La vivienda en Asturias, un sector con gran potencial de ahorro energético

Unas 300.000 viviendas de Asturias, la mitad del parque inmobiliario de la región, son anteriores a 1979, cuando empezaron a aprobarse las primeras normas de eficiencia energética en España. Y la otra mitad fueron construidas antes de 2006, fecha de entrada en vigor del Código Técnico de Edificación, considerado el gran marco regulatorio de reformas como el aislamiento térmico o la maximización de la iluminación, la calefacción o el agua.

Esto revela el envejecimiento del parque asturiano, pero al mismo tiempo indica que el Principado tiene "un gran potencial" de ahorro de energía precisamente en un momento en el que los fondos europeos habilitan cuantiosas partidas para esa renovación.

Así lo subrayaron los expertos convocados en la mesa redonda "Eficiencia energética en tu vivienda: reduce el consumo y mejora el valor futuro de tu hogar", organizada por LA NUEVA ESPAÑA con la colaboración de BBVA.

El encuentro, moderado por la periodista Amor Domínguez, contó con la participación de José Manuel San Millán, responsable de financiación y sostenibilidad de la zona noroeste de BBVA; Carlos García, director general de la Fundación Asturiana de la Energía (Faen) y Javier Galán, responsable de eficiencia energética de gran empresa de Iberdrola.

Existen deducciones de hasta el 60% en el IRPF por rehabilitar la vivienda habitual

José Manuel San Millán

— Responsable de sostenibilidad de la zona noroeste de BBVA

"Asturias tiene un gran potencial de ahorro y lo estamos aprovechando bien: el Principado es un referente a nivel nacional en rehabilitación energética", aseguró García, que precisó que solo el 8% de las viviendas en la región cuentan con parámetros de eficiencia energética incorporados. El director de Faen añadió que, en un reciente estudio de 30.000 edificios, "solo el 1% tenía calificación A o B", las más altas.

San Millán indicó que el consumo energético del parque inmobiliario de toda España supone casi un tercio de la energía final de todo el país, y que "el 81% de los edificios tienen las peores calificaciones energéticas, entre la E y la G". Además, "más de 2 millones de viviendas están en mal estado de conservación", afirmó. A su juicio, eso complica el objetivo de la UE de que en 2030 todos los inmuebles cuenten con al menos un certificado F y que los edificios nuevos sean neutros en carbono.

Hay que aprovechar las ayudas que se están lanzando, como los fondos europeos

Carlos García

— Director General de la Fundación Asturiana de la Energía (FAEN)

Según la Comisión Europea, los edificios generan el 36% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero en el continente. "Reducir ese porcentaje es algo que depende sobre todo de nosotros mismos, y es verdad que lo hacemos por el planeta, pero también por nosotros mismos", remarcó Javier Galán, que resaltó que "Asturias está muy bien posicionada para llevar sus aprendizajes a otras comunidades autónomas".

Un elemento que puede acelerar esa renovación es el incentivo económico. Tal como señaló San Millán, "existen deducciones de hasta el 60% en el IRPF por rehabilitación de vivienda habitual". Y García recordó que la transformación energética de las casas no solo "aporta una nueva actividad económica y generación de empleo", sino que "al ciudadano le reduce el coste de factura energética, sobre todo en un contexto de precios elevados". De modo más general, "revaloriza su patrimonio, confort y salud".

Si no se hacen esas inversiones, la casa tendrá en el futuro una mala calificación

Javier Galán

— Responsable de eficiencia energética de Iberdrola

En esta línea, Galán aseguró que "la eficiencia energética es una inversión de futuro muy rentable, y hay estudios que dicen que revaloriza hasta en un 20% el precio de la vivienda". Por lo tanto, subrayó, "invertir en eficiencia es invertir en el patrimonio". "Si no se acometen ahora esas inversiones, en unos años la vivienda correrá el riesgo de tener una mala calificación energética y no se podrá alquilar o vender", advirtió.

Por estos motivos, Galán instó a organizaciones públicas y privadas a "aprovechar la oportunidad que brindan los fondos europeos". García aseguró que, por ejemplo, Faen está recibiendo "muchísimas llamadas" de inquilinos que desean obtener información sobre el proceso de renovación energética y el posible acceso a subvenciones. "Es probable que dentro de unos años no tengamos las ayudas de las que ahora disfrutamos y la eficiencia energética sea una norma de obligado cumplimiento, por lo que hay que aprovechar los fondos actuales que se ofrecen, como los de la Unión Europea", animó.

San Millán destacó el papel "clave" de las entidades financieras en estas transformaciones. "En el caso de BBVA, aprovechamos la capilaridad de nuestra red comercial para que los clientes puedan conocer las alternativas a las que pueden optar, y asesoramos a las comunidades de propietarios en todo el proceso", explicó.