El Principado prevé incorporar el teletrabajo desde mayo, un máximo de dos días por semana

El decreto ya pasó por el Consejo Consultivo y fija dos meses para un proceso que el Gobierno se comprometió a implantar el pasado otoño

Juan A. Ardura

Juan A. Ardura

El Principado prevé implantar la fórmula del teletrabajo entre su plantilla a partir del próximo mayo, tres años después del inicio de una pandemia que obligó a que miles de empleados de la administración regional tuvieran que realizar su labor profesional desde el domicilio debido a las restricciones de movilidad. El decreto acaba de pasar el filtro preceptivo del Consejo Consultivo y establece un plazo de, al menos, dos meses para el proceso que debe definir los puestos y trabajadores afectados por esta fórmula laboral, que el Gobierno se había comprometido a tener en marcha para el pasado otoño.

"El teletrabajo ha llegado para quedarse", fue una frase repetida durante la crisis del covid por varios consejeros del Gobierno asturiano. Pero al procedimiento de urgencia, forzado por las limitaciones contra el virus, había que dotarlo de unas normas para su establecimiento formal en aquellos servicios y departamentos de la administración donde sea posible y compatible.

La dirección de Función Pública elaboró unas normas, que ya negoció con los sindicatos con representación en el Principado durante la pasada primavera. Una de las medidas más importantes adoptadas en ese borrador era que la prestación mediante teletrabajo tendría una duración máxima de dos días y que el resto de la jornada debía prestarse en la modalidad presencial. El texto también recogía en una de sus disposiciones adicionales que durante un plazo de 18 meses los funcionarios interesados en la modalidad del teletrabajo deberían contar en su domicilio con un ordenador con capacidad para realizar su labor, si bien pasado ese plazo ya debería ser el Principado quien facilitara el terminal.

La previsión del Gobierno autonómico, trasladada a los representantes sindicales en junio pasado, era tener implantado el teletrabajo a lo largo del otoño de 2022. Pero el dicho de que "las cosas de palacio van despacio", justo cuando arrecian las críticas políticas desde el propio Ejecutivo regional al impacto negativo de la burocracia en la administración asturiana, se ha hecho patente en el recorrido de este decreto. El Consejo Consultivo trató el contenido de esta nueva norma en su pleno del pasado 1 de diciembre y resolvió tres semanas después un dictamen que no incorpora grandes cambios ni novedades. El citado órgano consideró innecesaria una disposición adicional sobre "lenguaje no sexista" en el citado decreto porque "el uso no marcado o genérico del masculino para designar los dos sexos está firmemente asentado en el sistema gramatical del español (...) y no hay razón para censurarlo". Sin embargo, esta indicación del Consultivo ha sido desoída, ya que el decreto mantiene la disposición adicional única para aclarar el empleo del género masculino inclusivo.

Los próximos pasos

El siguiente paso, una vez se trate el decreto de nuevo en la Mesa General del Principado este viernes, será la publicación en el Boletín Oficial autonómico (BOPA) para su entrada en vigor veinte días después. Entonces se pondrá en marcha el proceso para que los empleados del Principado interesados pidan su incorporación al teletrabajo, una solicitud que deberá resolverse en un plazo máximo de dos meses.

Los sindicatos CSIF y USIPA coinciden en denunciar el retraso en la aplicación de esta modalidad, que ya lleva un año en la Administración General del Estado (AGE). "En el mejor de los casos no estará antes de mayo, y eso sin contar con el parón que sufre la administración cuando hay convocatoria electoral", aseguraron a este periódico desde ambas organizaciones sindicales.

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