Análisis

HUCA y Cabueñes: cambios simultáneos, necesidades diferentes

Las autoridades sanitarias, que no saben lo que será de su propio futuro más allá de junio, deben adoptar una decisión con vocación de perdurar en el tiempo

El HUCA y el Hospital de Cabueñes

El HUCA y el Hospital de Cabueñes

En plena precampaña electoral para las autonómicas y las municipales, el Gobierno de Asturias se dispone a nombrar nuevos gerentes para los dos principales hospitales de la región: el HUCA (Oviedo) y Cabueñes (Gijón). En el primer caso, el relevo es forzoso: Luis Hevia Panizo (Avilés, 1966), de baja desde hace 18 meses por un problema de salud, se jubila de manera anticipada y definitiva a la temprana edad de 56 años. Hay quienes consideran incomprensible que este cambio no se llevara a cabo mucho antes. Parece ser que esta demora obedece a un gesto de consideración con el doctor Hevia, a quien se quería evitar un desaire durante su proceso de recuperación. En cambio, la marcha del gerente de Manuel Bayona (Huelma, Jaén, 1956), máximo responsable del área sanitaria de Gijón y del Hospital de Cabueñes, ha pillado por sorpresa a muchos. Llevaba tiempo anunciando a sus allegados que se jubilaría después de las elecciones autonómicas del próximo mayo. Al final, los plazos se han adelantado en contra de su voluntad.

Cambios simultáneos. Tras estas dos jubilaciones, el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y Cabueñes afrontan un cambio de gerente de manera simultánea. Es un hecho infrecuente y que invita a prever que en ambos casos se aplicarán criterios similares en la selección de los nuevos responsables. Si la Consejería de Salud cumple su promesa de agilizar los nombramientos, estos se llevarán a efecto pocas semanas antes de las elecciones al Principado, en un clima de convulsión e incertidumbre. Nadie sabe quién gobernará en Asturias a partir de junio. No parece que estemos en el momento más adecuado para atraer a grandes figuras de la gestión sanitaria. Sin embargo, las autoridades sanitarias, que no saben lo que será de su propio futuro más allá de junio, se aprestan a adoptar dos decisiones estratégicas y con vocación de perdurar en el tiempo.

Situaciones muy distintas. Ya que han decidido meterse en harina, lo deseable sería que los equipos directivos de la Consejería y del Servicio de Salud (Sespa) analizaran con detalle las situaciones y las necesidades de cada uno de los hospitales. El HUCA y Cabueñes viven coyunturas distintas que quizá inviten a buscar perfiles diferentes que se adecuen a los retos que cada uno ha de acometer.

Saldo de gestión positivo. El HUCA se trasladó a su actual sede de La Cadellada en junio de 2014. La mudanza fue tormentosa y conflictiva. Generó fuertes tensiones internas. Luis Hevia llegó a la gerencia en septiembre de 2016. Su mayor bagaje previo había sido dirigir precisamente el Hospital de Cabueñes entre 2008 y 2011. Su perfil era considerado demasiado bajo por quienes entendían que el HUCA necesitaba una figura destacada que ascendiese al hospital a una liga superior. Sin embargo, la gestión de Luis Hevia –secundada por su calidad personal y su talante conciliador– ha generado el sosiego que necesitaba un hospital crispado. Durante la pandemia de covid-19, supo dotar al complejo sanitario de una cohesión y una serenidad también elogiables. Al surgir su problema de salud, sus colaboradores más inmediatos –Beatriz López Ponga y José Antonio Vecino–, bajo su asesoramiento, llevaron adelante una gestión caracterizada por esos mismos rasgos.

Continuidad o cambio. ¿Qué necesita ahora el HUCA? Habrá quienes digan que es la hora de un salto. Otros pensarán que, en fase de pospandemia y de listas de espera disparadas (en el HUCA, en toda Asturias y en España), lo más conveniente es un nuevo periodo de continuismo. El hospital ovetense es, a la vez, un gran centro sanitario y un hospital que debe resolver muchos procesos banales. La decisión no es sencilla.

Gijón, inmersa en novedades. Muy distinta a la del HUCA es la situación de Cabueñes. La sorpresiva marcha de Bayona se suma a dos cambios recientes y relevantes en el organigrama del área sanitaria V. El mes pasado, José Manuel Pello, hasta entonces subdirector de Atención Sanitaria y Salud Pública, asumió la jefatura del servicio de Urología del Hospital Valle del Nalón; y el pasado octubre, Óscar Veiras, director de la misma área, pasó a la subdirección de Atención Primaria de los servicios centrales del Sespa. La partida de este último –que pese a centrarse en la gestión de los centros de salud concitó un profundo respeto profesional en el ámbito hospitalario–, decepcionó al personal gijonés. Sin embargo, su sucesor, Iván Pidal, cuenta también con el apoyo mayoritario del área V y es ya una de las figuras de referencia en materia de gestión.

Jubilación sorprendente. Extraña también en la ciudad que la Consejería de Salud justifique el cese de Bayona por su jubilación. El gerente saliente, de 66 años, siempre había proclamado que no se sentía cansado y aclaró que su «compromiso» con el Principado como gerente abarcaba hasta el final de esta legislatura. Que el relevo se ejecute ahora y no en junio no fue decisión suya, pero ha preferido mantener un perfil bajo y asegura que asume su salida «con tranquilidad».

Proyectos en marcha. Pero lo cierto es que deja muchos frentes abiertos. El hospital está inmerso en una ansiada ampliación que duplicará su espacio y a punto de iniciar el recrecido de dos plantas en su edificio central para albergar cirugía robótica, entre otros proyectos. Parte de las mejoras, canalizadas con fondos europeos, tienen unos exigentes plazos de ejecución.

Novedades, las justas. El cambio de gerencia en este momento, entonces, da a entender que el Principado busca un cambio para Cabueñes y su área sanitaria. En el hospital gijonés no se desean grandes sorpresas ni perfiles geniales. El personal defiende que lo necesario sería un fichaje «de confianza» y que ya conozca la actualidad local.

Candidatos. Elegir un gerente de fuera –como fue en su día el caso de Bayona, andaluz– en mitad de un año lleno de obras resulta impensable. El cirujano Manuel Vallina-Victorero y el propio Óscar Veiras son algunos de los candidatos que cuentan con el apoyo de sus compañeros. Ese nuevo gerente, además, deberá aplicar una sensibilidad especial para la Atención Primaria, que se reformulará tras la construcción del centro de salud de Nuevo Roces y que lleva años reclamando un mayor protagonismo y más atención por parte de las autoridades sanitarias.

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