Los profesores asturianos, perdidos ante la nueva ley: "No sabemos ni cómo evaluar"

El retraso en la EBAU es otra muestra del inicio caótico de la LOMLOE, según los profesores, que ven una norma inaplicable que les suma papeleo

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Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

En los colegios e institutos asturianos respiran con alivio tras el anuncio del Gobierno central de retrasar la nueva EBAU hasta junio de 2028. Los profesores de la región ven "sensata y prudente" la decisión tomada por la Ministra Alegría y creen que el problema de fondo no es otro que la "precipitación" en la implantación de la LOMLOE. A estas alturas del curso, y a pesar de las protestas sindicales, los docentes siguen sin saber evaluar por competencias y sin comprender qué son las situaciones de aprendizaje, una pieza central de la nueva ley educativa. "Estamos funcionando a palos de ciego y la evaluación de este primer trimestre va a ser caótica", advierten desde las aulas.

Un cambio gradual que empezará en 2024. El Gobierno decidió la semana pasada aplazar un año la implantación de la nueva Selectividad, que será más competencial y menos memorística, como pide la LOMLOE. Hasta 2028, el examen de acceso a la Universidad será similar al actual, aunque a partir de 2024 se irán incluyendo ejercicios competenciales de manera gradual, según avanzó la Ministra. Lo cierto es que el esquema de la futura EBAU ha sido muy criticado, sobre todo por los especialistas de Lengua Castellana y Literatura. La coordinadora regional de esta prueba, Serafina García, se rebeló junto a responsables de otras comunidades contra los planes del Gobierno advirtiendo que los estudiantes serían "más ignorantes" al esconder la futura prueba "una reducción inadmisible de contenidos".

"Buena noticia" tanto para profesores como para familias. En las aulas de Secundaria y Bachillerato respaldan que la Selectividad no cambie por el momento. "Su aplazamiento es una prueba más de la precipitación y la falta de previsión en la aplicación de la LOMLOE, una ley gestada a espaldas del mismo profesorado al que ahora se le exige que la ponga en marcha, a calzador, sin tener el tiempo ni la formación previa que exige el cambio radical de paradigma en la metodología del modelo de enseñanza, que ni siquiera la administración es capaz de explicar", resume Gumersindo Rodríguez, presidente de ANPE. De igual forma, Borja Llorente, secretario general del Sector de la Enseñanza de CC OO, ve "lógico" que se retrase un poco más la nueva EBAU, ya que "la aplicación de la LOMLOE está siendo tan desastrosa y supone un cambio de paradigma tan grande que no hay garantías" de que la prueba sea verdaderamente competencial, como quiere el Gobierno. "Es una buena noticia para profesores y alumnos", remata.

El enfoque competencial necesita "tiempo". Simón Cortina, director del mayor colegio de Gijón, el Corazón de María (Codema), y presidente de la patronal Escuelas Católicas, sostiene que aplazar la nueva EBAU es lo más "sensato y prudente". Y se explica: "La implantación de la LOMLOE y del enfoque competencial que conlleva necesita tiempo para que tenga éxito. Se trata de un cambio importante en el paradigma educativo, y profesorado y alumnado tienen que estar habituados a ello antes de afrontar una prueba externa como es la EBAU, que sigue siendo decisiva pues en muchos casos va a determinar el futuro universitario de los estudiantes".

Miguel Marcos, director del colegio Montedeva de Gijón, también recuerda que los estudiantes "se juegan mucho" en la EBAU como para que se implante un nuevo examen a prisa y corriendo. "Si está resultando difícil implantar esta forma de trabajar y evaluar por competencias, porque se está haciendo con poco tiempo y ya se empieza a hablar de retrasos en la LOMLOE, es razonable que no quieran precipitarse en la EBAU". A Emma Álvarez, directora del IES La Ería de Oviedo, le parece "bien" que retrasen la futura Selectividad, pues "el profesorado tenía muchas dudas sobre cómo iba a ser; había mucha confusión". Andrés Roces, responsable del IES Río Nora de Pola de Siero, confía en que pronto se celebren las reuniones de planificación de la EBAU de este curso e ir trabajando en "algunos cambios paulatinos con vistas a 2028".

Lo que más preocupa: evaluar por competencias. Quedan dos semanas para poner las notas del primer trimestre y los docentes aseguran que siguen con muchas lagunas. El espíritu de la reforma educativa es enseñar competencias en vez de contenidos, y en consecuencia hay que evaluar esas competencias. Pero, ¿eso cómo se hace? Esa es la pregunta del millón. Ricardo (nombre ficticio) es profesor de Historia en el IES Bernaldo de Quirós de Mieres y pone voz a la desesperación de la mayoría de docentes asturianos. La forma de dar clases y de calificar en los cursos impares –por los que ha empezado la LOMLOE– es, dice, "como haberle dado la vuelta completa a un calcetín". Y en esa vuelta muchos se han perdido "porque la formación que da la Consejería es penosa; la oferta de cursos es muy baja". "Antes ponías un porcentaje para exámenes, otro para trabajos y otro para comportamiento, hacías la media y listo: tenías la nota. Ahora es muy diferente. Tenemos unos criterios de evaluación, que a su vez cada departamento tiene que concretarlos en unos indicadores y darles una ponderación. Pero esos criterios están redactados de forma muy abstracta, muy vaga...", reflexiona. A ello se une que un alumno de este centro puede ser evaluado de forma completamente diferente al de al lado. "Puede haber 30, 40, 50... indicadores diferentes para un mismo criterio de evaluación", asegura. Problema: luego esos estudiantes se miden en una prueba común, que es la EBAU, y puede haber "grandes diferencias" entre unos jóvenes y otros.

Las situaciones de aprendizaje suenan a chino. El agujero de la LOMLOE es aún mayor: a los docentes les cuesta entender y aplicar algo tan básico para la ley como son las situaciones de aprendizaje. María (nombre ficticio), profesora de Historia de España en el IES La Corredoria de Oviedo, pone voz a esta situación: "La Consejería ha publicado plantillas y unos vídeos de siete minutos a modo de tutorial en los que se dedican a leer el decreto sin dar ni un solo ejemplo viable". ¿Y que son las situaciones de aprendizaje? Lucía Álvarez, asesora los Centros de Profesorado y Recursos (CPR) de Asturias, los define como "una herramienta eficaz para integrar los elementos curriculares de las distintas áreas, materias o ámbitos mediante tareas y actividades significativas y relevantes para resolver problemas de manera creativa y cooperativa". A muchos todo esto les suena a chino. Por explicarlo de forma más sencilla, estas situaciones de aprendizaje son un conjunto de tareas que se le ponen a los alumnos para que utilicen los conocimientos que han adquirido en clase para resolver un problema concreto.

Más papeleo. María resume los anterior de otra forma: "Las situaciones de aprendizaje son una especie de proyectos que suponen un aumento de la carga burocrática para el profesorado porque implican tener que dejar por escrito todo lo que haces en el aula. Es decir, vamos a pasar más tiempo escribiendo lo que vamos a hacer que preparando y buscando recursos. Una pérdida de tiempo total". María también se queja de que "en las plantillas de las situaciones de aprendizaje aparecen ya una serie de metodologías que son las que consideran apropiadas". Esto quiere decir que "nos obligan a dar clase como ellos quieren, sin prestar atención a lo que se necesita cada docente en cada aula".

Una hora semanal de lectura por asignatura. Para esta profesora, el decreto de Asturias es "irrealizable". Y pone como ejemplo que "se supone que tenemos que dedicar una hora en cada asignatura a leer, no menos de 20% del tiempo a un proyecto interdisciplinar y el centro tiene que sacar al menos un proyecto interdisciplinar por curso". Se pregunta: "¿Cómo nos la apañamos para que claustros de 100 profes tengan una hora para coordinarse con el resto del profesorado? ¿Asignaturas de dos horas semanales van a dedicar la mitad a leer? No saben ni lo han pensado".

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