de violencias mucho más sutiles que no se han visto. Los hombres que agobian a las mujeres no son conscientes que muchos de sus comportamientos son violentos. Esto tiene que ver con la construcción de la masculinidad en el sistema patriarcal. La violencia sexual es un tipo de violencia de género, que es una herramienta de poder que los hombres ejercen sobre las mujeres. Este se da en diferentes ámbitos de la vida, en el laboral, en la pareja o en el espacio de ocio nocturno. Pero, ojo, la violencia no la ejercen los hombres en general, sino aquellos que asumen una masculinidad determinada.

En los patrones de seducción patriarcal heterosexuales los hombres son activos sexualmente y necesitan desahogarse. Hay un estereotipo sobre lo que es un hombre y las actitudes que tiene cuando sale de fiesta parece que son producto de esa virilidad. Las mujeres que no tienen una conciencia feminista dicen: «Es que los tíos son así, son pesados y unos babosos». En el estudio salen testimonios de chicas y chicos que señalan que aún hay quien piensa si una mujer dice que no, realmente quiere decir que sí. Entonces, a ellos no les importa sobrepasar el límite, porque en el patrón relacional las chicas tenemos que mostraron en resistencia y hacernos difíciles. Se está erotizando la insistencia. Lo dicen: «A mí lo que me pone es una tía difícil». Y eso lleva a forzar.

La camaradería masculina es algo más amplio, que se usa en alusión al pacto entre varones. En este caso hay un grupo mixto, con chicos y chicas. De pronto, un chico ajeno quiere ligar con alguna de ellas y lo que hace es pedir permiso de alguna forma. O asegurarse si alguna de esas mujeres es de la propiedad de un hombre con el que están. ¿Están con vosotros? ¿Podemos? Ellas dicen: ¿Por qué no me lo preguntan a mí directamente? Sería lo lógico. Ellas sienten esos guiños entre hombres.

Cartel de la III Edición de la Escuela de Mujeres Jóvenes Feministas.

Cartel de la III Edición de la Escuela de Mujeres Jóvenes Feministas. / Lne

Una Federación por y para el feminismo

La Federación Mujeres Jóvenes es un espacio creado por y para mujeres jóvenes feministas de entre 14 y 30 años que, hartas de las desigualdades y violencias que sufrimos a diario por el mero hecho de ser mujeres, decidimos unirnos para construir un mundo mejor y más justo. Desde que el proyecto cobró vida en 1986 no hemos parado de luchar por la igualdad real de género; más de 30 años trabajando por mejorar la realidad y terminar de una vez por todas con la injusticia patriarcal.

Entre sus objetivos se encuentra poner en marcha las medidas necesarias para garantizar la igualdad entre mujeres y hombres, contribuyendo a superar las dificultades que las mujeres jóvenes encontramos para que se garanticen nuestros derechos en la sociedad. A ello se une el favorecer el empoderamiento de las mujeres jóvenes para potenciar nuestra presencia y participación en todos los ámbitos de la sociedad a través de un liderazgo transformacional; promocionar el asociacionismo feminista y visibilizar, prevenir la violencia de género en la juventud y trabajar para su erradicación, entre otros puntos.

Líneas estratégicas de actuación

  • Promoción de la salud integral de las mujeres y prevención de Trastornos de la Conducta Alimentaria: No seas PRESA de la talla #NSPT.
  • Educación afectivo-sexual integral y con perspectiva de género #MeQuiero.
  • Prevención de violencia de género en la juventud #Grábatelo.
  • Visibilización del deporte femenino, fortalecimiento y empoderamiento de las mujeres deportistas #ShePlays.
  • Desarrollo de competencias profesionales y personales para mujeres jóvenes.
  • Fomento de la corresponsabilidad en la vida personal, social y laboral.
  • Coeducación, educación global y en Derechos Humanos.
  • Empoderamiento de las mujeres jóvenes.
  • Promoción del asociacionismo juvenil feminista.
  • Incidencia, participación política y liderazgo de las mujeres jóvenes.

Federación Mujeres Jóvenes (FMJ) es un espacio juvenil feminista, creado por y para todas nosotras, abierto, dinámico, participativo y reivindicativo.

Cuenta con nosotras, te esperamos, únete a nosotras.

Promover la igualdad de oportunidades

El Instituto Asturiano de la Mujer que dirige Nuria Varela, dispone de servicios especializados en igualdad de oportunidades que dan cobertura a toda la región. Los Centros Asesores de la Mujer prestan información y asesoramiento jurídico gratuito a todas las mujeres residentes en el Principado de Asturias. Asimismo prestan asesoramiento jurídico de forma específica a las víctimas de violencia de género, actuando como responsables del caso y realizando un seguimiento de las medidas puestas en marcha por la Administración para el apoyo, acogida y recuperación integral de las víctimas. Se coordinan con el resto de organismos que intervienen en la atención: Turno de Oficio de Violencia de Género, Servicio Público de Empleo, Servicio Público de Salud, Servicios Sociales y Red Regional de Casas de Acogida.

El Pacto Social contra la Violencia sobre las Mujeres suscrito en Asturias por instituciones, partidos y colectivos, cuenta con la adhesión del Gobierno regional, que aplica 150 medidas para mejorar la prevención y la atención a las víctimas. El Principado fue la primera comunidad en alcanzar un acuerdo que incluye a grupos políticos, asociaciones, instituciones y organismos implicados en la erradicación de esta lacra. Además, el Ejecutivo impulsa campañas dirigidas a la juventud en redes sociales y el uso de aplicaciones de móvil para detectar las primeras señales de maltrato.