Transportes invita a Barbón a investigar los errores al diseñar nuevos trenes para Feve

Políticos de la oposición y colectivos de usuarios tachan de "chapuza" los fallos en las medidas de los convoyes

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ayer, en Castro Urdiales (Cantabria). | Efe

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ayer, en Castro Urdiales (Cantabria). | Efe / Ramón Díaz

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Habrá "ceses fulminantes" en Renfe y en Adif por los errores observados en las medidas de los 31 trenes (10 para Asturias) del último encargo para la red de ancho métrico (antigua Feve). Lo prometió ayer en Castro Urdiales (Cantabria) la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, quien pidió perdón por las equivocaciones en los pliegos del contrato adjudicado en 2020 a la empresa CAF, que hubieran provocado que los trenes (aún por construir, pues el error se detectó durante la fase de diseño) no cumplieran la distancia mínima que exige la normativa de seguridad vigente a los laterales y el techo en algunos túneles de Asturias, Galicia y Cantabria.

Raquel Sánchez anunció un grupo de trabajo que investigará lo ocurrido, con vistas a depurar responsabilidades, y al que ha invitado a los gobiernos de Cantabria y Asturias. También se ha comprometido a que el nuevo modelo de tren esté diseñado este verano, a que la fabricación de los convoyes comience de inmediato y a que sean entregados "cuanto antes" para "acortar el retraso al máximo". No obstante, la secretaria de Estado de Infraestructuras, Isabel Pardo de Vera, ya aclaró hace unos días, durante una visita a Asturias, que los nuevos convoyes estarán listos "en dos o tres años".

"No me va a temblar la mano para depurar responsabilidades y evidentemente se van a producir ceses inminentes, tanto en Renfe como en Adif, para asumir las responsabilidades por este error", anunció la Ministra. "Partimos de una situación previa de 40 años en los que no se habían renovado los trenes en este país y ha sido este Gobierno el que, para corregir esa desidia y ese abandono, ha puesto encima de la mesa y esta ejecutando un plan de renovación de los trenes de más de 3.000 millones de euros", destacó.

Tanto el presidente del Principado, Adrián Barbón, como el de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, manifestaron su enfado por lo que este último calificó de "chapuza monumental". "Estoy que trino", dijo el dirigente asturiano. En términos similares se manifestaron ayer políticos asturianos y representantes de asociaciones de usuarios. El candidato del PP a la presidencia del Principado, Diego Canga, criticó a Barbón por limitarse a decir "estoy que trino" ante "una gestión que se puede calificar de chapuza. Tendría que estar más preocupado de defender los intereses de Asturias que de no molestar a Sánchez", se quejó. "Este nuevo fracaso en la gestión de Sánchez condena a los usuarios asturianos de Feve a tener que resignarse, durante al menos otros tres años, a utilizar material anticuado y deteriorado", añadió, a la vez que opinó que Asturias necesita "otro gobierno que solo mire por el bien de los asturianos", y "la única alternativa a Sánchez y Barbón" es "el Partido Popular", concluyó.

La candidata autonómica de Podemos, Covadonga Tomé, resaltó que el País Vasco sí ha recibido sin retraso los trenes de ancho métrico que encargó (comenzarán a circular este verano), y calificó de "chapuza" lo ocurrido y de "ridícula" la situación actual. Criticó a Barbón por su declaración y le instó a pedir responsabilidades.

El presidente de la Asociación de Usuarios de Renfe-Feve España, Carlos Fernández Mayo, recordó hechos parecidos que también afectaron a la red de Feve, como cuando dos series de trenes "resultaron un desastre porque chocaban las puertas contra los andenes, porque no se probaron antes de ponerlos en circulación". La situación actual es "otro disparate más que afecta al ancho métrico", que achaca a que "el tren convencional y la España vaciada no interesan nada, todo es AVE".

Carlos García Alcalde, presidente de Asturias al Tren, subrayó que no ha visto "chapuza semejante" por la "dejadez y la desidia" de los responsables políticos. Auguró que los trenes no estarán listos en tres años, sino "en cuatro o cinco". Asegura que basa su aseveración "en la experiencia de la obra ferroviaria: nunca se cumplen los plazos".

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