Orihuela acabó con los pagos de Duro Felguera a Aqualium porque "no les aportaban nada"

El ex consejero delegado de la ingeniería explica que canceló la relación en 2019, tras llegar al cargo y tener conocimiento de su existencia

José María Orihuela. En el círculo, Álvarez-Cascos y su exmujer María Porto.

José María Orihuela. En el círculo, Álvarez-Cascos y su exmujer María Porto.

J. C.

José María Orihuela, que fue consejero delegado de la ingeniería asturiana Duro Felguera hasta el 30 de junio de 2021, fue quien tomó la decisión, en los primeros meses de 2019, tras tomar posesión de su cargo, de cancelar el contrato por el que la compañía con sede en Gijón realizaba pagos a la sociedad Aqualium Spain, de la que era titular la entonces mujer del político Francisco Álvarez-Cascos, María Porto. Así lo confirmó ayer Orihuela a este diario.

El entonces primer ejecutivo del grupo asturiano tomó la decisión de romper la relación mercantil con Aqualium Spain y poner fin a los pagos nada más tener conocimiento de la existencia del contrato, lo que se produjo poco después de que hubiera asumido el puesto de consejero delegado el 1 de diciembre de 2018.

La existencia de tales pagos fueron desvelados por varios medios de comunicación madrileños. El actual consejero delegado de Duro Felguera, Jaime Argüelles, anunció anteayer la apertura de una investigación interna.

Según su antecesor, José María Orihuela, el contrato procedía de direcciones anteriores y fue rescindido en el comienzo de su mandato tras tener conocimiento de su existencia y verificar que "no tenía utilidad ni sentido empresarial".

Según el diario madrileño "Abc", los pagos periódicos por parte de Duro se iniciaron en 2015. Orihuela sitúa su orden de cancelarlos en torno a febrero de 2019.

Orihuela explicó ayer que tras tomar posesión de su cargo adoptó, entre otras medidas, "la revisión de todos los contratos con agentes comerciales para rescindirlos salvo que realmente aportaran valor", para lo que contó con la colaboración de la consultora Deloitte y se encargó un informe sobre ellos a KPMG. "Los que no aportaban nada fueron cancelados y el que se menciona era uno de los que no aportaban nada. Yo pedí explicaciones de todos los contratos y a qué obedecían. En el caso de referencia se me dijo que no había actividad" que lo sustentase. "El motivo original por el que se hizo el contrato tampoco se sabía", indicó.

Orihuela aduce que pidió la revisión de todos los contratos de la empresa cuando llegó porque, en general, no le gustan este tipo de relaciones con intermediarios y agentes externos, y consideraba que era mucho mejor que la propia sociedad desarrollara los servicios que se contrataban fuera para integrar su gestión, salvo en los casos en los que estuviera justificado externalizarlos. "Preguntamos por cada uno de los contratos: ¿Éste hace algo? ¿Nos ha aportado o traído algo?". Si la respuesta era negativa se cancelaban. "Se conservaron algunos porque eran representantes en algunos países que nos interesaban o porque estaban en gestiones con posibles clientes", explicó el exconsejero delegado de la ingeniería con sede en Gijón. Orihuela sostiene que tres altos directivos actuales de la ingeniería estaban en la época en las que se pagaba a Aqualium, aunque no puede acreditar si fueron conocedores.

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