Las argucias de presos para ir al módulo femenino, "un fraude de ley", dicen juristas

Xente Gai considera imposible la entrada de hombres en la cárcel de mujeres: "Tienen que demostrar que están cambiando de sexo"

La cárcel de Asturias. | Luisma Murias

La cárcel de Asturias. | Luisma Murias / Luis Ángel VegaL. Á. Vega

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Los seis presos de la cárcel de Asturias que quieren cambiar de sexo de forma registral, con el fin, al parecer, de entrar en el módulo de mujeres de la prisión, podrían ver sus pretensiones frustradas de forma muy fácil. Y es que aún rige la circular 7/2016 de la Secretaría de Estado de Instituciones Penitenciarias, según la cual, para que un hombre pueda cambiar de un módulo penitenciario masculino a otro femenino, es necesario un informe médico que demuestre que realmente el solicitante está realizando un cambio de sexo. Esto no está demostrado en el caso de los seis reclusos que han pedido, o van a pedir, el cambio de sexo en el Registro Cicil de Llanera.

Lo indica Yosune Álvarez, coordinadora de Xente Gai (Xega), quien añade que la iniciativa de los reclusos "no tiene sentido, y además es un fraude de ley". Álvarez añade que los proponentes deben esperar hasta junio o julio para que la administración les conceda el cambio de sexo registral. Según la coordinadora de Xega, para que se realice ese cambio de módulo, el solicitante debe demostrar que está sometiéndose a un tratamiento hormonal y que está a la espera de someterse a las correspondientes operaciones quirúrgicas.

La experta en Derecho Penitenciario Anabel Prieto Torices indica que todo aquel que quiera cambiar de un módulo masculino a uno femenino debe demostrar que está en proceso de cambiar de sexo, conforme a la circular 7/2006. Luego, no basta con que una persona diga que tiene atribuido un género distinto al que él siente que es el suyo. Francisco Miranda, abogado también experto en Derecho Penitenciario, sostiene que utilizar la norma para cambiar de módulo, aun no habiendo cambiado de sexo, es un fraude de ley.

En la cárcel de Asturias se reclama incluso que el proponente del paso al módulo de mujeres haya sido tratado en la Unidad de Tratamiento de Identidad de Género del Principado de Asturias (UTIGPA), con sede en Avilés, que tiene abiertas más de 150 historias en la región de personas que padecen disforia, esto es, una incongruencia por sentir que forman parte de un género que no se corresponde con su cuerpo biológico.

"Tienen que demostrar que están yendo al centro de Avilés para que se les permita entrar en el módulo femenino", indica Yosune Álvarez, quien cree que los acusados o condenados por delitos sexuales deberían estar excluidos, tanto de los módulos de hombres como de mujeres, en definitiva, aislados.

La coordinadora de Xega recuerda a quienes quieran utilizar la ley con fines espurios que, el cambio de sexo registral, implica cambios en los contratos de trabajo, la escritura de la vivienda y la documentación, como el carné de conducir. "Solo puedo decirles que se lean bien la ley, porque pueden incurrir en fraude de ley", indicó Yosune Álvarez.

"Cada vez que sale una ley, hay alguien que intenta aprovecharse, y para eso se ponen garantías legales, añade Álvarez. En el caso de la "ley trans", se establece que una persona denunciada por delitos de violencia de género no puede evitar esos cargos aunque se cambie de sexo, algo que han intentado algunos acusados, con nulo éxito.

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La filósofa socialista asturiana Amelia Valcárcel, que calificó la "ley trans" de "monstruosidad que busca crear pánico", no se mostró muy sorprendida por la petición de los reclusos de cambiar de sexo registral. "Advertidos estaban", indicó, en referencia a los proponentes de la "ley trans". Valcárcel calificó en su día a la "ley trans" de "tropelía" y "monstruosidad" que "busca crear pánico". "Es algo más que una ley mordaza, es la antinomia de lo que debe ser una ley, que no dice los derechos que no respetamos porque es incapaz de enumerarlos, que en el procedimiento cambia la carga de la prueba y que amenaza multas a las que no llega el pecunio de la mayoría de los mortales", dijo semanas atrás la filósofa. La "ley trans", dijo Valcárcel, "es una ley que puede tener consecuencias graves, sobre todo si está mal hecha". Y llegó a comparar la transexualidad con la bulimia o la vigorexia. "Es una moda. Son cosas que se transmiten", aseguró.

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