"No pensé que un perdigón pudiese hacer tanto daño", dice el peñamellero que mató a un perro de un tiro

"Se estaba metiendo en mi casa a por comida", se defiende A. L. P., de 78 años, cuyo juicio se suspendió por la huelga de secretarios

Un agente de la Guardia Civil.

Un agente de la Guardia Civil. / Guardia Civil

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

"No pensaba que un perdigón pudiese hacer tanto daño, no le disparé para matarlo, solo para espantarlo", ha asegurado esta mañana A. L. P., el jubilado de 78 años acusado de matar al perro de un niño de un tiro en Oceño (Peñamellera Alta). El juicio tuvo que suspenderse por la huelga de secretarios judiciales, pero no obstante indicó a LA NUEVA ESPAÑA que su acción estuvo de lo más justificado. "Se estaba metiendo en mi casa a por comida y no era la primera vez. Cogí la carabina y le disparé a la puerta de casa. Salió corriendo aullando", relató.

Lo hechos ocurrieron, según la acusación, sobre las ocho de la tarde del 6 de julio de 2021. El jubilado usó una carabina de aire comprimido, calibre 5,5, carente de documentación, en las inmediaciones del parque, donde había varios niños jugando. Uno de ellos era dueño del perro tiroteado, un Border Collie. Después de recibir el disparo lo llevaron al veterinario, pero no pudieron hacer nada.

Ahora le piden al jubilado año y medio de cárcel y 1.500 euros de indemnización. Esto último le indigna bastante. "¿Cómo pueden pedirme 1.500 euros por un perro que no estaba vacunado, ni tenía documentación, y ya era adulto? No creo que vaya a pagar eso", afirmó.

Y andaba también un poco molesto por que le hubiese hecho venir a Oviedo desde Peñamellera Alta de balde. "Somos jubilados y estos viajes nos suponen mucho gasto. ¿Qué quieren, que nos quedemos sin comer a mitad de mes?", se preguntó.

Al jubilado, los agentes del Seprona de Llanes le encontraron en casa, aparte de la carabina, un revólver del 38 que estaba tan cubierta de óxido que las piezas no se podían mover, así como dos escopetas con licencia. "El revolver no se puede usar. Pedí que me lo legalizaran, pero no me dejaron", confesó. Ahora tendrá que regresar a Oviedo dentro de unos meses para celebrar el juicio.