Navarra prohibe pescar salmón en el Bidasoa en 2023 por la "crítica" situación de la especie

Se aplicará una "parada biológica" en todo el tramo salmonero debido al "declive poblacional" y la poca utilidad de las repoblaciones

Un pescador, en el Narcea, al principio de esta temporada.

Un pescador, en el Narcea, al principio de esta temporada. / MIKI LOPEZ

Mariola Riera

Mariola Riera

Oviedo

El Gobierno de Navarra está decidido a prohibir en 2023 la pesca de salmón en el Bidasoa, uno de los principales ríos de la Cornisa Cantábrica donde se practica tal actividad, visto el contundente informe que emitió a principios de diciembre su departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, que califica de "crítica" la situación de la especie y aconseja "adoptar medidas excepcionales". El estudio avisa de que la especie entró en "fase de declive poblacional" en 2014 y que, pese a las repoblaciones, sigue descendiendo. Así las cosas, Navarra apuesta por aplicar una denominada parada biológica en todo el tramo salmonero del Bidasoa.

Esta decisión no ha pasado desapercibida entre los pescadores asturianos, entre los que reina una gran división en torno a la gestión de los ríos del Principado y qué hacer con el salmón, ya que la evolución de la especie no es tampoco nada buena, con una tendencia descendente de capturas en los últimos años. Además, hay una preocupación generalizada del escaso y mal desove de este año en algunas cuencas.

"Cuando las barbas del vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar", recoge un popular refrán en el que muchos aficionados –tanto los partidarios de restringir cuanto más la pesca como los que no quieren oír hablar de ello– piensan tras conocer lo ocurrido en Navarra. Es patente la gran división en Asturias en torno a la normativa de 2023 para la pesca salmonera, que por primera vez ha establecido un cupo de peces por río, en la cuenca del Nalón-Narcea, y restricciones para las zonas libres. Además, entre otras limitaciones, se han dejado en dos las capturas por temporada y pescador.

Juan Antonio Lázaro, gerente del grupo de desarrollo rural del Bajo Nalón, impulsor en la cuenca del Nalón-Narcea del estudio en el que se apoya la normativa asturiana de 2023, ve "justa y razonable" la decisión para el Bidasoa, "donde hay un riguroso control y por tanto está tomada en base a datos científicos, que es como deben hacerse la cosas".

Lázaro defiende extender la medida a algunos ríos asturianos: "Al Esva, desde luego; probablemente, al Eo; y con los del Oriente, a ver qué pasa. En el Narcea, no tenemos datos tan rigurosos, pero lo que hay nos permite ser moderadamente optimistas". Por eso defiende la decisión del Gobierno asturiano de restringir, en parte, la pesca el próximo año: "Todos los que se oponían pueden ver lo que ha pasado en el Bidasoa y darse cuenta de que es necesario aprobar planes de gestión para evitar situaciones más graves. Navarra ha hecho lo justo, razonable y son muy valientes".

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents