Juguetes para la igualdad, sin distinción de sexos

"La base para la educación en igualdad es trabajar contra los estereotipos", asegura María Antonia Moreno Llaneza, asesora de cooeducación del Instituto Asturiano de la Mujer

Un niño juega con una muñeca.

Un niño juega con una muñeca. / Lne

M. I. S.

A la hora de educar para la igualdad es fundamental el trabajo contra los estereotipos sexistas que condicionan la socialización de hombres y mujeres. Desde los primeros años estos estereotipos dividen los roles y comportamientos por el hecho de ser hombre o mujer. Todo esto se ve reforzado por la publicidad y por las series y películas dirigidas a reafirmar estas conductas el desde diferentes ámbitos. Uno de los ejemplos más típicos es el de los colores: parece que todo lo masculino debe huir del rosa y lo femenino del azul.

La música es otro de los ámbitos desde los que se marca la división: melodías mucho mas suaves para las chicas, y más agresivas y potentes cuando se trata de ámbitos masculinos. A la hora de elegir o considerar profesiones ocurre lo mismo. La división sexual del trabajo se ve cuando en las imágenes de cuidados de las demás personas siempre aparecen mujeres, o en el tópico rol del médico y la enfermera. Aún hoy casi todo lo que se refiere al trabajo doméstico también se refiere a la mujer. En cambio, todo lo relacionado con el éxito profesional está relacionado con los hombres. Así lo considera María Antonia Moreno Llaneza, asesora de cooeducación del Instituto Asturiano de la Mujer, que llama la atención sobre el peligro de enseñar en la desigualdad. "De ahí que la pre base para la educación en igualdad sea trabajar contra los estereotipos". añade la experta.

Un catálogo completo de roles para niños y niñas

La idea es que niños y niñas puedan tener el catalogo completo de roles, que incluye la práctica de deportes y actividades en uno u otro caso. El objetivo es trabajar una socialización en igualdad. Toda la pedagogía y la psicología evolutiva están de acuerdo en que los juguetes y juegos son de gran importancia ya que nos entrenan y enseñan para el futuro, son momentos de aprendizaje para la sociedad. "Cuando a las niñas se les sigue regalando muñecas se las entrena para el cuidado de las demás personas. Aprenden a peinarlas, lavarlas, hablan con ellas, aprendiendo una maternidad. A los niños les estás privando de que se eduquen en el cuidado de las demás personas o de la paternidad", indica María Antonia Moreno Llaneza.

Los juguetes no tienen sexo

"Hemos avanzando en algunos tipos de juguetes pero todavía hay un poco de sospecha social hacia aquel niño que sale a cambiar con un carricoche o juega con una cocina o una muñeca. Aún nos queda un largo camino por recorrer. Ya no vivimos en el patriarcado de la coacción, pero sí en el patriarcado del consentimiento, nos socializamos de manera que seguimos manteniendo la división sexual", recalca la asesora del Instituto Asturiano de la Mujer. En la infancia la vía de prevención del sexismo es la educación. de hecho, la nueva ley educativa está atravesada por estos conceptos. "Tenemos que ir viendo como se generaliza esa educación para la igualdad, facilitar a las familias formación y herramientas para que ese cambio sea real".

Juguetes por la igualdad.

Juguetes por la igualdad. / Lne

Promover la igualdad de oportunidades

El Instituto Asturiano de la Mujer que dirige Nuria Varela, dispone de servicios especializados en igualdad de oportunidades que dan cobertura a toda la región. Los Centros Asesores de la Mujer prestan información y asesoramiento jurídico gratuito a todas las mujeres residentes en el Principado de Asturias. Asimismo prestan asesoramiento jurídico de forma específica a las víctimas de violencia de género, actuando como responsables del caso y realizando un seguimiento de las medidas puestas en marcha por la Administración para el apoyo, acogida y recuperación integral de las víctimas. Se coordinan con el resto de organismos que intervienen en la atención: Turno de Oficio de Violencia de Género, Servicio Público de Empleo, Servicio Público de Salud, Servicios Sociales y Red Regional de Casas de Acogida.

El Pacto Social contra la Violencia sobre las Mujeres suscrito en Asturias por instituciones, partidos y colectivos, cuenta con la adhesión del Gobierno regional, que aplica 150 medidas para mejorar la prevención y la atención a las víctimas. El Principado fue la primera comunidad en alcanzar un acuerdo que incluye a grupos políticos, asociaciones, instituciones y organismos implicados en la erradicación de esta lacra. Además, el Ejecutivo impulsa campañas dirigidas a la juventud en redes sociales y el uso de aplicaciones de móvil para detectar las primeras señales de maltrato.