El SIMPA paga en las urnas el pacto de las guardias y CSI recoge el malestar sanitario

La coalición entre Sindicato Médico y SATSE conserva el liderazgo, pero baja de 60 a 48 delegados | "Seguiremos en la misma línea", dice Vidal

Una trabajadora del HUCA se dispone a votar en las elecciones sindicales del pasado jueves. | Irma Collín

Una trabajadora del HUCA se dispone a votar en las elecciones sindicales del pasado jueves. | Irma Collín / Pablo ÁlvarezP. Á.,

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Fuerte caída de la coalición del Sindicato Médico (SIMPA) y el de Enfermería (SATSE), pese a que han retenido el liderazgo del sector. Y fuerte subida de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI). Estos son los principales titulares de las elecciones sindicales en el ámbito sanitario celebradas ayer, jueves. La plataforma FSES, de la que forman parte el SIMPA y el SATSE, logró 48 delegados, lo que implica un retroceso de 12 con relación a los comicios de 2019. Entre tanto, CSI ha pasado de 12 a 20.

Las otras organizaciones que han ganado representación con respecto a 2019 son Comisiones Obreras, que ha subido de 32 a 33; Sicepa/Usipa-Saif, que ha aumentado de 29 a 31; el Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE), que ha crecido de 16 a 18; y CSIF, que ha pasado de 15 a 18. Además de la coalición SIMPA-SATSE, el otro sindicato que ha salido perdiendo es UGT, que ha bajado de los 14 delegados conseguidos hace cuatro años a los 10 obtenidos el jueves.

Una primera lectura de los citados resultados arroja varias conclusiones esenciales. La primera, que al Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) le ha pasado factura el apoyo a la reorganización del modelo de guardias en la red de Atención Primaria. Este sistema ha sido fuertemente contestado por los facultativos más veteranos con plaza fija, a quienes obliga a volver a hacer guardias en festivos y fines de semana. Ya en el momento de ser aprobado, provocó bajas de afiliados en el SIMPA. Este mismo acuerdo muy probablemente ha repercutido en los resultados del Sindicato de Enfermería (SATSE-Asturias), pues ha suscitado quejas por el mismo motivo entre los profesionales de esta categoría más asentados.

La segunda interpretación de los resultados de las elecciones sindicales señala que CSI ha recogido en las urnas el malestar que en febrero y marzo trasladaron a la calle varios miles de trabajadores sanitarios, en sendas manifestaciones celebradas en Oviedo y Gijón. No reclamaban aumentos salariales, sino una mejor gestión de los recursos humanos que se tradujera en bienestar laboral. Estas protestas no contaron con el respaldo de ninguno de los cinco sindicatos que firmaron acuerdos recientemente con el Servicio de Salud del Principado (Sespa), que han sido, además del SIMPA y el SATSE, Comisiones, CSIF y UGT. Muy evidente resultaba la buena sintonía de CSI con la filosofía de las citadas manifestaciones, y también la colaboración con algunos elementos de organización material. Tampoco Sicepa-Usipa apoyó los acuerdos con el Sespa, pero los réditos derivados de esta oposición han sido menos cuantiosos.

Desde el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), su secretario general, José Antonio Vidal, destacó que la coalición con el SATSE "se consolida como la primera fuerza sindical, con una importante diferencia de 15 delegados respecto a la segunda organización más votada". Según Vidal, "estamos francamente satisfechos con estos fantásticos resultados, que nos animan a seguir en la misma línea en la que veníamos trabajando desde mediados del año pasado".

La CSI celebró los resultados obtenidos en las áreas sanitarias I (Jarrio), III (Avilés) y VII (Mieres), donde el sindicato se presentaba por primera. "Nuestra valoración es que las trabajadoras refrendan en las urnas nuestra acción sindical de los últimos cuatro años en las áreas en las que estábamos presentes. Y ahora nos quedan cuatro años de trabajo y mucha responsabilidad, y demostrar que otra forma de hacer sindicalismo es posible", señaló un portavoz de la Corriente.

Por parte de Sicepa-Usipa, Graciela Martínez hizo hincapié en la victoria de su formación en las áreas de Oviedo y Avilés, "algo que consideramos histórico y una tendencia que irá en aumento". "Globalmente nos sentimos muy satisfechas con los resultados de estos comicios y seguiremos trabajando en la misma línea", agregó Martínez.

Comisiones Obreras valoró "positivamente" el resultado de las elecciones, "sobre todo porque tenemos un delegado más y, además, esto se produce en un contexto muy difícil, de mucha fragmentación, pero con una alta participación".

Felipe Piedra, de CSIF, destacó el resultado de su sindicato: "Hemos incrementado un 25 por ciento el número de votantes y un 20 por ciento la representatividad, y ahora estamos presentes en todas las mesas de negociación. No es una fin, una meta, sino el punto de partida para defender con mayor intensidad una sanidad pública en Asturias de calidad y poner en valor su mayor activo, que son los trabajadores del Sespa".

UGT se manifestó a través de su responsable sanitaria, Tatiana Soto: "Hemos perdido cuatro delegados aun teniendo casi los mismos votos. Hemos sufrido una precampaña y una campaña muy agresivas". Soto se refirió a la plataforma convocante de las manifestaciones de febrero y marzo: "Se llamaba ‘asindical’, pero al final se ha visto que lo que buscaba era resultados para un sindicato en concreto".

IU reclama un "vuelco" en la gestión sanitaria para evitar la precariedad

El coordinador general de IU y candidato de Convocatoria por Asturias a la Presidencia del Principado, Ovidio Zapico, exigió ayer un "vuelco" a la sanidad pública regional "para atajar la desafección de la población al sistema y el descontento del personal sanitario". El dirigente realizó estas declaraciones después de reunirse con representantes de la Asociación de Trabajadores Asturianos de Sanidad (ATAS), entidad organizadora de las manifestaciones masivas de febrero y marzo, en Oviedo y Gijón. Zapico reivindicó "una mejor gestión de los recursos humanos para luchar contra la precariedad laboral".

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