Los nuevos Ministros de Sánchez: la relación inevitable con Adriana Lastra y las dudas en la industria

La diputada asturiana rechazó la cartera de Sanidad y el sustituto de Reyes Maroto, que reemplazó a la riosellana como portavoz en el Congreso, genera suspicacias por su perfil vinculado al turismo

José Manuel Miñones, Adriana Lastra y Héctor Gómez

José Manuel Miñones, Adriana Lastra y Héctor Gómez

Pedro Sánchez ya tiene nuevos ministros de Sanidad e Industria. En una breve comparecencia, el presidente del Gobierno ha anunciado esta mañana que serán José Manuel Miñones y Héctor Gómez quienes ocupen estas carteras. Ambos se incorporarán al Consejo de Ministros este próximo martes para sustituir a Carolina Darias y Reyes Maroto respectivamente, que abandonan el Ejecutivo para volcarse en sus candidaturas de Las Palmas de Gran Canaria y de Madrid para las elecciones municipales del 28 de mayo.

La Ministra que pudo ser, el Ministro que será: José Manuel Miñones

El Ministerio de Sanidad gestiona una faceta muy relevante de la vida de las personas, pero los sucesivos gobiernos acostumbran a tratarlo como un departamento menor. En consecuencia, la identidad de bastantes de sus titulares ha sido con frecuencia el fruto de encajes, compromisos, cuotas y cambalaches varios.

El nuevo ministro, José Manuel Miñones Conde, tiene un perfil sanitario y universitario acreditado por títulos oficiales y experiencia profesional. Sin embargo, parece haber llegado a ministro ayudado por las urgencias electorales del PSOE en Galicia. Y, lo que resulta tanto o más llamativo, después de que la asturiana Adriana Lastra, exmujer fuerte del PSOE, sanchista de la primerísima hora y sin relación con el ámbito sanitario, hubiera rechazado el cargo, tal y como publicó LA NUEVA ESPAÑA. La propia Lastra reconoció que los motivos para su rechazo fueron familiares, tal y como había adelantado este periódico: “No acepté porque decidí dejar la primera línea de la política hace nueve meses, y no voy a volver a ella. Tengo un bebé de tres meses”, declaró a “El País”.

Así pues, si durante semanas se especuló con que el consejero de Salud del Principado, el cirujano Pablo Fernández Muñiz, tenía papeletas para relevar a Carolina Darias, la realidad es que el candidato pensado por Pedro Sánchez estaba en Asturias, era mujer y nadie había sospechado nada. Algunos conocedores de los cenáculos socialistas interpretaban que el mayor hándicap de Pablo Fernández era ser hombre, un dato que podía chocar con las prioridades del presidente Sánchez. Al final, el elegido ha sido un hombre y no se llama Pablo Fernández.

Si se analizan los pasados recientes de Adriana Lastra y del nuevo ministro de Industria, Héctor Gómez, se observan dos factores comunes: ambos fueron portavoces del PSOE en el Congreso (Gómez sustituyó a Lastra en septiembre de 2021) y ambos fueron desalojados de responsabilidades relevantes en un gesto de aparente ingratitud de Pedro Sánchez.

Ahora, tal parece que el jefe del Ejecutivo se planteó como retocar el Gobierno para los nueve meses de legislatura que restan y que decidió echar mano de dos perjudicados por decisiones previas. Uno aceptó. La otra lo rechazó pero, con su habilidad política habitual, ha quedado casi igual de bien que si hubiera aceptado.

El que queda regular es el nuevo ministro. El papel de plato de segunda mesa nunca resulta gratificante. A tenor de su currículum, José Manuel Miñones conoce bien el ámbito de la salud. Doctor en Farmacia, al igual que su padre, ha ejercido la docencia y la investigación. Obviamente, un ministerio no es un ministro. Saber rodearse de un equipo competente puede compensar muchas lagunas del titular del departamento. Pero llegar al puesto con un cierto bagaje no es un asunto menor. Cuando, en septiembre de 2018, la médica asturiana María Luisa Carcedo fue nombrada ministra, se percibió la importancia de elegir personas que conocen lo que tienen entre manos. Luego podrán gustar más o menos sus decisiones, pero están en disposición de empezar a tomar medidas desde el minuto uno.

Años atrás, en una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA, el creador y gran impulsor de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, respondió a la pregunta de con qué ministros de Sanidad había trabajado más a gusto: “Con Ana Pastor (PP) y con Trinidad Jiménez (PSOE), eso admite pocas dudas”, dijo. Se trata de dos perfiles muy distintos: Ana Pastor es médica; Trinidad Jiménez, licenciada en Derecho. Ambas cumplieron con solvencia.

Las competencias del Ministerio de Sanidad son escasas. Además, una parte de las que tiene asignadas están poco rodadas. De ahí algunas deficiencias en el manejo de la pandemia de covid-19. La práctica totalidad de la gestión del Sistema Nacional de Salud está en manos de las comunidades autónomas. Las políticas de personal, que deberían estar centralizadas o, al menos, muy bien coordinadas para evitar guerras entre comunidades por atraer médicos o enfermeras, están disgregadas y generan disfunciones permanentes. De manera absurda, el área de Consumo fue segregada por Sánchez para hacer espacio a los ministros de Unidas Podemos.

Además de manejar una cartera con poco contenido, poco podrá hacerse desde el Ministerio de Sanidad en los meses que restan de legislatura. Pero, además del fondo, cuentan las formas externas. Y las formas del Ejecutivo de Sánchez dicen que tiene tres ministros gallegos (las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz, y ahora José Manuel Miñones) y que Asturias pudo tener una, pero tiene cero.

El “perfil turístico” de Gómez pone en alerta a la industria asturiana

Pedro Sánchez nombró nuevo ministro de Industria, Comercio y Turismo al canario Héctor Gómez, que en septiembre de 2021 sustituyó a la asturiana Adriana Lastra como portavoz del grupo parlamentario socialista en el Congreso de los Diputados. Gómez asumirá una cartera clave para Asturias en un momento en que la gran industria encara una transformación decisiva con los obligados planes de descarbonización. Sin embargo, en el sector hay dudas sobre si se ha elegido el perfil adecuado. 

Sánchez destacó la “experiencia y cualidades” de Gómez, “que ya formó parte del equipo de Reyes Maroto en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo”. Lo hizo como director general de Turespaña, el organismo de promoción en el exterior de España como destino turístico. Su experiencia es en esa rama y no en la de industria, lo que puede acrecentar el desequilibrio dentro de un ministerio que se denomina de Industria, Comercio y Turismo, pero que el orden bien podría ser el inverso. Solo hay que mirar el organigrama. El ministerio cuenta con dos secretarías de Estado, las de Turismo y Comercio, y en un nivel inferior está la secretaría general de Industria y la Pequeña y Mediana empresa, cuyo titular es el gijonés Francisco Blanco. 

“De nuevo al frente del Ministerio de Industria se pone a una persona con un perfil más centrado en el sector del turismo que de la industria, que debería tener cartera ministerial propia porque si bien el turismo es fundamental para España, la industria no lo es menos”, señaló Damián Manzano, secretario general de CC OO de Industria en Asturias. “Reyes Maroto le deja mucho trabajo con una herencia envenenada. Tiene muchas tareas pendientes como el pacto por la industria o la gestión de los diferentes PERTE, que en Asturias tienen un papel fundamental que jugar de cara a la transición energética y al cambio de modelo de la industria”, añadió Manzano.

Si el de Gómez es el perfil adecuado “lo dirá el paso del tiempo”, señaló Jenaro Martínez, secretario general de UGT-FICA en Asturias, que espera que el nuevo ministro “tenga sensibilidad con la industria y con el proceso de transición energética, clave por la singularidad de Asturias”. Martínez reconoció que hubiera preferido que el nuevo ministro procediera del sector industrial, pero destacó que “tendrá buenos apoyos con los asturianos Francisco Blanco y Luis Ángel Colunga (comisionado para el PERTE de descarbonización industrial) en su equipo, que conocen perfectamente las necesidades del sector en la región”. 

La elección de Gómez también provocó reacciones políticas en Asturias. El secretario general de Foro Asturias, Adrián Pumares, señaló que “en plena crisis de Arcelor tras el incendio del horno alto, y mientras se están resolviendo los PERTE de agroalimentación, de descarbonización y naval, es crítico para Asturias que el ministro tenga alguna sensibilidad con los intereses del Principado, y nos tememos que carece de ella”.

De su antecesora en el cargo, Reyes Maroto, Pedro Sanchez destacó que “Leyes como la ley de Industria, el estatuto de las empresas electrointensivas y varios proyectos estratégicos como el proyecto estratégico del vehículo eléctrico y conectado, el del naval, el de la agroindustria o, más recientemente, el PERTE para la descarbonización industrial, son buenos ejemplos de la extraordinaria gestión, a mi juicio, que ha llevado a la ministra Maroto y que están atrayendo importantes inversiones a nuestro país”.

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