Juzgado por abusar de las hijas de dos de sus parejas y una amiga en Langreo

Los hechos tuvieron lugar hace una década, cuando las niñas tenían entre 7 y 9 años, aunque no fueron denunciados hasta 2021

Recreación de una escena de violencia en la infancia.

Recreación de una escena de violencia en la infancia. / Mingo Venero

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Un hombre residente en San Martín del Rey Aurelio, cuya identidad se corresponde con las iniciales F. J. S. F., se enfrenta a penas de entre 15 y 23 años y medio de cárcel al estar acusado de tres delitos de abusos sexuales de los que fueron víctimas tres niñas de entre 7 y 9 años de edad, unos hechos que se habrían producido en domicilios de Sama de Langreo hace una década. Dos de las niñas son hijas de dos de las parejas que tuvo sucesivamente el acusado, y la tercera menor es amiga de una de ellas. Una de las víctimas es ahora mayor de edad, y las otras tienen 17 años. En 2020, coincidiendo en un centro educativo, comenzaron a ser conscientes de que lo que ellas habían entendido como un juego eran en realidad abusos sexuales por parte del hombre –hoy cercano a los cincuenta años– y presentaron una denuncia contra él en el año 2021. El juicio contra el acusado se celebró este martes a puerta cerrada en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Oviedo, y quedó visto para sentencia.

El acusado, que acudió al juicio acompañado de un hijo suyo mayor de edad, y que mostraba un gran nerviosismo momentos antes de comparecer en el juicio, en el que estuvo defendido por la letrada María Escanciano, negó en todo momento que la denuncia de las tres jóvenes se basase en hechos reales. Preguntado por los motivos que habrían llevado a las jóvenes a acusarle de un delito tan grave, no supo indicar qué pudo llevarlas a presentar los que él considera que es denuncia falsa.

Las tres denunciantes prestaron declaración ante el tribunal, presidido por la magistrada Covadonga Vázquez, detrás de un biombo, con el fin de evitar cualquier contacto visual con el acusado. Las tres ratificaron sin fisuras la denuncia presentada.

Hablando entre ellas se dieron cuenta de que las tres habían sido sometidas a las mismas prácticas de carácter sexual. En dos de los casos, el hombre convivió con ellas cuando fue durante un tiempo pareja de sus madres, de forma sucesiva. La tercera es amiga de una de esas niñas y pasaba algunos fines de semana con ella en su domicilio, momento en el que se habrían producido los abusos.

Periciales psicológicas

Las periciales elaborados por los psicólogos del Centro de Crisis de agresiones sexuales y del Instituto de Medicina Legal de La Corredoria consideran plausibles las versiones de las jóvenes, y corroboran el daño sufrido por las mismas. De hecho, precisan apoyo psicológico todavía hoy, según fuentes conocedoras del caso.

Una vez concluida la práctica de la prueba y las periciales, los letrados presentaron sus informes finales. La defensa pidió la libre absolución de su defendido, al considerar que los hechos denunciados no se produjeron.

Tanto el ministerio público como las acusaciones particulares mantuvieron sus peticiones de condena iniciales. En el caso de la Fiscalía del Principado de Asturias, solicita penas que suman quince años de cárcel por tres delitos de abusos sexuales a menor de 16 años. Ana Ardura, letrada de dos de las menores abusadas, pidió dos penas de nueve años de prisión por otros tantos delitos de abusos sexuales a menores de edad. El letrado de la tercera víctima solicitó que se imponga al acusado la pena de cinco años y medio de cárcel. También se solicitaron fuertes indemnizaciones para las tres jóvenes por los daños morales sufridos cuando era niñas.

[object Object]

La Fiscalía pide nueve años y nueve meses de cárcel para un joven de 23 años que violó a su pareja, entonces de 17 años, en una vivienda de Llanera, en 2019. El juicio se celebró este martes en la sección tercera de la Audiencia y quedó visto para sentencia. El joven, que negó los hechos, llegó a la sección tercera esposado y escoltado por la Policía Nacional, procedente de la cárcel de Asturias. El Ministerio Fiscal sostiene que el procesado (1999) inició en mayor de 2019 una relación sentimental sin convivencia con la joven, residente en Gijón y que sufre un ligero retraso mental, con una discapacidad del 37 por ciento. El 10 de julio de 2019, el procesado y la joven se fueron a pasar la noche a la casa de unos familiares de él, en Llanera. Una vez allí, sobre la una de la madrugada del 11 de julio, el procesado mantuvo una discusión con una tía suya y, tras ella, se dirigió hacia su novia y le dijo que todo era culpa suya y le dio reiterados puñetazos en la cara y el abdomen. Además, la agarró con fuerza por el cuello, hasta tirarla, y le pisó el cuello, al tiempo que le decía que era "una hija de puta". El procesado, de etnia gitana, se fue para la habitación, tumbándose en un sofá, y ella se acostó en la cama. Luego, se metió en la cama con la joven, diciéndole que quería tener relaciones sexuales, y ante su negativa, la amenazó. La menor, aterrorizada, no opuso resistencia. Luego la obligó a practicarle una felación. Cuando el procesado estaba dormido, la joven huyó y se dirigió un bar cercano, desde donde pidió que llamaran a la Policía. Acudieron los agentes de la Policía Local de Llanera, y luego la Guardia Civil, que detuvo al acusado. La joven sufre un trastorno de estrés postraumático. Aparte de la pena de cárcel, la Fiscalía pide indemnizaciones por unos 7.500 euros y 6 años de libertad vigilada.

Suscríbete para seguir leyendo