Los incendios remiten a la espera de que las lluvias previstas extingan todos los focos

Los fuegos de Navedo (Illano), Soto de Las Regueras y Villamayor (Teverga), los que requirieron mayores efectivos y medios aéreos

Así trabaja el Seprona para investigar a los autores de los incendios en Asturias

Agencia ATLAS

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

La ola de incendios remitió este martes un tanto. Amaneció con 43 incendios, que fueron reducidos a 22 a lo largo de la jornada, de ellos cinco activos. El viento, con rachas que superaron los 53 kilómetros por hora, y el calor, con máximas de hasta 24 grados, siguieron alimentando los fuegos.

Uno de los más preocupantes se situó en Navedo, en el concejo de Illano, que ya se inició hace unos días. Allí trabajaron una Brigada de Labores Preventivas del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), seis Bomberos del SEPA, una empresa forestal y un helicóptero del Miteco, bajo la supervisión del jefe de zona noroccidental. Estaba previsto que se quedase un retén por la noche para controlar la evolución del fuego. Los integrantes de la Brigada de Labores Preventivas avistó al marcharse de Illano un incendio de grandes proporciones en el entorno del Puerto del palo, hacia las siete de la tarde.

También requirió atención el incendio de Soto de Las Regueras, ya controlado, en cuya extinción trabajaron una empresa forestal, tres Bomberos del SEPA y un helicóptero del Miteco. Este fuego se inició a las dos y media de la tarde de este sábado y causó un gran trastorno entre los vecinos, que tuvieron que defender sus viviendas y propiedades con cubas de agua y con sus propias herramientas en una tarde y una noche de pánico.

El de Villamayor, en Teverga, situado en una zona de difícil acceso, también continuó dando guerra este martes. En el incendio, ya estabilizado, trabajaron tres efectivos de Bomberos del SEPA y una Brigada de Labores Preventivas del Miteco.

El incendio de Prada, en Allande, está en revisión por dos efectivos de Bomberos del SEPA. El de Condres, en Gozón, fue estabilizado, permaneciendo en el lugar tres efectivos de Bomberos del SEPA en tareas de vigilancia, remate y control del perímetro. El de Riopinoso, en Valdés –causado después del incendio que arrasó el concejo–, estuvo en revisión por dos efectivos del SEPA. Y el de La Paranza, en Siero, continuó humeando, requiriendo la presencia de dos bomberos.

Además, la Guardería de Medio Natural vigiló y revisa los incendios en Boal (Castrillón), Cabrales (Arangas), Cangas del Narcea (Besullo), Piloña (Qués y Pedroso), Quirós (Villagime), Santo Adriano (Cotomonteros), Tineo (Lavadoira y Naraval), Valdés (Longrey, Paladeperre, Enverniego, San Cristobal y Biescas) y Villayón (Bustefollado).

Previsiones

Ayer, salvo en el Suroccidente, bajaron las temperaturas, y para este miércoles se prevén lluvias y chubascos desplazándose de oeste a este, más persistentes en la Cordillera y con nieve bajando hasta los 900 metros al final del día. Las temperaturas experimentarán un descenso notable, con máximas de 14 grados y mínimas de cuatro en el Suroccidente, poco más elevadas en el resto de la región.

Con estas lluvias y la caída del termómetro, los servicios de extinción esperan que los incendios se extingan definitivamente, dando carpetazo a esta ola de fuego. Aún así, el riesgo de incendio se mantiene alto en los concejos costeros del occidente y el centro de la región, así como en el concejo de Tineo. Las precipitaciones débiles continuarán por otro lado hasta el sábado.

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