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Así se vive una xelada "de las de antes" en el pueblo más frío de Asturias: "Esta fue curiosa"

"Abrigarse y ‘tizar’", el mejor remedio contra las gélidas temperaturas registradas en el Principado

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EN IMÁGENES: Pajares, la nevera de Asturias, amanece a -9,3ºC Luisma Murias

"Esta fue curiosa, como las de antes", decía este lunes Anabel Fernández García, vecina de Pajares, mientras esperaba al camión del gasoil para recargar el depósito de la calefacción. Y es que hacía años que no caía una nevada como la que hace unos días cubrió Pajares bajo una cuarta de nieve, y que no se vivía una xelada como la de la madrugada del domingo al lunes. La Agencia Estatal de Meteorología registró 9,3 grados bajo cero a eso de las cinco de la mañana, pero Ricardo Soares, un portugués de Oporto que pasa unos días en Pajares para esquiar, asegura que vio bajar el termómetro a los 11 bajo cero. En cualquier caso, Pajares fue el pueblo más frío de Asturias, a poca distancia del Puerto del Pico, en Ávila, donde se registró el mínimo de España, 11,9 bajo cero. Será tónica de la próxima semana y media: heladas y ausencia de lluvias.

En Pajares, costaba encontrar a gente por la calle de buena mañana. A eso de las diez de la mañana había tres grados bajo cero, y eso que el sol lucía sobre el pueblo. Uno de los más madrugadores fue Ángel Fernández, de 70 años, que cogió el coche para ir a dar de comer a sus gallinas, que tiene a un kilómetro del pueblo. "Hay que ir todos los días, los animales no conocen de xeladas", aseguraba. El misterio para aguantar tanto frío es muy simple: "Abrigarse y ‘tizar’ la cocina de carbón", aseguró. A pesar de las últimas nevadas, este vecino de Pajares se muestra convencido del cambio climático. "Es verdad que lo hay, ya no nieva tantos días como lo hacía antes", aseguró.

Los vecinos de Pajares esperaban este lunes como agua de mayo al repartidor del gasoil para calefacción. Era el caso de Anabel Fernández García, que reside al pie de la carretera, que este lunes contemplaba el incesante paso de camiones. "Antes nevaba más", aseguró, aunque también reconoció que este lunes hacía frío de verdad. Esta vecina de toda la vida de Pajares no tiene más secreto para soportar el frío que "estar en casa bien caliente". Pero este año le va a costar un pico. Cuando el repartidor del gasoil dijo el precio del litro, pegó un grito. Ni más ni menos que 1,27 euros. "Cada invierno echo mil litros. Este año está imposible el precio", aseguró.

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EN IMÁGENES: Pajares, la nevera de Asturias, amanece a -9,3ºC Luisma Murias

Pasearse por el pueblo más frío de Asturias requería en la mañana de este lunes de grandes dosis de equilibrio y unas buenas botas. El suelo estaba helado en muchos tramos, tanto como los carámbanos que pendían de lo canalones. En la casas, las cocinas de carbón ardían a toda capacidad. Como la de Carmen González de Lena, de 83 años, una vecina de Oviedo que lleva en la casa de la familia de Pajares desde que empezó la pandemia para evitar contagios. "Todo este frío se combate echando madera a la cocina de carbón", aseguró esta mujer, que pertenece a una familia muy relacionada con el esquí deportivo.

Tiempo excelente

El esquí es lo que trajo a Pajares a los portugueses Ricardo Soares y Miguel Pacheco y sus esposas. Procedentes de Oporto, este lunes trataban de mantenerse calientes en el frío de Pajares, antes de subir a la estación de esquí. "Hace bastante frío. Esta noche había 11 grados bajo cero. Menos mal que ha despejado, porque el domingo no se veía a tres pasos por la niebla", aseguró Soares. Los portugueses se mostraron encantados con su primera vez en Asturias y las pistas de esquí de Pajares.

Hasta el puerto de Pajares se desplazaron muchas personas este lunes. El gijonés Raúl de Lera, que iba camino de la estación de esquí, se paró para hacer una foto. "Merece la pena pasar un poco de frío para fotografiar este paisaje", confesó. Este jubilado acudía a la estación por primera vez este año. "Prefiero venir por semana, el sábado y el domingo hay demasiada gente", aseguró. Y eso que "no están abiertas todas las pistas", según aseguró.

En el puerto también estaban el médico de familia Juan Fernández –adscrito a Pola de Lena y Campomanes–, su mujer, la artista Andrea Rabat, y sus hijos, Álvaro y Nora, que disfrutaban por primera vez de la nieve. "Con la pandemia no pudimos venir a la nieve. La más pequeña está decidiendo si le gusta o no", decía la pareja. A los pequeños, los tres grados bajo cero del puerto no les impedía jugar con la nieve ante la mirada de sus padres. Con el cielo despejado, la vista era inmejorable. Este tiempo despejado continuará donde diez o doce días más, con fuertes heladas.

Una xelada "de las de antes" en el pueblo más frío de Asturias

Más de 1.500 aficionados al esquí en Valgrande-Pajares, "como en el mejor fin de semana"

Hacía tiempo que no había un día tan despejado y con tan buena nieve en Valgrande-Pajares y se notó con la afluencia de aficionados a la estación, más de 1.500 personas, "como en uno de los mejores fines de semana", según indicó el director de las instalaciones, Javier Martínez. Y eso que no están abiertas todas las pistas. Las dos del Vallón se abrirán, indicó Martínez, presumiblemente el próximo fin de semana. Difícilmente se podían pedir mejores condiciones para esquiar este lunes: temperatura baja, cielo despejado y buena nieve. Los aficionados lo intuyeron y acudieron en masa. Era difícil encontrar aparcamiento este lunes en la estación. Los carámbanos que colgaban de la mayoría de los edificios indicaba el frío y el viento que azotó estas alturas en los últimos días, pero este lunes el ambiente era agradable con un grado bajo cero. Las previsiones para los próximos días son inmejorables. Para el resto de la región se esperan este martes cielos despejados y fuertes heladas: hasta tres grados bajo cero de mínima en Oviedo, cuatro bajo cero en Cangas del Narcea. Urge por tanto abrigarse.

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