El sector primario, seña de identidad de Piloña

Cajastur ha colaborado en actividades como el certamen de Asturiana de la Montaña y el Festival de la Avellana

Festival de la Avellana, en una imagen de archivo.

Festival de la Avellana, en una imagen de archivo. / LNE

M. J. I

Cajastur siempre se ha implicado en la vida de los concejos de Asturias apoyando iniciativas en el terreno cultural y social o deportivo. No podía ser una excepción en Piloña, donde la entidad bancaria siempre ha estado presente de manera especialmente intensa. Cajastur ha colaborado en la zona en actividades e iniciativas muy arraigadas en el municipio.

Entre los proyectos en los que ha colaborado Cajastur se encuentra la construcción de la nueva sede del centro social para personas mayores en Infiesto, el Concurso Nacional de la Raza Asturiana de la Montaña, y el Festival de la Avellana y del Deporte Rural.

El concurso de ganado es uno de los que cuentan con mayor solera dentro de Asturias y está dedicado a la Asturiana de la Montaña o Casina, una raza bovina autóctona asturiana que se explota en régimen extensivo para producción de carne, principalmente en la zona oriental del Principado de Asturias. Para ello, se aprovecha su rusticidad y capacidad de adaptación, así como su gran docilidad y capacidad de cría.

La cabeza es pequeña, proporcionalmente más larga en las hembras que en los machos, de perfil subcóncavo o recto, con protuberancia occipital destacada. El cuello es corto y robusto, con papada destacada. El tórax es profundo, arqueado y espacioso. El vientre es profundo, ancho y bien proporcionado. El dorso-lomo es ligeramente ensillado, con cierta inclinación hacia el sacro. La grupa es proporcionalmente muy ancha y ligeramente inclinada. Las extremidades son cortas y muy potentes.

La capa es castaña con distintas variaciones de tonalidad, de las denominadas "guindas" o cerezas a las denominadas "mariellas" o claras. Los extremos, hocico, pitones, rodetes coronarios, pezuñas, borlón de la cola y cúpula escrotal en machos son negros, así como los párpados y las pestañas. Las mucosas de la nariz, bucolinguales y ano-vulvares son negras o pizarrosas. Unas características de las que el concejo piloñés es fiel guardián.

Y de las vacas a un fruto seco erigido en buque insignia de la tradición de Piloña. El Festival de la Avellana se celebra cada año el primer domingo de octubre en Infiesto. Este gran homenaje a uno de los frutos autóctonos por excelencia de Asturias encuentra en las tierras piloñesas el mejor escenario para darse a conocer.

Piloña tiene una gran tradición natural, vinculada a los bosques, a la artesanía, a la madera, a la agroalimentación ecológica y al turismo rural. Por esta razón el Festival de la Avellana es una cita lúdica y cultural de enorme arraigo en este territorio, y cuenta con un programa de actividades festivas vinculadas al mercado tradicional, exposición de artesanía y productos agroalimentarios, exposición de aves, exposición de artesanía de la madera y campeonatos de bolos.

Todo ello rematado con las típicas verbenas. Se trata de una fiesta en la que se pone de manifiesto el respeto a las tradiciones y la exaltación de los productos naturales de Asturias.

De casta le viene a Piloña. A partir de la segunda mitad de siglo XIX se crearon en el concejo las primeras industrias relacionadas con el sector primario, como llagares de sidra, fábricas de chocolates, quesos y mantecas y más tarde una azucarera. También se abrió la vieja carretera de Oviedo a Ribadesella y se terminó la construcción del ferrocarril en 1891. El crecimiento demográfico y la escasez de recursos empujaron a mucha gente a emigrar a ultramar.

El siglo XX comenzó con la fundación de un gremio artesanal y la aparición de la primera sociedad agrícola, que tuvo una gran fuerza en la lucha por los intereses de los agricultores y ganaderos. Historia y tradición a las que Piloña se mantiene fiel.