Un conductor que huyó de forma temeraria tras provocar un accidente de tráfico en la Autopista "Y" y circulaba con una tasa de alcohol superior a la permitida en más de tres veces, ha sido detenido por agentes de la Policía Local de Oviedo, con la inestimable ayuda de un policía del cuerpo que se encontraba fuera de servicio. El conductor detenido, palentino, se negó a hacer la prueba de drogas y agredió a los agentes actuantes, golpeando además el coche patrulla.
Los hechos se produjeron a las diez de esta mañana, en la ronda exterior de Oviedo (A-66), entre el enlace a la ronda sur y la salida de Colloto, en sentido a ésta. Un conductor venía realizando una conducción irregular e hizo un adelantamiento que no ejecutó adecuadamente, golpeando lateralmente un vehículo en el que viajaban unos jóvenes, que estuvieron a punto de salirse de la calzada. Lejos de pararse, el causante del golpe siguió la marcha haciendo eses, según un testigo presencial.
Un agente local fuera de servicio que circulaba por la autopista observó los hechos y trató de dar el alto al conductor, pero este hizo caso omiso y continuó la conducción a gran velocidad. El agente le siguió dándole las luces y enseñándole la placa. Tras salirse de la autopista en Colloto, el conductor fue interceptado por el agente a la altura del Hotel Los Abedules. A la zona llegaron dos coches patrulla de la Policía Local. Los agentes le hicieron la prueba de alcoholemia, que dio como resultado 0,79 miligramos de etanol por la litro de aire espirado, lo cual triplica la tasa permitida.
También acudieron a la zona agentes de la Guardia Civil de Tráfico con el fin de elaborar el atestado. El conductor se negó a hacer la prueba de drogas (motivo por el que está investigado por desobediencia y negativa a hacer la prueba) y cuando se le invitó a salir del vehículo arremetió con puñetazos y patadas contra los agentes, hasta que fue reducido, maniobra en la que también colaboró el agente fuera de servicio. Una vez en el interior del coche policial, el conductor comenzó a dar golpes y patadas contra el mismo, volviendo a ser reducido.
Los jóvenes cuyo coche fue golpeado agradecieron al agente fuera de servicio su providencial intervención, ya que hubiese huido sin hacerse cargo de los daños causados, sin olvidar que se trataba de un auténtico peligro para los conductores.