Álvarez-Cascos, gran pescador

El político asturiano, que tuvo que declarar como testigo por el juicio de la "Gürtel" y ha sido denunciado por apropiarse supuestamente del dinero de Foro, se ve inmerso ahora en otro río revuelto por los ingresos de la empresa de su exmujer María Porto

Álvarez-Cascos, gran pescador

Álvarez-Cascos, gran pescador / E. Lagar

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

"Cascos dijo que venía a salvar Asturias, pero la clave de todo siempre fue el dinero". LA NUEVA ESPAÑA publicaba en febrero de 2013 estas declaraciones del llanisco Fidel Sánchez. Él, que ya se había apeado del proyecto político casquista, había sido uno de los dieciséis diputados de Foro Asturias elegidos en las elecciones autonómicas de mayo de 2011, después de que Francisco Álvarez-Cascos protagonizase una deslumbrante "blitzkrieg" política, una guerra relámpago electoral que, prometiendo casi el regreso de un Jovellanos redivivo, lo llevó en solo cinco meses a la presidencia regional, después de haber abandonado en enero su partido matriz, el PP, al ver que no recibía la aclamación que él esperaba de una formación donde había sido dueño y señor de vidas y haciendas, como quien dice.

Pero habían pasado dos años, Álvarez-Cascos había protagonizado diez meses de gobierno caótico e impotente, luego había anticipado las elecciones y las había perdido frente al PSOE de Javier Fernández. Y entonces, su nuevo partido –y la leyenda del "galáctico" de la política que venía con su motosierra a podar todo lo podre de Asturias– empezó a resquebrajarse. Fidel Sánchez fue de los primeros en denunciar el espejismo que un día los cautivó y de los primeros en reclamar cuentas transparentes en Foro Asturias, de los primeros en advertir que debajo de todo aquello estaba "una UTE, una unión temporal de empresarios en la que no falta quien confunde sus negocios particulares con los del partido".

En 2020 –acorde con las tendencias autodestructivas de la derecha asturiana que el propio Cascos ya inoculó en época de Marqués–, Foro mataba al padre y expulsaba a su fundador. Le acusaba de actuar tal y como había denunciado Fidel Sánchez siete años antes: de usar la caja de Foro en modo "barra libre", de convertir en su monedero personal los dineros públicos que recibía el partido y que aportaban sus militantes. La auditoría encargada por Carmen Moriyón, quien un día fuera la hija política más querida de Cascos, revelaba que el padre fundador había ingresado entre 2011 y 2014 un total de 1,2 millones de euros del partido. A razón de 14.000 euros al mes en salario, más 4.000 euros en gastos de todo tipo; hasta en entradas o videojuegos.

Los mítines son aparte

Además, los auditores encontraron que Foro Asturias había pagado a una empresa de María Porto –que entre 2006 y 2019 fue la esposa de Cascos– un total de 171.373 euros por el alquiler de una sede en Madrid. También encontraron que otra de las empresas que había sido de Cascos hasta que llegó a presidente regional, Tasai, se había convertido en un proveedor preferente de Foro, al que había facturado 186.261 euros. El líder llegó a facturar a su propio partido hasta 25.000 euros por los mítines que había dado en 2011. Y cuando había que subir el sueldo, que no se respirase pobreza: la auditoría encontró que en 2013, su salario creció de un mes para otro en 10.000 euros. Todo eso acabó en los tribunales y ahora Francisco Álvarez-Cascos está pendiente de juicio por una supuesta apropiación indebida de 300.000 euros.

Hasta hace unas semanas, las cuentas de Foro eran el último escándalo económico en el que se había visto involucrado el hombre que, en época de Aznar, fuera escudo y espada de su presidente, especialmente en los asuntos de corrupción que el llamado "dóberman" del PP olfateaba en el PSOE. Sin embargo, esta semana volvió a convertirse en actualidad la relación que Cascos mantiene con el dinero. Se publicó, en dos periódicos nacionales, que empresas vinculadas a Cascos ingresaron hasta un total de 4,7 millones tras dejar la política. Los dos diarios que publicaron estas informaciones, "Abc" y "El Español", resaltan que han accedido a documentación que ha sido depositada recientemente ante la Fiscalía Anticorrupción de las empresas Aqualium y su filial Cinqualium, que acreditaría que el verdadero gestor de la compañía era Cascos y que, además, cobraba un sueldo de 7.700 euros mensuales de estas firmas. El expresidente del Principado, en un comunicado remitido a LA NUEVA ESPAÑA, descarga toda la responsabilidad en la que ahora es su exmujer: "La empresa Aqualium, como es fácilmente comprobable, pertenece desde su constitución a su administradora única María Porto Sánchez y, por lo tanto, es falso que sea ‘una sociedad de Cascos’ y que sea una sociedad ‘gestionada por Cascos’".

Dentro de ese total de 4,7 millones que ingresaron estas compañías hay pagos efectuados por distintas empresas asturianas o radicadas en Asturias. Por ejemplo, según las informaciones publicadas por los mencionados diarios, entre 2015 y 2019 Aqualium ingresó 6.050 euros al mes de Duro Felguera por generar "reputación online" para la compañía y revisar proyectos de ingeniería. Los pagos fueron suspendidos en los primeros meses de 2019, cuando José María Orihuela se convirtió en consejero delegado de este grupo. Según él mismo detalló a este periódico, cuando llegó al cargo se interesó por cada uno de los contratos que tenía Duro y luego, en cada caso, hacía dos preguntas: "¿éste hace algo?" y "¿nos ha aportado o traído algo?". Si recibía un no por respuesta, los pagos se suspendían, como fue el caso.

Pero no solo pagó Duro Felguera. También Thyssen abonó 4.400 euros mensuales durante casi dos años por "asesoramiento". Otras compañías menores, entre ellas la empresa familiar vinculada al exdiputado forista Pelayo Roces y el propio Foro Asturias, pagaron a Cinqualium distintas cantidades en concepto de alquileres de plazas de garaje y despachos en Madrid que no superaban los 12 metros cuadrados. En total, algo más de medio millón de euros entre 2011 y 2014, cuando se liquidó la sociedad.

Francisco Álvarez-Cascos es un conspicuo pescador de salmones. Siente una pasión por la pesca solo equiparable con la que tiene por la política y el poder –que ya es decir–, pero a lo largo de su dilatada trayectoria pública, sobre todo desde que llegó al Gobierno de España en 1996 como Vicepresidente, no solo ha sacado honor y gloria del río de la actualidad. También ha tenido, aparte de los trasiegos mencionados hasta ahora, otros lances indeseados por cuenta de negocios. Tanto la investigación de la trama "Gürtel" de Francisco Correa –que empezó a trabajar como organizador de eventos para el PP cuando Cascos era un secretario general apodado "general secretario"–, como los llamados "papeles de Bárcenas" –sobre la existencia de una contabilidad en dinero negro dentro del partido– fueron durante años un foco emisor de sospechas sobre Cascos, quien, no obstante, en ningún momento fue imputado en la causa.

Las investigaciones policiales de la UDEF habían llegado a señalarle como la verdadera persona que, tanto en el "universo" de Gürtel como en la contabilidad que llevaba el tesorero del partido Luis Bárcenas, aparecía mencionada sobre todo como "P. A. C.", aunque también como "Paco Álvarez", "Paco A. C." o simplemente "Paco". Francisco Álvarez-Cascos siempre ha negado ser "P.A.C" o cualquiera de su variantes encriptadas.

El primer sobre

La cuestión es que el tal P.A.C. aparecía en los "Papeles de Bárcenas" como la persona que había recibido un total de 321.391 euros en sobresueldos de dinero negro entre 1990 y 2004. De hecho, este misterioso personaje fue el primero en empezar a recibir un sobre, que entonces venía relleno con 1.322 euros mensuales. Además, la contabilidad que Bárcenas atesoraba indicaba que el mismo "P.A.C" había aportado 282.472 euros a la caja que llevaba el tesorero popular fuera de los ojos de Hacienda.

Francisco Álvarez-Cascos no solo desmintió que fuera el tal "P. A. C." al que se refería el tesorero del PP que había estado bajos sus órdenes. En sus comparecencias como testigo durante el juicio, el expresidente del Principado negó rotundamente que existiera una contabilidad paralela en el PP que se nutriera de aportaciones de empresarios. En su mayoría, de empresas constructoras que, además, tuvieron importantes contratos con el Ministerio de Fomento cuando él estaba al frente. Por ejemplo, las constructoras citadas en los "papeles de Bárcenas" recibieron en Asturias 600 millones de euros en distintos contratos de obra. En concreto, cinco tramos de autovía y dos del AVE, tal y como desveló LA NUEVA ESPAÑA durante la instrucción del caso.

En cambio, la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Nacional de 2018 discrepa abiertamente de Álvarez-Cascos. No solo considera "plenamente acreditada" la existencia de una contabilidad "B" dentro del Partido Popular. El tribunal, en la página 1.078 de esa sentencia, "pone en cuestión la credibilidad" de testimonios como el de Cascos, Rajoy, Arenas o Pío García Escudero. Según los jueces, estos dirigentes o exdirigentes populares, como entonces ya era el caso de Cascos, dieron un testimonio "no verosímil".

"Papeles de Bárcenas" aparte, la policía también se encontró al misterioso "P. A. C." al rastrear las comisiones que cobraban y se repartían Francisco Correa y otros dirigentes del PP. "P.A.C." aparece, por ejemplo, cobrando 40.000 euros en el reparto de comisiones que hizo la trama de Correa después de haber organizado para los populares la campaña de las elecciones autonómicas de 2003. Durante la investigación policial, las mismas iniciales vuelven a surgir en un negocio que Bárcenas y otros planeaban en relación a la instalación de unas plantas de tratamiento de purines.

La UDEF, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional, sostuvo en un informe su sospecha de que "P.A.C." era Cascos. En una ocasión encontraron a una de las empresas del expresidente del Principado directamente mencionada en los negocios de la trama "Gürtel". Se trataba de la firma Tecnas S.L. Según la policía, y como desveló este periódico durante la instrucción del caso, esta empresa vinculada a Cascos cobró 69.900 euros de Creative Team, una de las firmas administradas por el abogado que le había montado toda la trama societaria a Francisco Correa, el cabecilla de esta red de negocios turbios que, a la postre, acabó costándole el gobierno a Mariano Rajoy. Durante la instrucción, Cascos, que fue llamado como testigo, admitió que había mantenido con Creative Team una relación "profesional, transparente y legal". El pago a la empresa de Cascos, según declaró la persona que entonces estaba al frente de Creative Team, fue en virtud de un "acuerdo verbal" y por un "asesoramientos técnico y económico en materia de infraestructuras de transporte".

Por amor al arte

La investigación de Gürtel rondó a Cascos durante su breve etapa en el Gobierno asturiano y también tras su derrota en 2012. Poco antes de perder esas autonómicas, una nueva polémica cayó sobre él como otra capa que mellaba aún más su leyenda de prócer nacido para la historia. En aquella ocasión –como en los negocios de Aqualium que afloraron esta semana– también su entonces esposa, la galerista María Porto, con quien se había casado en terceras nupcias, tenía papel coprotagonista. Aireados con profusión por el PSOE asturiano, empezaron a salir los números de las compras de arte efectuadas por el Ministerio de Fomento durante el tiempo en que Álvarez-Cascos lo comandaba con su característico estilo marcial. Los socialistas, armados con datos oficiales provenientes de preguntas en el Congreso, denunciaban que la obra de distintos artistas representados por Porto, que por entonces aún era novia y no esposa, habían empezado a entrar en la cartera de compras ministeriales. En total, el gasto que distintos organismos del grupo Fomento (Aena, Renfe, Correos o el propio Ministerio) hicieron en obra de artistas representados por Porto sumaba 3 millones de euros, según los datos aportados por los socialistas.

Si no fuera porque Álvarez-Cascos sostiene que la empresa Aqualium es responsabilidad única de su tercera exmujer y que él no la gestionaba en absoluto, podría pensarse que el que fuera todopoderoso secretario general del PP tuvo algo que ver en lo bien que le fueron las cosas a Porto tras su matrimonio. Aqualium obtuvo, por ejemplo, exposiciones otorgadas "a dedo" por el gobierno autonómico de Francisco Camps en Valencia y, en aquellos años en que aún no se había hundido el sistema de cajas de ahorro y cuando la representación política en los consejos de administración era decisiva, logró el apoyo económico de estas entidades en 25 de las 31 exposiciones que organizó antes de la gran crisis de 2008.

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