La revuelta de los médicos en Asturias sube de nivel y ya barajan una huelga

"Para sacar a los jóvenes del barro, nos meten a todos en él", se quejan 258 facultativos de familia, que estudian constituir un nuevo sindicato

En primer término, por la izquierda, Óscar Salinas, Tatiana Fernández y Alfredo Fernández, ayer, en un momento de la asamblea de la Plataforma de Médicos Titulares de Asturias, en el Colegio Oficial de Médicos. | M. G. Salas

En primer término, por la izquierda, Óscar Salinas, Tatiana Fernández y Alfredo Fernández, ayer, en un momento de la asamblea de la Plataforma de Médicos Titulares de Asturias, en el Colegio Oficial de Médicos. | M. G. Salas / M. G. SalasM. G. S,

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

La crisis de los sanitarios va a más en Asturias. Tras la multitudinaria protesta que hubo el domingo en Oviedo –participaron más de 4.000 profesionales, sobre todo enfermeras–, ahora los médicos de familia contrarios al nuevo sistema de guardias se plantean convocar una huelga para ejercer más "presión" ante el Gobierno de Adrián Barbón. La medida la puso ayer encima de la mesa la Plataforma de Médicos Titulares de Asturias (Plameta), integrada por 258 facultativos de atención primaria, "la mitad" de los existentes en la región con plaza en propiedad, según subrayó uno de sus portavoces, Óscar Salinas, médicos en Mieres, durante la celebración, en la sede del Colegio de Médicos, de la segunda asamblea del colectivo, que se formó el mes pasado.

Hay más propuestas en estudio: la de constituirse como sindicato independiente para poder negociar con el Principado y la de exigir el cobro de la docencia. Respecto a esto último, 50 médicos ya han renunciado a ser tutores de los residentes que se incorporen en junio. "Tomar esta decisión nos duele muchísimo, pero para nosotros la docencia es un sobreesfuerzo y ésta es una medida más de presión", dijo Alfredo Fernández San Martín, facultativo en Pravia y miembro también de la plataforma.

La crispación viene por el acuerdo que cinco de las seis organizaciones sindicales con representación en la mesa de negociación firmaron hace un mes con el Sespa –SIMPA, SATSE, UGT, CC OO y CSIF; solo se desmarcó SICEPA-USIPA– para poner en marcha un nuevo modelo de atención a las urgencias en la red de centros de salud. Entre otras cosas, el acuerdo contempla 43 euros por hora de guardia. Es una retribución superior a la de las guardias ordinarias, pero accesible solo si previamente se han hecho la jornada ordinaria de 35 horas semanales y otra complementaria de 21 horas mensuales en el ámbito urbano y de 54 en el espacio rural. "Hacemos muchas horas y no queremos hacer más", clamó Óscar Salinas como lo hizo en la primera asamblea.

Sin embargo, denuncian, el acuerdo les atiborra de más horas. "Para mejorar a los compañeros que estaban más perjudicados –los jóvenes–, nos aminoran las condiciones laborales a los que estábamos menos mal –los que son titulares–", se quejó Salinas. Dicho con otras palabras más claras: "Para sacar a los compañeros del barro, nos meten en él a todos, a los médicos que más hemos dado al sistema sanitario". "Nos sentimos infravalorados", protestó una vez más Óscar Salinas, quien durante años desempeñó cargos de responsabilidad en el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), uno de los que apoyaron el acuerdo del Principado.

Desde que entró en vigor el nuevo sistema de guardias, "en absoluto se ha producido una mejora de la atención primaria", según resaltó Alfredo Fernández. El servicio al paciente continúa siendo "deficiente" y las condiciones de los médicos con más experiencia ha ido a peor. Sin ir más lejos, "nos dieron las nuevas carteleras y el 50% de mis guardias son viernes, sábados y domingos". En la práctica, el acuerdo, criticó Tatiana Fernández, facultativa en Pravia, abre la puerta al Sespa "a calzarnos una guardia en el momento que sea y durante el tiempo que sea". "Esto es muy lesivo para nosotros y por eso decimos que los sindicatos que firmaron el acuerdo nos vendieron. No lo entendemos. A mí me pueden decir a las dos de la tarde que tengo que quedarme esa noche a hacer una guardia o llamarme un sábado para decirme que una compañera se ha puesto enferma", ahondó Fernández. Es decir, total disponibilidad y cero conciliación familiar. Y si hacen más guardias, apuntó, "eso supondrá el desmantelamiento de los equipos de por las mañanas y la pérdida de longitudinalidad del paciente –que siempre nos atienda el mismo médico–".

"No nos reciben"

Desde que la Plataforma de Médicos Titulares de Asturias se constituyó el mes pasado, la consejería de Pablo Fernández se ha cerrado en banda a recibirles, según dicen. "No quieren saber nada de nosotros. Hace tres semanas que les mandamos un escrito y ellos nos dicen que no somos representantes legales", aseguró Óscar Salinas. De ahí que una de las medidas que barajan sea constituirse en un sindicato independiente de médicos y enfermeros titulares. La huelga, obviamente, sería el último cartucho, pues los médicos contrarios al nuevo modelo de atención primaria confían en poder modificar "las partes más lesivas" del acuerdo en las reuniones de seguimiento que se celebren de aquí en adelante.

Los médicos críticos indicaron que estuvieron en la gran manifestación del domingo por las calles de Oviedo y rechazaron las declaraciones que hizo la gerente del Sespa, Conchita Saavedra, relativas a que la protesta podía responder a "intereses políticos". "En la concentración estuvieron representantes del PSOE, PP, IU, Podemos, SINPA, USIPA, UGT... Todo tipo de gente. Que el Gobierno intente banalizar esto y no reconocer el problema... Algo reconoció Barbón, pero porque queda bien hacerlo", espetó Óscar Salinas.

Mientras crece el descontento, ayer continuaron las negociaciones de los sindicatos con el Sespa para conseguir mejoras para médicos y enfermeras. Según las organizaciones participantes, el acuerdo está "próximo", pero aún no está cerrado. "No todo es dinero. Seguiremos y a ver hasta dónde llegamos", manifestaron.

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El cese "inmediato" del director de Gestión de Cuidados y Enfermería del área sanitaria IV por las carteleras de trabajo. Eso es lo que pide CSI ante las reiteradas quejas del personal de enfermería por la gestión de sus descansos. "El 5 de diciembre de 2022 enviamos un escrito a la Gerencia solicitando volver a las carteleras anteriores, con los descansos distribuidos durante todo el año, transmitiendo el hastío, el cansancio y la desmotivación al que se está llevando al personal de turno rotatorio. A ello se suma la denegación de días, la sobrecarga asistencial y los problemas de conciliación", protestan en un comunicado. Pese a ello y a las concentraciones organizadas, la Gerencia no se reunió hasta el 31 de enero con la Junta de Personal, que rechazó sus propuestas. Por todo ello, CSI solicitó ayer el cese de Joaquín Menchaca Muñiz "por ser el principal responsable de la situación"; el compromiso por escrito de que las carteleras en 2024 incluyan descansos para todo el año; modificar las carteleras de 2023; e implantar un programa informático para vacaciones.

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