La mortalidad se modera en 2023, pero los nacimientos vuelven a hundir el censo

Hasta 21 de los 78 concejos asturianos han completado el primer trimestre del año sin un solo parto y once más han registrado uno

Una unidad de cuidados intensivos.

Una unidad de cuidados intensivos.

Después de la hinchazón pospandémica que aupó a 2022 al segundo lugar de los años con más muertes en Asturias, sólo por detrás del anómalo 2020, la región ha irrumpido en 2023 con un descenso progresivo y sostenido de la mortalidad, con una vuelta a una cierta normalidad cuyo efecto demográfico se diluye sin embargo en otra contracción de los nacimientos. La serie de enero a marzo de este año consolida una tendencia al declive en el número de muertes que deja la cifra total del primer trimestre, 3.675, en la segunda más menguada de las últimas siete. Es el tercer descenso encadenado a estas alturas del año y el número se encamina hacia un entorno más parecido a los de antes de la crisis pandémica, pero las buenas noticias de la última actualización estadística se acaban aquí, porque el panorama se vuelve a ensombrecer cuando los recuentos de las muertes se cruzan con los de los nacimientos y sólo salen 1.138, el segundo dato más bajo de la serie histórica en el trimestre inicial de un año.

La cifra había remontado a estas alturas de 2022, pero ha vuelto a caer, ahora hasta un nivel que sólo empeoran los 1.081 registrados en 2021. El saldo de este primer trimestre deja quinientos bebés menos que el mismo periodo de hace diez años y eleva a 2.537 habitantes el descenso de población por motivos vegetativos, o por la resta simple de los decesos y los nacidos, sin contar el efecto adicional de los intercambios migratorios. Se restan 35 más que hace un año por estas fechas y el decrecimiento es el tercero más alto de la serie, sólo por detrás de los registrados en los dos primeros años álgidos del covid, 2020 y 2021. Los poco más de doce partos de la media diaria en estos tres primeros meses siguen palideciendo ante las más de cuarenta muertes y llevan el promedio de decrecimiento vegetativo a un insostenible dato de más de 28 habitantes menos al día.

Nacimientos y defunciones en Asturias

Nacimientos y defunciones en Asturias

Los datos actualizados ayer por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) reconfirman la gravedad de la crisis asturiana de natalidad y la sitúan en uno de los momentos más negativos de su historia, sólo peor que en las zonas más críticas de la pandemia. Este febrero fue, de hecho, el mes con menos nacimientos de toda la serie histórica, con 318 –apenas once al día– y la remontada de marzo hasta los 406 sólo sirve para maquillar un recuento que sigue mantiene a Asturias a la cola de la natalidad española, como siempre desde mediados de los ochenta del siglo pasado.

Mirado por dentro del mapa, el último cómputo de los nacimientos y las muertes actualiza el acusado desequilibrio demográfico asturiano. Hasta 21 municipios, casi tres de cada diez, no tienen registrado ni un solo alumbramiento en lo que va de año y once más, en total sería un 41 por ciento, han sumado sólo uno. El saldo entre los partos y los decesos sólo es positivo, y en un único habitante, en cuatro pequeños municipios, algunos sorprendentes: Illas, Cangas de Onís, Ponga y Santa Eulalia de Oscos.

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