La otra cara de la Nochevieja en Asturias: "Trabajamos para que los demás puedan disfrutar de la fiesta"

LA NUEVA ESPAÑA reúne a un sereno, un técnico de emergencias y un policía local que velarán para que no haya incidencias en esta noche de celebración

Por la izquierda, el técnico de emergencias Carlos Sánchez, el sereno Javier Climent y el subinspector de la Policía Local de Oviedo Mario Álvarez

Por la izquierda, el técnico de emergencias Carlos Sánchez, el sereno Javier Climent y el subinspector de la Policía Local de Oviedo Mario Álvarez / M. F. / P. S. / L. M.

La celebración de la Nochevieja vuelve a Asturias después de dos años de parón obligado por la pandemia del Covid. Pero no todo el mundo estará de fiesta durante esta noche, hay otros a los que les tocará trabajar durante estas horas de celebración, velando porque no haya ninguna incidencia o altercado. Es la otra cara de la Nochevieja y engloba a un buen número de trabajadores, desde sanitarios hasta las fuerzas de seguridad, por poner algunos ejemplos. LA NUEVA ESPAÑA ha reunido a un técnico de emergencias, un policía local y un sereno a los que les toca trabajar en la entrada de año.

Carlos Sánchez, de 46 años y natural de Piedras Blancas (Castrillón), lleva 21 años como técnico de emergencias para Transinsa en la zona de Avilés y este año le ha tocado la guardia del 31 de diciembre, comenzando a las ocho de la mañana y terminando 24 horas después. No es la primera Nochevieja que trabaja. "En 21 años trabajando como técnico de emergencia, ya he vivido más de una Nochevieja", explica. Una celebración que, en su caso, "suele ser bastante movida, porque hay mucha más gente por la calle que de costumbre, y se suman los excesos de la Nochevieja". Y es que, como apunta, "solemos tener bastante trabajo, sobre todo a partir de las cuatro o cinco de la mañana, y lo malo es que tenemos que lidiar con personas que están muy bebidas y otras que no tanto".

El técnico de emergencias Carlos Sánchez, en el hospital San Agustín de Avilés.

El técnico de emergencias Carlos Sánchez, en el hospital San Agustín de Avilés. / MARIA FUENTES

No considera un fastidio tener que trabajar en esta noche porque "no es una fiesta que me importe mucho, lo prefiero a tener que trabajar en Reyes, sobre todo por estar con mis hijos -tiene dos-". Eso sí, asegura que "si me preguntaran los mismo hace veinte años, cuando tenía otros intereses, habría dicho que es un fastidio trabajar en Nochevieja".

Eso si, espera no faltar a las uvas. "Ya hemos hablado entre los compañeros, van a llevar comida a la base y esperamos poder tomar allí las uvas todos juntos, siempre que no haya una emergencia, pero esperamos que no, porque a esa hora todavía no hay mucho movimiento".

Otros que tampoco descansarán son los serenos de Gijón, un trabajo que sorprende mucho a los visitantes, ya que la figura del sereno, tal y como se conocía en España, desapareció en los años 80. Sin embargo, hace algo más de veinte años que se recuperaron en Gijón con un enfoque algo distinto, efectuar labores de seguridad pasiva, atendiendo tanto a la ciudad como a los ciudadanos. Javier Climent, gijonés de 61 años, lleva trabajando siete años como sereno en Gijón. Y para él la Nochevieja "es una noche más, con más gente por la calle, aunque hay algunas zonas un poco más problemáticas, como Fomento, donde se pueden dar algunas incidencias menores".

El sereno Javier Climent, en el paseo de Begoña de Gijón.

El sereno Javier Climent, en el paseo de Begoña de Gijón. / PABLO SOLARES

Eso sí, los serenos se toman las uvas en casa, ya que la jornada nocturna de Nochevieja no empieza hasta la una de la madrugada. A Climent tampoco le importa demasiado trabajar en esta noche "porque lo que haría si no trabajase tampoco iba a ser nada destacado". ¿Y cómo es la jornada de un sereno en Nochevieja? "Estamos establecidos por zonas y hacemos una primera ronda controlando todos los locales, es esencial, comprobamos que tengan las puertas cerradas y que no haya desperfectos", explica. Después, "iniciamos un control rutinario durante toda la noche para avisar de las incidencias que observemos o resolverlas si podemos". Este sereno pone como ejemplo encontrarse con papeleras vaciadas en el suelo o contenedores cambiados de sitio. Y en caso de no poder hacerse cargo, "tenemos los contactos de emergencias, tanto de la policía como de los bomberos y las ambulancias".

Orgulloso

Este sereno se considera "orgulloso" de la labor que realizan, también de la empresa en la que trabaja, "estoy muy agradecido porque estaba en una situación de desempleo muy complicada con mi edad, y ellos hacen una labor maravillosa". Un orgullo por una labor que, como apunta, "sorprende mucho a los turistas, que me paran por la calle y me preguntan qué es lo que hacemos, incluso han querido hacerse fotos conmigo".

Otro que sé tomará las uvas fuera de casa es el ovetense Mario Álvarez, subinspector de la Policía Local de Oviedo, que durante esta Nochevieja estará en el turno de refuerzo que realiza el cuerpo de seguridad, entre las diez de la noche del día 21 y las ocho de la mañana del día siguiente. Álvarez, con 33 años, ya ha tenido que trabajar en alguna otra Nochevieja y considera que "suelen ser más tranquilas de lo que parece, aunque a partir de las tres de la mañana ya hay más movimiento por la calle". Entre las intervenciones que suelen realizar este día están los comas etílicos con aquellos que se han pasado con la bebida y las peleas, "algo normal cuando se concentra tanta gente".

El subinspector de la Policía Local de Oviedo Mario Álvarez, junto al cuartel ovetense.

El subinspector de la Policía Local de Oviedo Mario Álvarez, junto al cuartel ovetense. / LUISMA MURIAS

Trabajar en esta Nochevieja tampoco le disgusta demasiado al subinspector, "me fastidia más perder la Nochebuena, porque considero que es un momento más familiar". Además, da cuenta de la importancia de su labor en esta noche porque "es importante dar prevención y asistencia a las personas, somos un servicio necesario para que la gente pueda disfrutar de esta celebración". Las uvas tampoco las perdona, "siempre que el servicio nos lo permita, eso sí", aunque las tomará junto a sus compañeros en el cuartel de la Policía Local de Oviedo.

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