me quedo en el pueblo

De Bueida al mundo en furgoneta

Manuel Fernández y Susana Montefiori viven desde hace poco más de un año junto a su hijo Dobra, de cinco años, en este pueblo quirosano; el primero ha puesto en marcha su empresa de camperización de furgonetas en su nave del polígono de Bárzana

Manuel Fernández Teijeiro, en Bárcena, en el interior de una de las furgonetas que está camperizando. | A. P. Paredes

Manuel Fernández Teijeiro, en Bárcena, en el interior de una de las furgonetas que está camperizando. | A. P. Paredes / Ana Paz Paredes

Manuel Fernández Teijeiro y su mujer, Susana Montefiori Teijeiro, estuvieron siempre enamorados de Asturias y, especialmente, de su montaña. Fue el motivo por el que vinieron muchas veces a la región para hacer todo tipo de rutas. Naturales de Galicia, aunque Susana nació en Suiza y vivió muchos años en Cataluña con su familia, el amor la llevó hasta Fonsagrada, donde vivió junto a Manuel hasta que, finalmente, optaron por buscar trabajo y casa en el Principado, en el medio rural. "Buscamos vivir en un entorno rural, trabajar en él y que nos permita estar más con nuestro hijo, Dobra, de 5 años. El niño va al colegio a Bárzana, donde hay unos treinta escolares, más o menos. Este año entraron cinco más", explica Susana. Compraron una casa en el pueblín de Bueida, en Quirós, donde junto a ellos viven otros dos vecinos.

Ambos vivieron unos siete años en una autocaravana grande. Lo explican con claridad meridiana: "A mí me salió entonces un trabajo en Ponferrada, en la central térmica, y, como siempre fuimos de vivir en el medio rural, no queríamos alquilar un piso de lunes a viernes y luego marcharnos los fines de semana con la caravana para venir a Asturias, así que optamos por esta solución y durante ese tiempo estuvimos encantados", explican. Él, que también había trabajado en un concesionario de autocaravanas y, en Cataluña, había entrado en contacto con empresas de camperización, pensó que podría aprovechar sus conocimientos y llevar a cabo su propio proyecto, al quedar al paro.

Manuel Fernández y Susana Montefiori posan delante de las dos furgonetas que el primero está camperizando, en el polígono industrial de Bárzana, en Quirós.

Manuel Fernández y Susana Montefiori posan delante de las dos furgonetas que el primero está camperizando, en el polígono industrial de Bárzana, en Quirós. / Ana Paz Paredes

"Encontramos una nave en el polígono de Bárzana, en Quirós. La solicitamos porque nos dijimos: ahora o nunca, y si nos la concedían nos veníamos a trabajar y a vivir al pueblo. Nos ayudaron muchísimo en el Ayuntamiento, colaboraron con nosotros, nos dieron todo tipo de facilidades, y al final llegamos en septiembre del año pasado. Compramos la casa para no marchar, para echar raíces aquí", explica Manuel Fernández Teijeiro, quien, conocedor de varios oficios, afirma que su pasión por la camperización y las furgonetas le llevó a probar primero con dos que adquirieron para luego reformarlas. "Las vendí enseguida y luego ya la gente empezó a traerme las suyas para camperizarlas, que es lo que hago aquí en Bárzana", explica.

Manuel Fernández en el interior de una furgón grande que está camperizando actualmente.

Manuel Fernández en el interior de una furgón grande que está camperizando actualmente. / Ana Paz Paredes

El pasado mes de marzo puso en marcha su propia empresa, con el nombre de Terrakamper, y ya lleva reformadas y vendidas dos, y trabaja en una tercera. "En Asturias hay empresas grandes que hacen este tipo de trabajo, pero yo al menos no conozco ninguna en el medio rural. Pensé que quien quiere camperizar su furgoneta lo mismo le da ir a la ciudad que venir aquí, porque de todos modos tiene que traerla", explica este profesional, quien matiza que el público que opta por este tipo de vehículos "es mayoritariamente joven, pero también hay gente de mediana edad".

Manuel Fernández en el interior de una de las furgonetas en las que está trabajando.

Manuel Fernández en el interior de una de las furgonetas en las que está trabajando. / Ana Paz Paredes

Ambos se sienten felices de vivir y trabajar en el concejo quirosano, aunque huyen del "idealismo rural. Ya veníamos de vivir en un pueblo y sabemos lo que es. Nos falla la conexión a internet, que no es buena, y en pleno siglo XXI, cuando tanta gente teletrabaja, y más tras la pandemia, es fundamental para residir en los pueblos con el oficio que sea. Además, las empresas de transporte no están interesadas en venir hasta aquí con el material, es algo que padecemos y que nos complica el trabajo", explica Manuel Fernández Teijeiro, para, a renglón seguido, añadir que "vivir en el pueblo tiene sus pros y sus contras, pero, bueno, para mí son todo pros y siempre me olvido de los contras".

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