"Asturias tiene mucho que ganar y poco que perder con el ‘lobby’ cantábrico", aseguran los expertos

Especialistas en los sectores del transporte y la planificación territorial piden dotar de inmediato de contenido la alianza con Galicia, Cantabria y Euskadi

Por la izquierda, los presidentes Alfonso Rueda (Galicia), Adrián Barbón (Asturias), Íñigo Urkullu (País Vasco) y Miguel Ángel Revilla (Cantabria), el pasado lunes, durante la cumbre de Vitoria. | Irma Collín

Por la izquierda, los presidentes Alfonso Rueda (Galicia), Adrián Barbón (Asturias), Íñigo Urkullu (País Vasco) y Miguel Ángel Revilla (Cantabria), el pasado lunes, durante la cumbre de Vitoria. | Irma Collín

Ramón Díaz

Ramón Díaz

"Naturalmente que el ‘lobby’ cantábrico es bueno. Tenemos poco que perder y mucho que ganar. ¿Que el País Vasco va a ganar más que nosotros? Normal, pero nosotros podremos ganar algo, y sin esa alianza no ganaremos nada", opina el ingeniero Juan José Tielve, exconsejero de Fomento. Indicó que dejar el liderazgo de la alianza en manos del Gobierno vasco, "claramente predominante sobre el nuestro", tiene un "riesgo" que está "en función de la capacidad de nuestros gobernantes". El País Vasco aventaja a Asturias, sobre todo, "en planificación y organización; tenemos mucho que aprender de ellos", apunta Tielve, que cree que el "lobby" obligará al Gobierno asturiano a "adquirir compromisos", lo que supone "incomodidad, por el miedo a no cumplirlos". Cree que el País Vasco sí "se mojará y cumplirá". No lo tiene tan claro de otros gobiernos. Por ello es pesimista: cree que la alianza "no va a salir adelante".

"A Asturias le interesa una eurorregión que vaya desde Oporto a Normandía, territorios hoy periféricos en Europa, que debe cimentarse sobre una base sólida. Por eso es importante reforzar al núcleo del Noroeste, tal como algunos propugnamos desde 2016", comenta el presidente del Foro Jovellanos, Ignacio García-Arango. "Debe hacerse yendo todos de la mano desde la libertad, sin maniobras y sin imposiciones, pero también desde el alma, es decir desde la ilusión, el buen juicio, el cerebro y sin duda, el conocimiento: no desde la improvisación y la palabrería", añade. Por eso no cree en una alianza diseñada "desde el liderazgo de uno y el sometimiento de los demás, porque el colonialismo jamás funciona". Esto no significa que rechace "el valor de muchas virtudes y actitudes vascas, que todos debemos adoptar, así como su indudable centralidad territorial".

Según García-Arango, "si funcionamos unidos nos beneficiaríamos en todo, pues generaríamos oferta y demanda, derivadas de los intercambios, internos y con el mundo. Además se beneficiará a Europa centrándola hacia un oeste y creándole una puerta de entrada y salida al camino natural hacia los siete mares", añade. Aboga por que la economía a crear sea "una libre, abierta al mundo y que genere riqueza desde una competitividad fundamentada en la inteligencia, la innovación y la capacidad de aprender, no desde auxiliar en trabajos obsoletos. Si creamos unos protectorados del País Vasco fracasaremos", alerta.

"La idea de mejorar la comunicación transcantábrica es muy buena, pero llega tarde. Tendría que haberse planteado antes de un AVE a Madrid", apunta el economista Fernando Rubiera, quien resalta que hay "mas sinergias y efectos potenciales en esa red de ciudades de Cantábrico que con Madrid". En todo caso, "aunque sea tarde, bienvenida", añadió. Admite que esa red beneficia "especialmente a Bilbao, que reforzaría su liderazgo en el norte. Pero la posición central del núcleo metropolitano de Asturias le da también muchas ventajas a nuestra región", indica Rubiera, quien considera la propuesta "muy interesante, también desde la perspectiva de ser un ‘lobby’ de presión geográfica frente a Europa". No obstante, lanza una alerta: "Como siempre, para que no quede en lo que parece que es (un escaparate ante las inminentes elecciones) hay que dotarlo de inmediato contenido. O se pone en marcha una infraestructura concreta o se promueven proyectos conjuntos, pero hay que pasar a la acción de inmediato".

"¿Por qué el ‘lobby’ cantábrico tiene que estar bajo el liderazgo del País Vasco?". Al presidente de la Plataforma Tecnológica de Túneles Pajares (PTTP), Vicente Luque, le parece "muy positiva" la alianza con Euskadi, pero teme que el Gobierno de Urkullu busque solo beneficiar a esa comunidad y al puerto de Bilbao. "La alianza con el País Vasco puede ser muy positiva en asuntos como la innovación tecnológica, el emprendimiento o la formación. En eso son punteros", señala.

No tiene tan claro que sea beneficiosa para Asturias en materia de infraestructuras. Primero, porque El Musel puede convertirse en un gran competidor del puerto de Bilbao con la variante de Pajares, lo que puede estar generando "preocupación" en Euskadi. Y segundo, porque cuestiona la pretensión vasca de unir los puertos cantábricos por ferrocarril. "Nunca oí que se quisieran enlazar por ferrocarril los puertos de Amberes, Rotterdam y Ámsterdam. Los puertos miran hacia el interior, no buscan unirse. ¿Para qué, para pasear contenedores? No tiene sentido ninguno", exclama.

Luque sostiene que para el País Vasco el problema no es Francia. Aunque la alta velocidad solo llega a Burdeos, y el Gobierno galo ha aplazado su extensión hasta Hendaya más allá de 2035, "la línea existente tiene "capacidad sobrada" para el tráfico de mercancías actual. Además, "para el País Vasco la conexión cantábrica es más importante que la conexión con Francia", indica Luque, quien cree que lo que busca Urkullu con el "lobby" es apuntalar a Bilbao como el principal puerto del Cantábrico.

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