"El Matador" actuaba con gran sigilo en el polígono de Siero: "No notábamos nada"

Un testigo de la operación: "A las once llegaron de repente 15 o 20 coches de la Policía y entraron a detenerlos; nunca habíamos sospechado"

Parte del armamento incautado en la operación contra el narco 'Matador'.

Parte del armamento incautado en la operación contra el narco 'Matador'. / EFE

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Los 600 kilos de cocaína que han llevado a la cárcel al narco Carlos García Morales, "El Matador", estaban guardados en una nave del polígono de Naón, situado en la carretera de Colloto (AS-383), a poca distancia de Lugones (Siero). Se trata de un lugar de lo más discreto, al lado de un taller de camiones y enfrente de un negocio de neumáticos. "No notábamos ningún movimiento en esa nave. No se escuchaba nada. Suponemos que entrarían por la noche, cuando no hay gente trabajando aquí", aseguraron varios trabajadores del polígono.

En la nave hubo hace unos años un concesionario de vehículos, según indican. Pertenece al mismo propietario del recinto ocupado por el taller contiguo, que la habría alquilado. El pasado 29 de octubre, sábado, el polígono de Naón vivió una conmoción, según aseguran. "A eso de las once de la mañana llegaron quince o veinte coches de Policía camuflados y entraron en la nave a detenerlos. Oímos muchas voces. Estuvieron aquí todo el día", indicó un testigo de la "operación Espeto".

En el momento en que llegaron los agentes de la Policía Nacional, concretamente de la Brigada Central de Estupefacientes, la autocaravana a bordo de la cual se había desplazado a Asturias desde Orense el narco Carlos García Morales, junto a su novia brasileña, estaba en el interior de la nave, siendo cargada con fardos de cocaína. Como suele decirse, le pillaron con las manos en la masa. Incluso llevaba 110.000 euros en efectivo. Junto a la pareja estaba un mexicano, enviado de los narcos colombianos, que se había desplazado con ellos desde Galicia, haciendo la función de lanzadera; un colombiano y un venezolano, sin olvidar a seis españoles que estaban en el interior de la nave, presumiblemente guardándola. Allí había 600 kilos de cocaína, distribuidos en 30 fardos de 20 kilos cada uno, que "El Matador" pretendía distribuir por todo el país. También un arsenal de armas de guerra que incluía desde subfusiles a un lanzamisiles, una granada de mano y explosivo plástico militar. Un cargamento que sería codiciado por cualquier grupo terrorista, y que sin duda supondrá un agravamiento de las penas que van a solicitarse para esta red.

Todo indica que se trató de una entrega controlada, diseñada con el objetivo de cazar a García Morales fuera de su zona de confort en Galicia. La tela de araña en la que quedó atrapado este narcotraficante con vínculos con el grupo narcoparamilitar colombiano "Los Rastrojos" comenzó a tejerse a principios de 2021, cuando la Policía supo que una red de narcos de varias nacionalidades, aunque radicados en México, trataba de crear un canal para introducir cocaína en España. Todo hace pensar que este grupo ya estaba infiltrado por la Policía cuando contactaron en España con Carlos García para que distribuyese la droga, en una reunión que tuvo lugar en Madrid.

Un primer envío, dos toneladas a bordo de un yate de lujo que iba tripulado por cinco venezolanos, fue interceptado en aguas caribeñas por la DEA estadounidense, y los tripulantes fueron detenidos. Aún así, la Policía Nacional indica que la red continuó actuando y apalabraron un segundo envío, esta vez de 600 kilos, que fue el que permitió atrapar a "El Matador" en flagrante delito.

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